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ANATOMÍA DE CARL

'The Walking Dead': Un neurocirujano cree que cierto personaje debería haber muerto

Un neurocirujano explica las pocas probabilidades de supervivencia de ese personaje en 'The Walking Dead'.

Por Jonathan Espino Aparicio 22 de Febrero 2016 | 16:07

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Si algo nos regala 'The Walking Dead' es momentos de absoluto shock: muertes inesperadas de personajes importantes, explosiones de moteros (WTF!) y, la última, disparos accidentales que acaban con gente muy mal parada.

(SPOILERS del capítulo de noveno de la sexta temporada)

Como vimos la semana pasada, el personaje de Carl recibía un disparo en el ojo por culpa de Ron, quien aprieta el gatillo de forma fortuita antes de morir. Aunque malherido (con un boquete en la cara de mucho cuidado), Carl consigue sobrevivir sin demasiada ayuda médica, algo que ya sucedía en los cómics pero que, ahora, nos parece un tanto rocambolesco y milagroso; por ello, la página Tech Insider ha preguntado a un especialista si esto sería posible en la vida real.

 Carl en 'The Walking Dead'

Zachary L. Hickman, el neurocirujano en cuestión, apunta a que el disparo habría dañado al cerebro, no sólo por el impacto, sino por los fragmentos de hueso que actuarían como pequeñas balas. ¿Es posible sobrevivir a ello? Claro, actuando de una forma muy rápida y con el personal y el instrumental adecuado; además, necesitaría una larga y cuidadosa recuperación en la UCI para poder volver a tener una vida normal.

¿Cuáles podrían ser las secuelas en la vida real?

Para poder estar dentro de las mínimas posibilidades de supervivencia ante el disparo, Hickman afirma que el impacto debería ser en una zona muy específica del cerebro. Según lo sucedido en 'The Walking Dead', los daños afectarían al lóbulo frontal derecho y al lóbulo temporal derecho, lo que provocaría cambios cognitivos y en la personalidad del paciente.

Además, sería muy difícil detener el sangrado y estabilizar la respiración y el ritmo cardiaco de esta persona. Más tarde, habría que hacer una reconstrucción plástica, si es que hemos conseguido evitar la más que probable infección si no hemos cubierto la zona, pues las bacterias se adentran en nuestra sangre y las probabilidades de tener septicemia son numerosas.

Finalmente, Hickman no recomienda a nadie con este "problema" adentrarse en un apocalipsis zombie si lo que quiere es sobrevivir.