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CRÍTICA

'A 47 metros': El survival que el subgénero de tiburones necesitaba

Crítica de 'A 47 metros', el survival con tiburones de Johannes Roberts. En cines a partir del 21 de julio.

Por Javier Parra González 21 de Julio 2017 | 13:15

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Era 1975 cuando Steven Spielberg creó un paradigma cinematográfico con 'Tiburón', título que marcó un antes y un después en lo que a la representación del terror acuático se refiere, y al que el tiempo aún no le ha presentado ningún rival a la altura. Tras ella, llegó toda la ristra de títulos de explotación, desde los italianos de Enzo G. Castellari ('El cazador de tiburones', 'El último tiburón') a los mexicanos de René Cardona Jr. ('¡Tintorera!', 'Ciclón'), pasando por las propias secuelas del film de la Universal.

A 47 metros

Tendrían que pasar los años para que la adorada serie B y las compañías Asylum y SyFy se convirtieran en las principales abanderadas de la sharksploitation, moda que parece no haber tocado techo todavía y que en los últimos años nos ha regalado puros guilty pleasures de la talla de la saga 'Sharknado', híbridos imposibles como el 'Sharktopus' o crossovers demenciales de la talla de 'Zombie Shark', 'Avalanche Sharks', 'Jersey Shore Shark Attack', 'Shark Exorcist' o '90210 Shark Attack'. De entre toda la morralla cinematográfica que ha conseguido convertir las películas de tiburones en un subgénero vilipendiado, son pocas las producciones que han conseguido brillar con luz propia; concretamente, y desde el año 1999, solo han sido cuatro los ejemplos.

El primero es además una de las mejores monster movies de finales del siglo XX, 'Deep Blue Sea'. El segundo, que sirve además como caso ejemplar de cine low cost, es la harto imitada 'Open Water'. El tercero, el cautivador survival de Jaume Collet-Serra 'Infierno azul', en el que Blake Lively se enfrentaba a un tiburón blanco. El último, y no por ello menos importante, consigue superar en cuanto a originalidad a los tres ejemplos recién citados, y no es otro que 'A 47 metros', el film que aquí nos concierne.

A 47 metros

Dirigida por Johannes Roberts ('El otro lado de la puerta'), 'A 47 metros' tenía alma de film maldito. En 2016, cuando se conocía con el título de 'In the deep', fue visionado en algún que otro certamen de cine de terror con sede en Europa, donde no se apostó por su calidad comercial y se optó por lanzarlo directamente a vídeo en agosto de dicho año bajo la distribución de Dimension Films. Tras la adquisición de sus derechos por parte de Entertainment Studios, se paralizó la salida al mercado doméstico de la película, fue rebautizada como '47 meters down' y se estrenó, esperando poco de ella, el pasado 16 de junio es Estados Unidos, convirtiéndose en uno de los títulos con tiburones asesinos más taquilleros de la historia.

Dicho éxito puede radicar en lo novedoso que nos cuenta: dos hermanas (protagonizadas por Mandy Moore y Claire Holt) de vacaciones en México quedan atrapadas a 47 metros de profundidad dentro de una jaula cuando estaban practicando una inmersión con tiburones. La falta de oxígeno no será el principal de sus problemas.

A 47 metros

Survival de terror bajo del mar

Partiendo de la base de que Roberts nos presenta una historia que camina entre lo improbable y lo hiperbólico, y en la que desde el primer momento se nos presentan todos los clichés propios del cine de terror (reflejados en las frases "¿Qué puede pasarnos?" o "Enseguida vuelvo"), la figura del tiburón blanco como monstruo asesino se dibuja cual entidad implacable, equiparable a la del psicópata de turno que acecha a las jóvenes virginales en el bosque, convirtiendo el lecho marino en el aterrador dominio del grupo de escualos que harán la vida imposible a las dos protagonistas.

Tan enervante como mamarracha, no cabe decir que tomarse en serio las tomas de decisiones (y algunos de los diálogos de las protagonistas) puede ser deporte de riesgo, pero ¿es que acaso esto no es lo que debe pasar en cualquier título de terror con alma festiva? Porque siendo sinceros, 'A 47 metros' funciona porque juega a la perfección todas sus bazas, poniendo sus cartas sobre la mesa y siendo fiel a un espíritu que va mucho más allá de la pura sharksploitation porque sí. Tiene alma de survival de los que no dejan un segundo de respiro y se ríe de sí misma hasta en los momentos más serios. Y porque quien esto escribe no se cansará de reivindicarla como el mejor título con tiburones asesinos desde 'Tiburón', el cual contiene dos momentos por los que merece pasar a la historia del subgénero de forma gloriosa.

Nota: 7

Lo mejor: Su autoconsciencia como producto de género sin paliativos y que contiene varios momentos para el recuerdo.

Lo peor: Que en determinado momento tire por la borda según que concesiones a la galería para presentar un recurso narrativo puramente engañoso.

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