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CRÍTICA

'Objetivo: Washington D.C.': Pura adrenalina en vena

Crítica de 'Objetivo: Washington D.C.', dirigida por Ric Roman Waugh. Protagonizada por Gerard Butler, Morgan Freeman y Nick Nolte. Tercera entrega de la saga de acción 'Fallen'.

Miguel Ángel Pizarro
Por Miguel Ángel Pizarro Más 30 de Agosto 2019 | 09:35
Colaborador de eCartelera. Apasionado del cine y la cultura en general. Cine europeo y de animación, mi especialidad.

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La saga 'Objetivo' se ha convertido en una franquicia consolidada. Tras el éxito en taquilla de 'Objetivo: La Casa Blanca' y 'Objetivo: Londres', ahora llega 'Objetivo: Washington D.C.', con la que regresan Gerard Butler y Morgan Freeman. Una tercera entrega con más adrenalina, si cabe, y un misterio que la diferencia de sus predecesoras, además de contar con Nick Nolte, que lleva la cinta a su propio terreno.

Objetivo: Washington DC

Años después de lo sucedido en la capital del Reino Unido, Mike Banning, agente de la Casa Blanca, sigue entrenándose en instalaciones militares privadas. El presidente de los Estados Unidos, Allan Trumbull, quiere que sea director de los Servicios Secretos. Banning duda, puesto que lleva un tiempo sufriendo migrañas, insomnio y también ha empezado a tomar varios medicamentos para un dolor recurrente de espalda, algo que ha ocultado a sus superiores. Cuando el presidente Trumbull es víctima de un ataque terrorista, en el que es asesinado todo el equipo de segurida menos Banning, el agente se convertirá en el principal sospechoso del intento de magnicidio. Perseguido por su propio departamento y el FBI, Banning iniciará una carrera contrarreloj para demostrar su inocencia y encontrar al auténtico culpable de esta ola de crímenes.

Un nuevo enfoque sobre el héroe de acción

'Washington D.C.' mantiene el nivel de acción de sus dos predecesoras, con el añadido de un misterioso intento de magnicidio. La gran diferencia respecto a 'La Casa Blanca' y 'Londres' es el villano, mientras que en las anteriores entregas era un elemento extranjero, para engrandecer el carácter patriótico y maniqueo de este tipo de producciones, en esta tercera entrega, el malo está dentro del sistema, mostrando la corrupción dentro del poder ejecutivo de los Estados Unidos.

Objetivo: Washington DC

Ahí radica la principal virtud de 'Objetivo: Washington D.C.', en que tiene un trasfondo más interesante que los anteriores entregas de una saga que sigue teniendo éxito entre el público. En parte por un villano que muestra cómo se fomenta la creación de un enemigo externo para lucrase económicamente a base de creación de armas.

A eso hay que añadirle un inicio que provoca interés en el destino de su protagonista, un hombre al que le empiezan a pesar los años, un retrato más cercano y humano del clásico héroe de acción, que sabe interpretar Gerard Butler. También está la adición de Nick Nolte, el veterano actor, candidato al Oscar en dos ocasiones, lleva la trama a su terreno, en unas escenas en las que llega a deslumbrar al protagonista y que hace que el público quiera saber más sobre la vida de este veterano de guerra que acabo convirtiéndose en un ermitaño.

La mejor entrega de la saga 'Objetivo'

Por otro lado, se nota que en la dirección hay un experto en el género, puesto que Ric Roman Waugh ya dirigió con bastante éxito títulos similares como 'Shot Caller', 'El mensajero' y 'Criminal'.

Objetivo: Washington DC

Con escenas de acción brutales, hechas por y para el disfrute de los amantes del género, una trama más elaborada y un reparto de actores que sabe defender sus papeles, 'Objetivo: Washington D.C.' es la mejor entrega de la saga hasta el momento. Eso sí, está hecha para el disfrute de los fans de las cintas de acción, al ser un auténtico ejercicio de fuegos de artificio bien defendido.

Nota: 5

Lo mejor: Su mayor elaboración en la trama y Nick Nolte.

Lo peor: Pese que su historia es más compleja, sigue siendo una propuesta previsible, especialmente en su parte final.