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CRÍTICA

'Sex Tape: Algo pasa en la nube': Dinamita descontrolada

Jason Segel y Cameron Diaz vuelven a demostrar que tienen una química increíble en pantalla en una comedia que tiene momentos geniales y otros demasiado pasados de rosca.

Jesús Agudo
Por Jesús Agudo Más 22 de Julio 2014 | 10:23
El redactor más veterano de esta web. Palomitero y fan de que las series estrenen un capítulo por semana.

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Han pasado 15 años desde que vimos a Cameron Diaz lucir su mítico peinado "seminal" en 'Algo pasa con Mary'. Pero hemos tenido que esperar hasta 2014 para que se haya atrevido a mostrarnos el trasero. Al igual que Cameron Diaz, Hollywood va teniendo cada vez menos miedo a destaparse y a hablar de temas como el sexo con menos miramientos. 'Sex Tape: Algo pasa en la nube' sigue la estela de comedias para adultos que tan de moda están ahora mismo en los cines. La sociedad ha cambiado, y el humor blanco parece no tener cabida ya en las salas. Ahora, cuanto más explícitos, escatológicos o bestias, mejor. Lo nuevo de Jake Kasdan se centra casi totalmente en el plano sexual, aprovechando el gran descubrimiento de su película anterior, 'Bad Teacher', que no es otro que lo bien que funcionan Jason Segel y Cameron Diaz juntos como pareja.

Sex Tape: Algo pasa en la nube

El actor y la actriz interpretan a un matrimonio que eran pura dinamita, pero que la rutina y los niños han acabado con su libido. Para recuperar la chispa, deciden grabarse haciendo el amor, pero como profesionales: probando cada postura que aparece en un libro estilo el Kamasutra. Como estamos en el siglo XXI, en vez de cámara usan un iPad. Sin embargo, debido a un programa de sincronización que tiene él instalado, el vídeo se envía a todos los iPads viejos que tienen y que han ido regalando a familiares y amigos. Comienza así una búsqueda contrarreloj para recuperarlos antes de que alguien lo descubra y lo vea.

El guión de la película cuenta con un buen punto de partida, como es la inclusión de la tecnología en la trama humorística. Los jóvenes se partirán de risa al ver a una pareja a los que las tablets les pillaron algo mayores. A muchos les sonarán ciertas acciones con cualquier intento que han podido tener de explicar cómo funciona un smartphone o una aplicación a sus padres: un caso perdido. Los mayores llegarán a sentirse identificados con esa dificultad para congeniar con la tecnología. En definitiva, un buen inicio, un diferenciador que ancla a 'Sex Tape' en la actualidad y da bastante juego (además de oportunidad para el product placement, por momentos algo descarado).

Sex Tape: Algo pasa en la nube
Jay y Annie, los personajes protagonistas, son una pareja moderna. Él trabaja pinchando música en una radio, ella está a punto de vender su blog de consejos a una gran compañía. Eso ya va siendo más extravagante, pero lo paso gracias al punto más fuerte de la película: la química entre Diaz y Segel. Ya se había dejado ver en 'Bad Teacher', pero en esta película dejan claro que son de esos dúos cómicos que trabajan al unísono, sacando su lado más travieso y carismático. Ojalá podamos verles juntos en otras situaciones, ahora que les hemos visto en el plano más íntimo. Ellos hacen creíble la atracción y el afecto necesario para que sean capaces de hacer lo que quieran juntos, ya sea en la cama o intentando solucionar el problema de los iPad. Cameron Diaz se come, eso sí, a Jason Segel en la escena que comparte con su jefe en la ficción, Rob Lowe, en el que ambos se sueltan la melena y nos dan una de las escenas más desternillantes del largometraje. Mención especial a Lowe, que demuestra mucho sentido del humor y muchas ganas de reírse de sí mismo. Su aparición será breve, pero dejará huella.

Demasiado de lo uno, demasiado de lo otro

A pesar de lo bien que funcionan los protagonistas, y de contar con escenas en las que es difícil no reír, la película va pinchando hacia el final, y no hay sorpresas o cameos que lleguen a levantar un guión que se pierde en sus propias barrabasadas, pasando de lo cómico a lo absurdo, a lo bobo incluso. Cuanto más anodina se hace la historia, más rápido perdemos el interés por ella, ya que hasta ese momento habían sabido equilibrar bastante bien los toques "Rated R" con una situación bastante plausible. Luego ya se dedica a soltar una tontería tras otra, y no llega a ser ni la mitad de interesante que al principio. ¿Quién se lleva a los niños a buscar un vídeo porno casero, si no van a aportar nada ni siquiera en el plano humorístico?

Quizás para hacer una comedia "Rated R" es necesario echarlo todo y no quedarse entre dos aguas, como le puede pasar a 'Sex Tape'. Quizás el planteamiento es demasiado cotidiano como para abarcar después tantas locuras, pero lo que queda claro es que una comedia que podría haber sido realmente bestial se queda en lo entretenido, que ya es bastante decir en un género que tiene mucha paja, pero que deja con la sensación de que todavía tenemos que ver a Diaz y Segel echando el polvo de sus vidas.