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CRÍTICA

'Historias de miedo para contar en la oscuridad': Terror descafeinado

Crítica de 'Historias de miedo para contar en la oscuridad', lo nuevo de André Øvredal producido por Guillermo del Toro. En cines a partir del 9 de agosto.

Por Javier Parra González 9 de Agosto 2019 | 10:05

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El relato de terror, y la forma en la que durante siglos se ha ido modulando a través de la tradición oral y los cuentos, es lo que ha servido para que varias generaciones de jóvenes que sentían fascinación por el género pudiesen crearse un imaginario propio, que a su vez serviría como base en cuanto a sus primeras iconografías relacionadas con el terror. Del mismo modo en el que las historias de 'Pesadillas' de R.L. Stine educaron en la literatura de horror a preadolescentes de aquí y del otro lado del charco entre los noventa y los primeros dos mil, antes había sido Alvin Schwartz y sus 'Scary Stories to Tell in the Dark' quien se había coronado como el rey del terror para niños.

Scary stories

Publicados entre 1981 y 1991, los tres volúmenes que acabaron recopilando ese conjunto de historias acabaron convertidos en una especie de fenómenos de culto que viviría un pequeño revival con motivo de la recuperación de esa nostalgia que llevamos cosechando desde hace ya unos años. Pero si hubo algo por lo que el trabajo de Schwartz trascendió, eso fue las macabras ilustraciones que acompañaron a sus retorcidos y terroríficos cuentos para niños, creadas por Stephen Gammell.

Y dado su amor incondicional al terror y al fantástico, nadie mejor que Guillermo del Toro para encargarse de sacar adelante una adaptación de aquella serie de historias, presentándose como el productor de 'Historias de miedo para contar en la oscuridad' y el alma principal de la película, la cual viene firmada por André Øvredal como director. El noruego, responsable de 'Trollhunter' (uno de los found footage más originales que nos dio dicho formato) y 'La autopsia de Jane Doe' (una de las sorpresas del género de 2016), firma así su segunda incursión en el mercado anglosajón, alejándose del terror sobrio de su anterior propuesta y abrazando por completo los recursos que Del Toro viene explotando desde hace años.

Scary stories

Terror para niños

Pese a que estemos hablando de un actual maestro del fantástico, el mexicano es consciente de que su sello ha pasado de ser algo de corte minoritario a algo puramente mainstream, y es en esa concepción del género a lo que se aferran estas 'Historias de miedo para contar en la oscuridad', las cuales no dejan de ser fieles al trabajo literario en el que se basan y acaban siendo fidedignas a la esencia para las que Schwartz las creó: ser aterradoras para los más pequeños de la casa.

Y ahí es donde radica el principal problema que muchos le podrán achacar a la producción, cuyos primeros vistazos y promociones auguraban un carrusel de terror en el que los monstruos de Gammell cobrarían vida (que lo hacen), pero que acabará siendo en la resolución de sus set pieces algo mucho más light e inofensivo de lo que podíamos esperar. Porque da igual que el guion, cuya historia desarrolló el propio Del Toro junto a Marcus Dunstan y Patrick Melton (autores de la saga 'The Collection', 'Saw VI' y 'Saw 3D'), se vista con cierta crítica socio-política (el racismo y la campaña de Vietnam no hablan de otra cosa que no sea la inseguridad en la América de hoy en día) que la puede hacer pasar por un producto más trascendente del que es.

Scary stories

Como si se tratase de una versión menos dulcificada de lo que pudimos ver en pantalla con 'Pesadillas', y sin llegar a alcanzar las cotas de terror a base de jumpscare con las que Andy Muschietti conquistó al público con la primera parte de 'It (Eso)', la antología literaria se nos presenta cual arma de un espíritu vengativo que seguirá todos los clichés del horror sobrenatural: la invocación mediante la lectura en una casa encantada durante la noche de Halloween, la materialización del mal a través de una galería de monstruos (que consiguen espeluznar gracias a la caracterización y puesta en escena) y la consiguiente investigación que llevará a la resolución del misterio paranormal.

Todo ello, y pese a lo gráfica que pueda resultar para los espectadores menos aventajados en el género, bajo un prisma preadolescente que nos recuerda en cada momento que no hemos venido a ser aterrorizados sin concesiones, pues tal y como ya venía siéndolo en su origen, los potenciales destinatarios de este título de género descafeinado son aquellos que se están empezando a abrir camino en las maravillosas sendas del terror. Y quien esto escribe solo puede pensar que, de haber visto 'Historias de miedo para contar en la oscuridad' siendo un crío, seguramente esta le hubiese provocado las pesadillas que esperaba encontrarse en el film de Øvredal siendo ya adulto.

Nota: 6

Lo mejor: Los monstruos y sus respectivas presentaciones consiguen la fuerza suficiente como para acabar siendo recordados durante años.

Lo peor: Que lo grotesco de las caracterizaciones acabe diluido cuando las secuencias de terror no acaben estallando de la forma que parecen avecinar.