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CRÍTICA

'Abrázame fuerte': Fragmentos de una sentida despedida

Crítica de 'Abrázame fuerte', dirigida y escrita por Mathieu Amalric. Protagonizada por Vicky Krieps y Arieh Worthalter. Basada en la obra 'Je reviens de loin' de Claudine Galéa. Nominada a dos Premios César.

Miguel Ángel Pizarro
Por Miguel Ángel Pizarro Más 25 de Noviembre 2022 | 13:25
Colaborador de eCartelera. Apasionado del cine y la cultura en general. Cine europeo y de animación, mi especialidad.

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'Abrázame fuerte': Fragmentos de una sentida despedida

En sus últimos largometrajes como cineasta, el actor francés Mathieu Amalric ha observado de una manera completamente diferente a sus personajes femeninos. Después de realizar un vanguardista biopic (que no lo era a la vez) de la célebre Barbara, ahora el intérprete adapta la obra 'Je reviens de loin' de Claudine Galéa, con la cinta 'Abrázame fuerte', nominada a dos Premios César en la pasada 47ª edición de los galardones de la Academia Francesa.

Abrázame fuerte

Amalric juega constantemente con el público, con un relato fragmentado que combina escenas que pertenecen a una narrativa concreta de la cinta y otras que juegan a ser ensoñaciones, convirtiendo a su protagonista en una narradora poco fiable y provocando que el film muestre las costuras de ese gran trampantojo que es el séptimo arte. ¿Qué es realidad y qué no lo es cuando se habla de ficción? Bajo ese interrogante, el largometraje se mueve, contando, aparentemente, la huida de una mujer que parece estar cansada de su vida conyugal y familiar y deja a su marido para que se haga cargo a solas de los dos hijos de la pareja.

Pero Amalric, quien también firma el guion de esta adaptación cinematográfica, va dejando ciertos detalles que ponen en alerta público, manteniéndolo en constante desconcierto. Decisión arriesgada que, por otro lado, permite ver con cierta distancia las diferencias en una pareja y cómo las acciones cotidianas deben cuidarse para lograr el bienestar conyugal. Esos momentos, Amalric los llena de situaciones cotidianas que combina con momentos dramáticos que, aparentemente, narran la ruptura sentimental de la protagonista.

Abrázame fuerte

Es a mitad de historia cuando Amalric comienza a mostrar sus verdaderas cartas, convirtiendo la primera parte en un incierto juego del gato y el ratón con el público, que no tendrá claro si lo que ve es real o ficticio. Lejos de ser algo negativo, el cineasta sabe enderezar el relato con la revelación de la auténtica naturaleza de lo que narra, consiguiendo que se entienda que lo que se está contando son los fragmentos del duelo de una mujer. Es ahí, donde el realizador muestra su habilidad para narrar el dolor y la desesperación de una protagonista que conquista gracias al talento de Vicky Krieps.

Formidable Vicky Krieps

La luxemburguesa ya aspira a ser una de las grandes estrellas europeas, gracias, en parte, a su habilidad políglota que le ha hecho estar en producciones rodadas en inglés, francés y alemán. Es más, en 'Abrázame fuerte' se le puede ver combinar las lenguas de Molière y Goethe de manera natural y espontánea. El duelo personal que vive su personaje desconcierta primero, pero crea una enorme sensación de empatía después. Aquí se ve la mano de Amalric para crear una historia en la que nada es lo que parece. Por otro lado, se agradece que el cineasta no haya optado por recursos propios del cine de terror (a pesar que la premisa se prestaba a ello), apostando por el drama, de forma que así se comprende mejor la actitud de su protagonista.

Abrázame fuerte

Krieps no está sola, cuenta con un maravilloso Arieh Worthalter. El actor belga transmite mucha humanidad en el papel de marido abandonado y padre que debe hacerse cargo a solas de sus hijos. La obra de Galéa ya invertía estos roles y Amalric sabe trasladarlos a la pantalla. Supuestamente, es ella la que abandona la morada familiar, un cambio de perspectiva que permite ver al protagonista masculina de manera mucho más humana.

'Abrázame fuerte' es un ejercicio inmersivo sobre el dolor y la superación personal, con una protagonista espléndida, que transmite esa sensación ambivalente entre el desamparo, la desolación y el afán de superar el duelo. Título descriptivo sobre la ausencia de ese calor que da una caricia. Amalric firma su largometraje más humano, con una actriz principal excepcional, que cautiva y que ofrece una descripción delicada sobre cómo la mente se fragmenta para digerir el dolor. Un formidable ejercicio cinematográfico.

Nota: 8

Lo mejor: La entregada interpretación de Vicky Krieps y la química que tiene con Arieh Worthalter.

Lo peor: Su inicio es muy desconcertante y puede llegar a sacar de la historia en ciertos momentos.

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