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LA MAGIA DEL CGI

Así es 'El Libro de la Selva' sin los efectos digitales

'El Libro de la Selva' supone un nuevo adelanto tecnológico en el cine, superado a 'Avatar' en realismo.

Pedro J. García
Por Pedro J. García Más 15 de Abril 2016 | 18:06
Redactor y crítico pop. Me apasiona la animación y veo series por encima de mis posibilidades.

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Todos los que han visto 'El Libro de la Selva', el nuevo remake en acción real de Disney, coinciden en señalar que sus efectos digitales son impresionantes. Rodada íntegramente en estudio, la película dirigida por Jon Favreau reproduce por ordenador los entornos naturales de la jungla en la que se ambienta la historia de Mowgli. Prácticamente nada, aparte del niño protagonista, Neel Sethi, es real. Pero al ver la película, cuesta creer que lo que estamos viendo en realidad no existe.

Mowgli y Bagheera en 'El Libro de la Selva'

Sin embargo, ya tenemos fotos del rodaje para dar cuenta de las maravillas digitales del cine actual, imágenes con las que podemos comparar lo que es la película en su fase de grabación y el resultado final. Simplemente alucinante.

Uno de los retos más complicados de la nueva 'El Libro de la Selva', y una de las mayores preocupaciones de su director, era hacer que los animales parlantes no resultasen chocantes. Esto es algo completamente normal en una película de animación, pero podría chirriar en una de acción real. Sin embargo, el presupuesto de 175 millones de dólares y las técnicas digitales que se usaron en 'Avatar' y 'Gravity' se pusieron al servicio de la producción para crear unos animales tan hiperrealistas y perfectamente integrados, que uno se cree que están ahí de verdad y se acostumbra rápidamente a que hablen. La organización PETA ha alabado la labor de la película, cuya naturaleza digital ha permitido que no se use ni un solo animal para la producción.

Jon Favreau y Neel Sethi en el rodaje de 'El Libro de la Selva'

Favreau ha hablado con The Hollywood Reporter acerca de los problemas que se encontró a la hora de hacer el remake, arrojando luz sobre el proceso de creación de las criaturas CGI. El director recurrió al mismo Walt Disney para encontrar la solución al problema de los animales parlantes:

"Me remonté no solo a 'El libro de la selva', sino a todas las primeras películas animadas de Disney. En la transición entre 'Blancanieves y los siete enanitos' y 'Bambi', Walt Disney estaba preocupado por no hacer que los animales tuvieran demasiada apariencia de 'dibujos animados', por lo que los hizo más realistas en 'Bambi'. Él también se enfrentó al problema de los animales que hablan, y lo que hizo fue encuadrar a los animales adultos de forma que no mostraba las bocas demasiado. Así que tuvimos mucho cuidado encuadrando a algunos animales. Por ejemplo, si estábamos mostrando a los lobos, era mejor poner la cámara más alta para que el hocico tapase la boca".

Para Favreau era muy importante que los animales fueran lo más realistas posible, pero no quería que sus personajes resultasen incómodos de ver, como ocurre con algunas creaciones digitales demasiado realistas (lo que se llama 'Uncanny Valley'). Para ello, el director se fijó también en 'Babe, el cerdito valiente', de donde sacó la conclusión de que era muy importante no manipular el comportamiento de los animales demasiado, para no darles características antropomórficas que provocasen rechazo. Por eso, se limitaron a reproducir su comportamiento y movimientos naturales.

Perfeccionando la técnica digital

Según el supervisor de efectos digitales de la película, Adam Valdez, únicamente se permitieron modificar el tamaño de algunas especies, para hacer a los animales más grandes con la intención de transmitir la sensación de cómo es ser un niño pequeño en un mundo tan vasto. Es el caso por ejemplo del tigre Shere Khan (doblado por Idris Elba en inglés), una fiera temible al que se le puede distinguir una musculatura más imponente. De hecho, para 'El Libro de la Selva' se creó una herramienta específica para el movimiento muscular de los animales, que, combinada con las ya existentes, sirvió para perfeccionar el movimiento, así como los efectos del viento o el agua en la piel y el pelo de los animales.

El resultado de dichas innovaciones salta a la vista cuando uno ve el film. Por ejemplo, la escena en la que Mowgli y Baloo (Bill Murray) se bañan en el río es una muestra de ello. Favreau cuenta que dicha secuencia se grabó en una piscina y que llevó muchas horas completarla. El oso Baloo planteó un reto distinto al resto de animales, porque corrían el riesgo de que, por su personalidad cómica y amigable, dejara de ser realista. Como dice el supervisor de efectos especiales Rob Legato, "no se suelen ver osos amigables. Dejan de ser reales si no son feroces, como el oso de 'El renacido (The Revenant)'". Sin embargo, las técnicas mencionadas sirvieron para evitar que Baloo se convirtiera en un dibujo animado a pesar de cantar y bailar con Mowgli, como en la película original.

En la piscina con Mowgli y Baloo

El realismo de un frame de 'El Libro de la Selva'

Más realista que 'Avatar'

Además de los animales, los escenarios en los que se mueven los personajes están realizados íntegramente por ordenador, a excepción de algunos elementos usados como referencia para la grabación en el estudio. Según Legato, la decisión de realizar la película enteramente por ordenador fue creativa y práctica a la vez, ya que grabar en la jungla real con un niño habría sido muy difícil y no habría quedado tan bien. Por eso, la pantalla azul y los increíbles adelantos informáticos permiten una mayor libertad creativa. Hoy en día, todo es posible en el cine, solo hay que imaginarlo, e introducir las coordenadas indicadas en el ordenador.

Así es 'El Libro de la Selva' sin los efectos digitales

'El Libro de la Selva' supone un paso más allá en cuanto a los avances tecnológicos en el cine. El proceso de creación de la película no es muy diferente al que se llevó a cabo en 'Avatar', pero la cinta de Disney emplea la misma técnica para dar un paso adelante, buscando en todo momento el fotorrealismo para dar la sensación de que todo lo que vemos ha sido grabado realmente en la jungla. A juzgar por el resultado, Favreau y su equipo lograron lo que se proponían con creces, ya que parece mentira que la película fuera rodada en interiores. Por todo esto, 'El Libro de la Selva' es una experiencia cinematográfica impresionante, un nuevo hito del cine comercial.

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