Los niños protagonistas en películas de terror llevan siendo una constante en el género desde hace décadas. Ya sean las víctimas, como en 'Hereditary', 'Poltergeist' o 'It', o los propios causantes del caos y el horror, como 'Déjame entrar', 'El exorcista' o la propia 'La huérfana'. Esta última, todo un referente reciente dentro de este subgénero que podríamos denominar l'enfant terrible versión terrorífica, llegó a los cines de todo el mundo en 2009. Más de una década después, nos presentan su secuela: 'La huérfana: Primer asesinato'. El equipo con el que ha contado esta continuación es completamente diferente al que se encontró detrás de la película original, lo que parece toda una declaración de intenciones en cuanto a lo que distanciarse se refiere.
Al frente de 'La huérfana' estaba Jaume Collet-Serra, que por aquella época ya empezaba a asentarse en la industria estadounidense como luego demostraron 'Infierno azul' o 'Jungle Cruise' (el director catalán volverá a dirigir a Dwayne Johnson en 'Black Adam'). Para la secuela ha sido William Brent Bell, que ya cuenta con experiencia en el género tras 'Devil Inside' y 'The Boy', quien se ha encargado de la dirección. En lo que se refiere al reparto, si bien la primera entrega contaba con Vera Farmiga como una de las caras conocidas del terror (como luego constataría la saga de 'Expediente Warren'), en esta precuela el reparto principal está conformado por Julia Stiles, Rossif Sutherland, Mathew Finlan y, por supuesto, Isabelle Fuhrman de nuevo como Esther.
Adentrándose en los orígenes
Por cómo acabó la película de Collet-Serra, estaba claro que, de haber una continuación, tenía que ser en forma de precuela y no de secuela. 'La huérfana: Primer asesinato', como su nombre indica, se retrotrae a la raíz de Esther, centrándose en la primera familia en la que termina cayendo y, por consecuencia, en su primer acto delictivo que implica un derramamiento de sangre. Sin embargo, y aunque la película triunfa en su objetivo de encuadrar psicológicamente al personaje de Esther, cae en ciertos tópicos y clichés del género que no le permiten erigirse como una propuesta realmente sugerente.
La cinta cuenta con multitud de referencias a la película original que hará las delicias de los fans pero que, transcurrido la mitad del metraje, solo demuestra que más allá de eso tiene poco que ofrecer. Los paralelismos construidos entre ambos filmes permiten un diálogo entre las dos películas, donde 'La huérfana: Primer asesinato' decide virar en su tercer acto hacia una locura más al estilo de la reciente 'Scream' por lo autoconsciente y sangriento, más que por lo convencional y esperable en una propuesta de este estilo. Siendo su relación con la primera entrega (y cómo lanza esos guiños) su mejor baza, 'La huérfana: Primer asesinato' enlaza de manera inteligente el principio y el final con su predecesora, empacando toda la historia de Esther en una suerte de miniuniverso cinematográfico cohesionado. No obstante, la película naufraga cuando trata de introducir una nueva familia con su protocolaria tragedia: la pérdida de su hija.
Personajes pobres
Los miembros de la nueva familia que acoge a Esther (la primera, en realidad) no llegan a importarte demasiado en ningún momento ya que tanto el título de la película como el futuro de la niña asesina no auguran nada bueno para ellos. El público intuye que antes o después pueden caer en manos de Esther, pero el distanciamiento que siente con los personajes proviene de un trato más bien pobre de parte del guion. Tanto los padres Allen (Sutherland) y Tricia Albright (Stiles) como su hijo Gunnar (Finlon) carecen de una personalidad poderosa que llegue a conectar con el espectador, hasta el punto en el que llegan a tomar decisiones algo estúpidas o incoherentes que no sorprenden debido a la propia trama descerebrada.
Sin embargo, la que consigue brillar, como ya sucediese en el primer film, es Isabelle Fuhrman. Si bien en 'La huérfana', la actriz contaba con tan solo 12 añitos, en esta ya suma 25 y, a pesar de que la propia apariencia de la actriz ya denota un aspecto querubín e infantil, el maquillaje, vestuario y peluquería del personaje de Esther consiguen ser, dentro de la parte técnica, lo más acertado. Por lo demás, destaca también la fría y nebulosa ambientación que tanto recuerda a la película original, aunque Brent Bell no cuente con la fabulosa realización de Collet-Serra. La tensión construida discurre por senderos ya muchas veces transitados, con sustos esperados y un nervio baldío al servicio de la música.
Con todo, 'La huérfana: Primer asesinato' se fundamenta como una precuela de un clásico moderno del género de terror, con conexiones y homenajes que terminan de redondear una historia simpática, pero no consigue su cometido. No se siente como una película por sí sola, si no como un pequeño apéndice que deriva a la película de 2009, un diminuto prólogo que se adentra (con no excesivo éxito) en la psicología del personaje de Esther y que logra buenos momentos de tensión a pesar de su flojo guion y sus anti carismáticos protagonistas.
Nota: 6
Lo mejor: Isabelle Fuhrman como Esther y la ambientación lograda.
Lo peor: No llega a dar miedo en ningún momento.
