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CRÍTICA

'Kamikaze': Cómo reírse del drama de la vida

Álex Pina dirige ésta obra tan original como entretenida. Un Álex García con acento ruso y un complejo personaje se ganan al espectador creando empatía con un terrorista.

Por Alejandro Iriarte Rodríguez 28 de Marzo 2014 | 11:14

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¿Cómo un director puede crear una historia donde el espectador sienta empatía con un terrorista? La respuesta es 'Kamikaze', un film donde el humor y familiaridad española transforman un alma triste y vengativa. La última apuesta de Warner en España es sin duda una obra original y llena de momentos tan realistas como absurdos -en el buen y creativo sentido de la palabra-, y es que no es fácil sacar la carcajada en un relato plagado de dramas personales y personajes inestables.

'Kamikaze': Cómo reírse del drama de la vida

Una crítica al imperialismo y a las ideas impuestas, sobreponerse a las dificultades y sacar fuerzas de la ilusión y el amor son algunas de las ideas que regala 'Kamikaze', una película que muestra donde el aprender de los demás hace del "grupo" o "sociedad" la mejor fuente de sabiduría y experiencia.

'Kamikaze' es también por muchas razones una experiencia en sí misma pues pasa sin tropezar por una serie de géneros que hasta ahora pocas veces han funcionado en su combinación. Un cóctel o amalgama de sensaciones y morales encontradas que sienta al público ante una obra transgresora tanto en mensaje como en género y "maniera" del director.

Un hijo nacido del conflicto de una de las muchas ex-repúblicas soviéticas. Un personaje complejo que Álex García desde el punto de interpretación encarna a la perfección esta difícil personalidad. Un acento ruso del Cáucaso entrenado al milímetro y una mirada noble engatusará a gran parte del público pues su expresión y palabras medidas desvelarán poco a poco un corazón lleno de heridas y sin comerlo ni beberlo, la persona con menos esperanza puede convertirse con deseo y avidez en un héroe.

'Kamikaze': Cómo reírse del drama de la vida

Un terrorista frío que se juega su inmolación a suertes pero que termina con un romance en un hotel de montaña es el gancho perfecto para crear una serie de sensaciones encontradas. Ella, Verónica Echegui, encarna a Nancy, una joven despechada en busca de retos pero a la vez con una personalidad inestable. Un pasado decepcionante pero unas ganas de vivir inevitables transforman a la par los dos protagonistas.

Quizás son las ganas de luchar, el espíritu joven y cambiante de muchos de los personajes los que sirven de conexión con el público. Unas ganas y fuerzas de tirar para delante es seguro el aspecto que hará al público más joven aplaudir la película así como las "almas" maduras y pilares sentimentales como los que encarnan Carmen Machi o Hector Alterio, dan unos puntos de vista realistas y maduros haciendo de maestros y oráculos para los personajes más inmaduros o salvajes. Impulsiva, ordinaria y sarcástica se muestra Leticia Dolera con un personaje que más de una vez centrará la atención y que, con un cambio de estima y percepción ante los problemas refleja este "cambio común" de una forma más rápida, pues elegir el cómo tomar y afrontar los retos y problemas está ante todo, en la disposición de cada uno.

'Kamikaze': Cómo reírse del drama de la vida

Del instinto a la razón, una lucha personal

Salvaje es un adjetivo y seña de identidad de Slatan (Alex García), un carácter lleno de instintos pero que guarda su lado más sentimental. La duda ante la masacre será el paso en falso para este personaje ya que también la suerte juega en su contra y tendrá que vivir una experiencia en un hotel de montaña lleno de personas más humanas de lo normal, incluso "sobrehumanas", y es que como la frase maestra de la película, "Por mucho que hayas sufrido, hijo, siempre hay alguien que sufre más que tú. Y no quedan más que dos opciones, o pudrirte por dentro o bailar al ritmo de la vida." Un ritmo rápido que auspiciado por éste espíritu salvaje hacen de la película una obra que no aburre y sube en ocasiones las pulsaciones pues la tensión y peligro llenan los 94 minutos de momentos inesperados y que a veces, el humor más infantil no encaja en el tono de humor tan maduro y reflexivo de la película.

Un guión -también de Alex Pina-, drama, comedia, romance y acción con un reparto de que da para mucho es un gancho bastante exótico. Así, la ópera prima de Pina en el mundo del cine podíamos definirla como un "género personal", una película fuera de cánones y esculpida desde su concepción por el director. 'Kamikaze' deja con su mensaje y atmósfera un buen sabor de boca.