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CRÍTICA

'Crímenes del futuro': Devoradores de plástico

Crítica de 'Crímenes del futuro', dirigida y escrita por David Cronenberg. Protagonizada por Viggo Mortensen, Léa Seydoux, Kristen Stewart y Scott Speedman. Selección Oficial de Cannes 2022.

Miguel Ángel Pizarro
Por Miguel Ángel Pizarro Más 23 de Septiembre 2022 | 08:15
Colaborador de eCartelera. Apasionado del cine y la cultura en general. Cine europeo y de animación, mi especialidad.

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'Crímenes del futuro': Devoradores de plástico

Galardonado con el Premio Donostia este año, el canadiense David Cronenberg llevaba tiempo ausente, pues han pasado ya ocho años desde que estrenó 'Maps to the Stars', con la que Julianne Moore obtuvo la Palma de Plata a la mejor actriz en el Festival de Cannes. En esta larga espera, el cineasta ha optado por tomar prestado el título de uno de sus primeros largometrajes, 'Crímenes del futuro', pero para narrar un relato completamente nuevo. Una visceral parábola futurista de ciencia ficción con la que el cineasta regresa en forma.

Crímenes del futuro

'Crímenes del futuro' toca tomarla como una perversa fábula en la que el realizador hace un feroz retrato de los peligros del cambio climático y cómo la crisis medioambiental provoca una serie de respuestas de dudosa moral científica. Ese es el trasfondo de un largometraje que, realmente, opta por plantear estos problemas, sin realmente querer realizar un ejercicio de divulgación, sino que son utilizados como mera herramienta para una historia tenebrosa, que logra erizar el vello gracias a una serie de impactantes escenas que recuerdan que quien dirige este film es el autor de títulos como 'Crash' o 'La mosca'. De hecho, se trata de su propuesta visual más atrevida en varios años.

Aunque se haya vendido como el retorno al terror de Cronenberg, este género no aparece realmente, siendo más bien un thriller con cierto espíritu steampunk, con momentos que parecen inspirarse en la 'Ghost in the Shell' de Mamoru Oshii, de la cual es deudora buena parte de la ciencia ficción occidental de finales de los 90 e inicios de los 2000. Sin embargo, retomando lo comentado en el anterior párrafo, son sus explícitas secuencias lo que provoca una hipnótica sensación de repugnancia, de esa que muestra algo desagradable que se incita a mirar entre aversión y placer.

Crímenes del futuro

Estética steampunk e hipnóticas secuencias grotecas

Ahí se ve la mano de Cronenberg y es lo que ensalza al filme, puesto que su relato de ciencia ficción no difiere mucho del que han planteado títulos tan distintos como las icónicas 'Gattaca' o 'Minority Report' a otros más de autor como 'Langosta' o 'Ex Machina'. Es más, su historia resulta mucho menos compleja y toca menos palos éticos de los que debería haber tocado, a pesar de contar con una trama en la que la Humanidad puede verse abocada a tener que comer plástico, material que ha terminado siendo un arma de doble filo para la sociedad mundial, dado su mal uso. Eso, por supuesto, no quita que se esté ante uno de los mejores trabajos del cineasta desde 'Un método peligroso'.

Crímenes del futuro

Y eso lo consigue gracias también a su reparto espléndido. Viggo Mortensen destaca como el artista que ha llevado a lo sublime las operaciones y modificaciones del cuerpo, convirtiendo en arte aquellos tumores y nuevos órganos que irrumpen en su cuerpo. Su perfomance la completa Léa Seydoux, quien muestra su vena impertérrita como la fiel compañera del artista. Ambos, además, plantean esa cuestión de los límites del arte, en una línea más refinada aunque similar a la de Ruben Östlund con sus últimos trabajos. Mención también para Kristen Stewart, quien pronuncia la frase más emblemática del filme -"la cirugía es el nuevo sexo"- y que vuelve a sorprender con un personaje que juega a dos bandas, mostrando cómo la intérprete se mueve como pez en el agua con papeles extremos.

'Crímenes del futuro' funciona como parábola futurista con cierto toque steampunk, gracias a su reparto y a una serie de secuencias hechas para revolver estómagos. Tras las irregulares 'Maps to the Stars' y 'Cosmópolis', Cronenberg reformula la vena controvertida de 'Crash' en una propuesta contemporánea que consigue convertirse en un fascinante trabajo que es capaz de horrorizar y fascinar al mismo tiempo, algo que solo grandes como Cronenberg son capaces de conseguir.

Nota: 7

Lo mejor: Lo grotesco de sus escenas viscerales.

Lo peor: Realmente, su mensaje medioambiental es muy simple.