Si de algo nos vamos a acordar de los próximos Oscars no será de los ganadores o de las desafortunadas bromas que siempre logran más pena que gloria, sino por toda la polémica que está levantando la falta de diversidad que hay este año en las nominaciones. Jada Pinkett Smith o Mark Ruffalo han sido alguno de los artistas que han insistido en un boicot contra los premios de la Academia pero la nueva actriz en proclamar su opinión sobre toda esta polémica ha sido Charlotte Rampling.
La actriz británica ha sido nominada por primera vez a los 69 años por su interpretación en la película '45 años'. Compite contra Brie Larson, Cate Blanchett, Jennifer Lawrence y Saoirse Ronan por el premio a Mejor Actriz. Durante una entrevista con una radio francesa, al preguntarle sobre su impresión ante el revuelo que ha ocasionado que la lista de los nominados figuren sólo artistas blancos no ha tenido reparo en contestar que toda esta polémica "es racista hacia los blancos".
"Uno nunca lo puede saber ciertamente, pero quizá los actores negros no han merecido llegar hasta la lista final de nominados". Los locutores también han preguntado sobre su opinión acerca de si la Academia tendría que introducir una especie de cuotas que permitan la diversidad racial. "¿Por qué hay que clasificar a la gente? Hoy en día todo el mundo es aceptado en mayor o menor medida... La gente siempre dirá si se es muy guapo, o muy negro o muy blanco... Siempre habrá alguien que diga que "eres muy..." ¿Entonces deben existir minorías de todas las formas posibles?".
Más de un mes hasta los premios más polémicos
Rampling es una de los pocos nominados que se posiciona en el lado contrario a la opinión de, por ejemplo, Ruffalo que compite a Mejor Actor de Reparto por 'Spotlight'. Incluso la propia presidenta de la Academia Cheryl Boone Isaacs se mostraba bastante decepcionada ante esta situación. La mítica Whoopi Goldberg es de las pocas que parece tener la voz de la razón en toda esta controversia, ya que comentó que esta era la misma historia año tras año cuando llegaban los Oscars y que luego nadie hacía nada, además de coincidir con el cineasta Spike Lee cuando defendía que realmente el problema está en la industria cinematográfica, no en los Oscars en sí.
