El gran grueso de la serie 'The Walking Dead' ocurre en EEUU, donde la hecatombe zombi se adueña del mundo entero, excepto una isla del océano atlántico. Reino Unido había funcionado como una especie de mito de seguridad, cuya condición insular y control representaba un símbolo de esperanza, algo que ha llegado a su fin en 'The Walking Dead: Daryl Dixon', la secuela de la famosa serie de AMC.
Con el estreno de la tercera temporada, con el primer capítulo titulado 'Costa da Morte', se revela la caída definitiva del Reino Unido, que hasta entonces era considerado el país más seguro dentro del universo de la franquicia. Durante la temporada anterior, Daryl (Norman Reedus) y Carol (Melissa McBride) habían escuchado que la isla había resistido mejor el brote que otros lugares, lo que los motivó a dirigirse allí con la esperanza de encontrar un refugio estable.
Sin embargo, en el universo de 'The Walking Dead' nadie está a salvo del virus con un panorama desolador: no solo casi no quedan humanos, sino que tampoco hay comunidades organizadas ni estructuras de defensa, solo hordas de caminantes dispersos. La primera impresión de calma se rompe cuando conocen a Julian (Stephen Merchant), un hombre que se presenta como "el último inglés en Inglaterra".

Él relata que, aunque en un inicio el Reino Unido logró contener la propagación del virus gracias a medidas estrictas -toques de queda, controles militares y el cierre de rutas hacia Europa-, el aislamiento acabó por condenarlos: la culpa, como todo buen relato apocalíptico, no es de los muertos, sino de los vivos.
Los supervivientes comenzaron a enfrentarse entre sí, dividiéndose en facciones y tribus que terminaron por destruir cualquier posibilidad de organización social. Con las salidas selladas, la población quedó atrapada en un círculo de violencia y desesperación, lo que precipitó la extinción casi total. Con la muerte de Julian en la costa española al final del episodio, la serie deja en duda si todavía existe algún británico con vida, reforzando la idea de que ninguna nación es inmune al derrumbe.

El panorama inverso de '28 años después'
Mientras que 'The Walking Dead' añade una dimensión mundial al virus, haciendo que ningún lugar se libre de la pandemia zombie y estableciendo un relato sobre la maldad humana, '28 años después' hace lo propio con la contención del virus en Reino Unido, un gesto inverso a la serie.
Este gesto se puede leer, y más hoy en día, como con paralelismo con el abandono occidental a Palestina a su suerte, dejando a su suerte a las personas que viven una situación de violencia extrema pese a tener en su mano la posibilidad de tomar cartas en el asunto y salvar vidas, un panorama desolador.