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CRÍTICA

'Colette': El nacimiento de una artista

La película lleva a la gran pantalla los comienzos en París de una de las artistas más controvertidas de la primera mitad del siglo XX: Sidonie-Gabrielle Colette.

Por Ana Bravo Díaz 16 de Noviembre 2018 | 10:55

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Llega a nuestros cines 'Colette', la película que lleva a la gran pantalla los comienzos en París de una de las artistas más controvertidas de la primera mitad del siglo XX: Sidonie-Gabrielle Colette. Una de las escritoras francesas más afamadas de su época, que no se limitó sólo a la escritura de artículos en periódicos o novelas, sino que también escribió guiones para cine y teatro y fue artista de cabaret.

Colette

Keira Knightley se pone en la piel de una jovencísima Colette y su historia de amor con su primer marido, "Willy" (Dominic West), una relación llena de altibajos donde la protagonista decidiría no ceder como la esposa sumisa. Durante todo ese proceso se convertiría en escritora fantasma de su marido, con quien alcanzó el éxito gracias a las novelas de 'Claudine', donde adaptó parte de sus memorias.

Knightley, especializada en biopics de época, lleva el peso de la cinta con soltura. Aunque en algunas obras de su filmografía eres consciente de estar viendo a la actriz, en esta película su interpretación es estable durante toda la historia (contando con la notable evolución del personaje durante los años que va viviendo), aportando la personalidad, decisión y fragilidad necesarias. También ayuda el guion del ya fallecido Richard Glatzer (en el cual participaron también Wash Westmoreland - director de la cinta - y Rebecca Lenkiewicz - guionista de las películas 'Ida' y 'Disobedience'), lleno de detalles a la hora de hablar de los gestos cotidianos de los personajes y su mundo interior/exterior. Un guion que se limita a los primeros años de esta extensa artista tan polivalente, marcada en el film por su amor por la naturaleza (metáfora para su personalidad terrenal, frente a la de su volátil marido), su talento, su curiosidad y su alejamiento de convenciones y mascaradas.

Colette

Dominic West por su parte resulta hipnótico en su papel del vividor marido de Colette: Henry Gauthier-Villars, alias "Willy". Un carismático hombre de negocios sin talento pero con ojo para tener escritores fantasma de todo tipo que le hicieran el trabajo (crítica teatral, artículos, novelas...); un simpático tirano que encerraba a su mujer para que escribiera y que la engañaba en cuanto podía. El personaje que West hace suyo es como un niño grande y autoindulgente movido por la gula, por el que no puedes evitar sentir lástima. Un personaje tridimensional y lleno de matices que aún siendo en parte el malo de la película, genera un cariño venenoso del cual, tal como la protagonista, hay que liberarse.

Dupla creativa

Dirige Wash Westmoreland, uno de los directores de la premiada 'Siempre Alice' (Richard Glatzer, su fallecido marido y codirector de esa cinta, fue quien tuvo la idea original para Colette, llegando a participar en el guion pero desgraciadamente no en la dirección del film). El dúo Westmoreland-Glatzer, que realizó durante mucho tiempo documentales y vídeos bastante personales, ya se había lanzado a la dirección de biopics con 'La última aventura de Robin Hood' y su película 'Quinceañera' (basada en cierta parte en una experiencia propia y cercana).

colette

'Colette' se centra sobre todo en la primera etapa de la artista como escritora hasta que decidió dar el paso de desvincularse de ciertas normas sociales para así poder vivir su vida y sus propias ambiciones. Con un guion detallista que va de salto en salto durante aquellos años en los que Colette pasó de niña a mujer, la película está muy bien ambientada e integra las modas y el estilo de la época, dejando claro qué significaba que una mujer decidiera ir en pantalones.

En definitiva, 'Colette' es un biopic clásico que, sin arriesgar en demasía, reclama parte de la historia de una artista que tuvo la oportunidad de vivir bajo sus términos y de llevar la vida que quiso, no sin trabajar duro. A través de ella se nos habla de ser nosotros frente a lo artificial, de liberarnos de la corriente y de saber que hay mujeres sobre las que mirarnos más allá de protitipos y patrones manidos.

Nota: 7

Lo mejor: Los detalles de guion que humanizan la película y que invita a liberarse.

Lo peor: Que se centre sólo en el principio de su larga carrera enfocándose tanto en su vida amorosa.

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