Alan Rickman no tendrá homenaje en la secuela de 'Love Actually'

Alan Rickman nació en el seno de una familia trabajadora el 21 de febrero de 1946 en pleno Londres, aunque su padre fue irlandés y su madre galesa. Perdió a su progenitor a los ocho años por culpa de un cáncer, pero él estudió durante sus primeras décadas para ganarse becas que le permitieron estudiar diseño gráfico e interpretación durante su juventud, en la cual dedicó especialmente al teatro. No comenzaría a trabajar profesionalmente en las artes dramáticas hasta 1975, momento en el que empezó a realizar sus interpretaciones en escenarios, y poco después, en la televisión. La imagen pertenece a una escena de 'Thérèse Raquin', una miniserie de tres episodios estrenada en 1980.

Puede considerarse el primero de sus grandes trabajos, allá por el 1988, cuando Bruce Willis tenía pelo y Alan Rickman lucía un pelo castaño y una barba lejana de las canas con las que pasó sus últimos años. Interpretó a Hans Gruber, antagonista de la película, es el líder de un grupo terrorista que secuestró un edificio en plena ciudad de Los Ángeles. La "guerra fría" que Rickman y Willis protagonizaron durante toda la película es una de las grandes joyas del cine de acción de las últimas décadas.

Esta miniserie/telefilm de HBO le supuso su mayor reconocimiento en cuanto a galardones a razón de su formidable trabajo interpretando a Grigori Rasputin. Estrenada en 1996, Alan Rickman fue una de las caras que más elogios se llevó por dicha obra. Este trabajo obtuvo multitud de premios, incluidos dos Globos de Oro, donde el premio a mejor actor se lo llevó a casa Alan Rickman.

Es considerado uno de los romances más populares de las últimas décadas de cine, y por supuesto, Alan Rickman formó parte del lujoso elenco de esta película. Su personaje, sin embargo, tuvo una enigmática historia que no revelaremos a quien todavía no haya visto 'Love Actually'. Una colmena de historias de amor en la que participaron multitud de nombres como Hugh Grant, Keira Knightley, Martin Freeman, Emma Thompson, Andrew Lincoln, Liam Neeson y muchos más.

Gracias al papel de Severus Snape interpretado por Alan Rickman, su popularidad fue capaz de trascender a distintas generaciones. Poco se puede decir que ya no se sepa sobre lo que unió a Alan Rickman y Severus Snape, una elección personal de J.K. Rowling cuando se comenzó a decidir los intérpretes de cada personaje. Rickman tuvo el privilegio de conocer los detalles sobre su personaje mucho antes de que la autora de la saga los plasmase en los libros, cosa que le permitió preparar mucho mejor el trabajo del profesor de pociones que siempre protegió a Harry Potter desde la sombra.

Mención aparte merece ese gran secreto que J.K. Rowling confesó a Alan Rickman. Desde la infancia, Severus Snape mantuvo una estrecha relación con Lily, una niña de padres muggles con la que también fue a Hogwarts. Sin embargo, aunque estaba enamorado, sus caminos se separarían cuando ella fuese elegida en Gryffindor y él en Slytherin; ella se enamoraría de James Potter y tendrían un hijo, Harry. A pesar de ello, en memoria del amor de su vida, decidió proteger al chico de todos los males que le acecharían. Tenía los ojos de su madre.

Alan Rickman también ha trabajado con Tim Burton en tres ocasiones, dando voz a la oruga Absolem en 'Alicia en el País de las Maravillas' y 'Alicia a través del Espejo', y sobre todo, interpretando al Juez Turpin en 'Sweeney Todd: El barbero diabólico de la calle Fleet'. En dicha obra musical, Alan Rickman recoge el papel antagonista de una película en la que es capaz de cualquier cosa por saciar sus ansias de amor. Johnny Depp, que interpreta al barbero Sweeney Todd, estará deseoso de encontrarse con él, y ambos poseen varias de las mejores escenas de este trabajo de Tim Burton. Es una obra indispensable para todo aquel que disfrute de los musicales o que admire el oscuro estilo de su carismático director.

Su carrera no dejó únicamente sus habilidades dramáticas a la vista, ya que también realizó dos trabajos como director. El primero de ellos, en 1997, fue 'El invitado de invierno', donde dirigió un reparto en el que estaban nombres como Emma Thompson o Seean Biggerstaff. Mucho después, en 2014, estrenó 'A Little Chaos', un film ambientado en la Francia de la Edad Moderna donde el propio Alan Rickman se encargó de interpretar al rey Luis XIV. En esta obra contó con un reparto en el que destacan nombres como Kate Winslet o Stanley Tucci. 'El invitado de invierno' llegó a España en 1998, pero 'A Little Chaos' no ha sido estrenada en nuestro país.

La carrera de Alan Rickman no estuvo exenta de premios y nominaciones, aunque echando un vistazo a su carrera, es evidente que su trayectoria no se ajusta a los premios que ha recibido, en especial en sus últimas décadas. Su galardón más importante fue un Globo de Oro como mejor actor por 'Rasputin', miniserie que también le otorgó como mejor actor un Premio Emmy, un Premio del Sindicato de Actores y un Premio Satélite, todo ello en 1996. En 1991 también recibió un Premio BAFTA a mejor actor de reparto por 'Robin Hood, príncipe de los ladrones', y en 1994 a mejor actor por 'Mesmer'.

'Espías desde el cielo' fue el último trabajo como actor de Alan Rickman. Dicha obra fue estrenada después de su muerte pero la película ya había terminado de rodarse. Este thriller bélico llegó a España el 13 de mayo de 2016 y fue protagonizado por Helen Mirren y Aaron Paul; Alan Rickman se encargó de interpretar al Lugarteniente Frank Benson y por dicho papel recibió buenas alabanzas a su trabajo, aunque no estuvo presente para escucharlas.

El 14 de enero de 2016 perdió la guerra contra el cáncer. A punto de cumplir 70 años, todavía le quedaba cuerda para haber seguido trabajando en muchas otras películas. Sin embargo, pese a la pérdida, el actor ha recibido incontables homenajes en honor a una carrera con trabajos muy emblemáticos. Destacan especialmente los homenajes recibidos desde el universo de 'Harry Potter', donde su personaje, Severus Snape, es uno de los personajes más queridos al encarnar una de las historias de amor más tristes y emotivas que se recuerden. Alan Rickman nunca morirá.