'Black Phone' fue una de las grandes sorpresas del terror del 2021. Scott Derrickson, director de 'El exorcismo de Emily Rose', 'Doctor Strange (Doctor Extraño)' y 'Sinister', presentaba en sociedad a un nuevo asesino en serie de máscara siniestra que no tardaría en captar (ejem) la atención de los aficionados al género. Con 161 millones de dólares recaudados en la taquilla mundial, Blumhouse y Universal encontraban el filón de una nueva saga, cuyo segundo capítulo, 'Black Phone 2', llega a los cines cuatro años después.
Tras implantar uno de los modelos de negocio más rentables y exitosos de Hollywood, la productora de Jason Blum lleva una temporada de capa caída, encadenando varias decepciones de crítica y taquilla. Con 'Black Phone 2', el estudio recupera el impulso en las salas, estrenándose en España una semana después de su triunfal lanzamiento en Estados Unidos, donde ha superado la recaudación inicial de la primera entrega. Blumhouse necesitaba una alegría, y es una buena señal que se la haya dado una secuela notable de una de sus apuestas más estimulantes de los últimos años.
Sin llegar a ser tan perturbadora como 'Sinister', 'Black Phone' se apoyaba en una escalofriante premisa en torno a un secuestrador pederasta y asesino de niños y el cautiverio de una de sus víctimas, Finn, un muchacho de 13 años que logra escapar de sus garras gracias a la ayuda de su hermana, Gwen. La película no tardó en despertar comparaciones con 'Pesadilla en Elm Street' por el perfil de El Captor (The Grabber en inglés) y el uso de los sueños para desarrollar la amenaza del asesino y su conexión con los niños protagonistas. Y en esta segunda entrega, esa clara inspiración se vuelve aún más evidente, ya que nos sumerge por completo en el mundo onírico, abrazando la fantasía mucho más abiertamente.
'Black Phone 2' se ambienta unos años después de la primera entrega, a comienzos de la década de los 80. Finn (Mason Thames), que ahora tiene 17, es un adolescente huraño y atormentado que sigue luchando con el trauma que le provocó ser una de las víctimas de El Captor (fumando porros y metiéndose en peleas), y la indeseada fama que le ha granjeado ser quien lo mató. Mientras, su hermana Gwen (Madeleine McGraw), de 15 años, empieza a recibir llamadas de un teléfono negro en sueños, acompañadas de extrañas visiones del pasado que los llevan hasta el campamento de invierno de Alpine Lake, donde indagarán en el origen de El Captor y el inesperado vínculo de este con su historia familiar.
Pesadilla en Alpine Lake
Como decíamos, la inspiración en 'Pesadilla en Elm Street' ya era muy patente en la primera entrega, basada en el relato corto de Joe Hill (popular autor de fantasía y terror e hijo de Stephen King), pero en 'Black Phone 2', hay mucho menos disimulo a la hora de dejar ver que la saga de Freddy Krueger es uno de los pilares sobre los que se fundamenta este universo, aunque Derrickson acabe llevándolo por su propio camino para construir algo distintivo entre el cine comercial de terror.
En esta película se puede sentir también el espíritu de Jason Vorhees, el asesino de la máscara de hockey que con 'Viernes 13' inauguró la moda de las películas de terror en campamentos juveniles e impulsó el slasher en los 80. En 'Black Phone 2', la acción se traslada del entorno suburbano (tan 'Halloween') de la primera a un campamento junto a un lago. El Crystal Lake de 'Viernes 13' da paso al Alpine Lake de 'Black Phone 2', donde el calor de las noches de verano se sustituye por un entorno nevado de amenazante aislamiento gélido.
Es muy fácil establecer paralelismos con los referentes que Derrickson, vía Hill, maneja para dar forma a la mitología de la saga y su asesino. Si Jason Vorhees llevaba máscara de hockey, El Captor va más allá de lo estético y practica realmente el patinaje, lo cual lo hace mucho más letal sobre el hielo. Además, el villano de Ethan Hawke vuelve convertido en un monstruo inmortal, como ocurría con Vorhees o Michael Myers en todas sus secuelas, tras encontrar la muerte de mil y una maneras.
En lugar de inventar un deus ex machina que explique que ha sobrevivido milagrosamente, Derrickson lo convierte directamente en un hombre del saco fantasmal que opera desde el plano de los sueños. Y ahí es donde está uno de los mayores aciertos de 'Black Phone 2', aunque resulte demasiado familiar. A la hora de plasmar las escenas oníricas (mediante el estilo de las cintas de vídeo y el found footage), cómo lo que ocurre en ellas afecta físicamente en el plano real de los despiertos y las transiciones entre un mundo y el otro, Derrickson encuentra un formato muy rico en posibilidades que esta vez sabe aprovechar mucho mejor, un interesante juego de texturas visuales que le da a su saga un toque diferenciador ante sus predecesoras.
Por su parte, Madeleine McGraw sigue la estela de Heather Langenkamp continuando su papel como la Nancy Thompson de esta saga y ganando aún más peso en una secuela que, además, la convierte un poco en Eleven de 'Stranger Things', especialmente durante el clímax. Aunque claro, 'Black Phone 2' es mucho más oscura y brutal que la serie de Netflix, con momentos de violencia verdaderamente impactantes por su crudeza y naturaleza explícita en torno a la muerte de los niños.
Una continuación justificada
En general, todo es más grande en esta segunda parte: set pieces de terror con más acción sobrenatural, más violencia, más fantasía, más terror, más gore, más imágenes macabras, más sangre, un villano más poderoso... Lo que viene siendo una secuela de manual. Pero lo bueno es que Derrickson evita caer en las garras de la repetición con una continuación orgánica que utiliza adecuadamente para llenar los huecos de una primera película que quizá no ahondó todo lo que podía en algunos aspectos.
Pese a su interesante planteamiento, 'Black Phone' se quedaba quizá en la superficie del funcionamiento del teléfono y los sueños, dejando con ganas de más en ese sentido. 'Black Phone 2', por tanto, no se siente como una secuela forzada por el éxito de la anterior, sino que era la propia historia la que pedía continuar para explorar más a fondo la figura de El Captor y, sobre todo, las posibilidades de las pesadillas como herramienta narrativa y expansiva.
Así, la segunda parte se dedica a seguir añadiendo piezas para ampliar el lore de la saga, dejando con sensación de que esta secuela cubre un espacio que quedaba por llenar. Eso sí, a cambio sacrifica parte de lo que hacía especial a la primera película. Y es que en su recta, 'Black Phone 2' tiende a sobreexplicar y deja la ambigüedad de lado para concretar a la hora de formular sus normas y atar sus cabos, haciendo que todo el asunto pierda parte de su magia.
Lo bueno es que, a pesar de volcarse tanto en construir la mitología de El Captor y el universo onírico en el que existe, su propio Upside Down, Derrickson no se olvida de lo más importante de la película: los personajes. Aquí, Mason Thames y Madeleine McGraw vuelven a brillar, especialmente la segunda, que se alza como heroína del terror y scream queen con todas las de la ley, bordando su interpretación dramática. Y Hawke, por supuesto, que sigue imponente y terrorífico en su versión más grotesca y aberrante del personaje, tan alejado de lo que estamos acostumbrados a ver en su filmografía.
A pesar de un comienzo disperso al que parece que le cuesta arrancar y divaga un poco, 'Black Phone 2' está llena de momentos muy gozosos para el fan del terror, especialmente a partir de la llegada al campamento, que es cuando la película empieza de verdad. Imágenes pesadillescas, tensión interdimensional y apariciones espectrales se dan cabida en un cuento de fantasmas sobre el trauma y la reparación, que culmina en un clímax de acción y un emotivo desenlace con el que Derrickson cierra todo con un lazo.
De hecho, la secuela resulta tan final que cabe preguntarse cómo continuarán la propiedad, porque con su éxito, sería muy raro que no hubiera más. Claro que, si Freddy Krueger, Jason Vorhees o Michael Myers volvieron una y otra vez, no hay razón para creer que El Captor no vaya a seguir los pasos de sus ilustres compañeros, a los que tanto debe.
- Año: 2025
- 114 min. EE.UU. Terror
- Reparto: Madeleine McGraw Mason Thames Ethan Hawke Arianna Rivas Jeremy Davies