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EMPIEZA LA DANZA

'La casa del dragón': Los momentos más fuertes del final de la primera temporada, explicados

Finaliza la primera temporada de 'La Casa del Dragón' con grandes y duros momentos que han desatado el conflicto más esperado e inevitable: ¡que comience la Danza de los Dragones!

Por Jenifer Martín Amador 24 de Octubre 2022 | 15:10

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'La casa del dragón': Los momentos más fuertes del final de la primera temporada, explicados

¡Cuidado SPOILERS!

* Hablamos de varios hechos relevantes del 1x10 de 'La Casa del Dragón'. Si no has visto el capítulo, ¡no sigas leyendo!

El último episodio de 'La Casa del Dragón' ha llegado de manera oficial a HBO Max y, como no podía ser de otra forma en el universo de George R.R. Martin, nos ha traído una dolorosa muerte que da lugar al inicio de un conflicto que ya es inevitable, y que se desarrollará por las siguientes tres temporadas.

Rhaenyra en el último episodio

El décimo, y último, capítulo de 'La Casa del Dragón' nos muestra el punto de vista del bando de los negros, al contrario que el anterior, en el que vimos las acciones vividas por los verdes en Desembarco del Rey. Todo comienza con la llegada de Rhaenys (Eve Best) a Rocadragón, quien trae una importante y devastadora noticia para Rhaenyra (Emma D'Arcy) y Daemon (Matt Smith): la muerte de Viserys (Paddy Considine) y la toma del Trono de Hierro por parte de los Hightower, quienes han coronado a Aegon (Tom Glynn-Carney) como Rey de Poniente. La princesa, y legítima heredera, sufre un aborto debido al disgusto, en una desgarradora escena donde ella sola da luz a un bebé sin vida, totalmente rota por la situación que está viviendo. En una entrevista con Deadline, Ryan Condal, el creador y showrunner de la serie, aseguró que hay muchas similitudes en esta temporada, y comparó este aborto con el que vimos en el primer capítulo con la esposa de Viserys: "Un aspecto fue vincular el horrible nacimiento que sale terriblemente mal en el piloto, con otro nacimiento horrible que sale mal en el final. Son madre e hija. Es la hija de la mujer que murió en el piloto y que ahora tiene este parto tan difícil".

Rhaenyra pierde a su bebé pero, al contrario que su madre, no pierde la vida. La princesa sabe que ya no hay marcha atrás y que debe cumplir con el deber que le otorgó su padre: unir al reino y defenderlo de la profecía que asegura que un mal superior, la gran amenaza blanca, se cierne sobre Poniente. Rhaenyra es coronada como la legítima Reina en Rocadragón y comienza a planear la recuperación del Trono de Hierro. Una de sus primeras decisiones es enviar a su hijo menor, Lucerys (Elliot Grihault), a Bastión de Tormentas, donde deberá hablar con los Baratheon para buscar su apoyo. Sin embargo, Aemond (Ewan Mitchell) ha llegado antes que él, y aquí es donde comenzará la Danza de los Dragones. Vemos en pantalla la primera batalla entre dragones, Aemond persigue a Lucerys, ambos montados en sus bestias de fuego, aunque hay que tener en cuenta que la del príncipe Targaryen es muchísimo mayor que la del menor de los Velaryon, lo que jugará en contra de Arrax, este pequeño dragón de Lucerys.

En principio, parece que Aemond solo quería amedrentar a Lucerys, pero la situación se descontrola cuando ambos dragones se toman la lucha por su cuenta y el gran Vhagar ataca a Arrax, partiéndolo por la mitad y dando muerte también a su jinete. Como bien explicó recientemente Condal, debemos asumir que los dragones tienen mente propia, y ya nos lo advirtió Daenerys (Emilia Clarke) en 'Juego de Tronos', cuando nos dijo que estos no son esclavos. "Cuando un animal salvaje se ve amenazado, a veces responde. Si vuelves al piloto, Viserys nos advierte de que la idea de que controlamos a los dragones es una ilusión. Se lo dice a Rhaenyra. Dice que son un poder con el que nunca deberíamos haber jugado". Y, efectivamente, los dragones toman sus propias decisiones en este capítulo, provocando la muerte que terminará por desencadenar el conflicto civil que ya parecía inevitable.

Un punto de no retorno

El final del capítulo nos muestra a Daemon acercándose a Rhaenyra para comunicarle la muerte de su hijo Lucerys, provocando la reacción de la reina negra, que cierra la temporada con una mirada a cámara y "la guerra reflejada en sus ojos", como especificaba el guión escrito por Condal. El creador aseguró en una entrevista con Entertaiment Weekly que la muerte del hijo de Rhaenyra es "otro punto importante de no retorno". Esta pérdida provocará que la legítima heredera desate el conflicto que se aproximaba desde hace varios episodios, dando lugar al comienzo de la Danza de los Dragones.

"Ese siempre fue el plan para terminar la temporada porque, después del debate interno por el que pasa Rhaenyra a lo largo del episodio, todo cambia en el momento en que se entera de la traición en Bastión de Tormentas y la muerte de su hijo", aseguraba Condal. Este final de temporada nos muestra que ya no hay marcha atrás y que la guerra empezará pronto, dando lugar al enfurecimiento de Rhaenyra, quien defenderá sus intereses a partir de ahora, con fuego y sangre, al más puro estilo Targaryen. "Esta serie está poblada de personajes humanos profundamente complejos que son capaces de realizar buenas y malas acciones, errores, y momentos de heroísmo y monstruosidad. Harán cosas que frustrarán a la audiencia, pero son personas y personajes reales, no son arquetipos", explicaba Ryan Condal. Habrá que esperar pues a la segunda temporada y a ver cómo se desata y avanza el conflicto que todos esperamos, y que ya nos ha sido adelantado en el último capítulo: la temida y esperada Danza de Dragones.