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PRECRÍTICA

'Desde París con amor', refrito eurotrash

Morel vuelve a recaer en los tópicos del cine de acción más anacrónico, en una buddy movie que, pese a todo, contiene cierto encanto trasnochado.

Por Óscar Martínez 16 de Abril 2010 | 10:11

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Tres son los elementos comunes en la todavía breve -como director, por supuesto- filmografía de Pierre Morel: en primer lugar, un hombre, Luc Besson, quien vuelve a ejercer de guionista/productor; en segundo lugar, una ciudad, París, marco que se repite en sus dos anteriores filmes, 'Distrito 13' y 'Venganza', Y, por último, acción, mucha acción.

'Desde París con amor', refrito eurotrash

Todo hay que decirlo, cuando un director repite tantos elementos con tanta asiduidad, puede o bien considerarse un sello personal, o bien, como es el caso que nos ocupa, revelar las propias limitaciones del cineasta. Así como 'Venganza' nos mostraba la versión bronsoniana de Liam Neeson, 'Desde París con amor' resulta ser una buddy movie en clave de hipérbole en la que los sinsentidos, los excesos, los diálogos de macarra y una abundante caspa eurotrash campan a sus anchas con un trasnochado John Travolta a la cabeza, el cual se erige como único elemento rescatable del film.

'Desde París con amor', refrito eurotrash

Desgraciadamente, y a pesar de la total validez de dicha propuesta como divertimento puro y duro, cabe decir que el nuevo trabajo de Pierre Morel no consigue entretener -al menos, no en demasía- a un espectador al que le suenan en exceso tanto los personajes, como los diálogos, como los giros argumentales, como las secuencias de acción. Por ello, 'Desde París con amor' pasa ante nuestras retinas con cierto aire de déjà vu, de carretera demasiado transitada, o lo que es lo mismo, de refrito, si bien el film resulta ser totalmente válido para pasar el rato, si es que el espectador acepta entrar en el juego que nos propone su director.