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CRÍTICA

'Red Rocket': La desventura del pícaro

Crítica de 'Red Rocket', dirigida por Sean Baker, escrita por Baker y Chris Bergoch. Protagonizada por Simon Rex. Selección Oficial del 74 Festival de Cannes y premio al mejor actor en los Independent Spirit.

Miguel Ángel Pizarro
Por Miguel Ángel Pizarro Más 6 de Mayo 2022 | 09:30
Colaborador de eCartelera. Apasionado del cine y la cultura en general. Cine europeo y de animación, mi especialidad.

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Dentro de la escena del cine independiente estadounidense, Sean Baker se erigido como una de sus figuras imprescindibles, gracias a su única visión sobre los marginados de la sociedad del país norteamericano, aquellos que nunca son los protagonistas, que viven en los márgenes y en riesgo de exclusión social. Si 'Tangerine' fue el impulso del reconocimiento internacional y con 'The Florida Project' demostró tener habilidad para realizar un ejercicio maestro de neorrealismo contemporáneo, 'Red Rocket' es su consolidación como cineasta independiente, así como también de una de las voces que se atreve a introducir cierto toque de drama social en sus títulos.

Red Rocket

'Red Rocket' se configura como una fábula del desencanto, así como también muestra el rostro más desencajado del sueño americano. Para ello, la cinta retrata la historia de un exactor porno caído en desgracia que debe dejar Los Ángeles, la Meca de Cine y también del cine X, para volver a su Texas City natal con el rabo entre las piernas y suplicándole a su todavía esposa (quien también se dedicó al porno) que le deje quedarse en su casa hasta que encuentre algún tipo de empleo.

Ahí comienza lo que es, en sí, cine social, al ser un retrato descarnado y sin complejos de los abandonados por el sistema, al tener como escenario un barrio popular, de marginados, desempleados adictos a las drogas (la otra pandemia que asola al país gobernado por Joe Biden), estafadores de poca monta, traficantes de medio pelo, obreros precarios y buscavidas sin blanca. Para ahondar en cómo las élites han abandonado a este estrato de la sociedad, que vive en una zona industrial que parece el esqueleto de un antiguo leviatán, Baker sitúa la historia en las semanas previas a las elecciones presidenciales de 2016, en las que el republicano Donald Trump ganó contra pronóstico a la demócrata Hillary Clinton.

Red Rocket

Baker retrata a aquellos que alzaron al magnate a convertirse en el 45º presidente de los Estados Unidos de América, lo hace sin prejuicios, aunque no olvida tener una mirada crítica. Pero 'Red Rocket' no solo es una certera película social, es también una comedia negra que convierte a su protagonista en un carismático tunante manipulador cuya excesiva ambición y poca cabeza lo llevan por el camino de la perdición. Es en su segunda mitad donde la cinta cambia de tercio para elevarse como una propuesta más ambiciosa de lo ya parecía al inicio.

Un certero retrato de aquellos a los que la sociedad estadounidense no es capaz de mirar

Y lo hace con un personaje cuyo encanto logra tener la suficiente complicidad con el público para evitar el rechazo completo de sus acciones, las cuales no son solo reprobatorias a nivel moral, sino también legal. Eso se logra gracias a la interpretación de su protagonista, un fascinante Simon Rex. En cierta forma, su papel en el filme se convierte en una especie de catarsis personal. No solo por tener su propio pasado en la industria del porno (mucho menos sórdido y más puntual, que conste), sino porque su currículum representa todos los riesgos propios de convertirse en un juguete roto (modelo de pasarela y de fotografía, MTV VJ, presentador de realities, actor secundario en varias series y películas, protagonista de la saga 'Scary Movie' y estrella underground del rap).

Red Rocket

Rex aprovecha su propio encanto para plasmarlo en un personaje que hubiera podido ser él, lo hace con una fascinante visceralidad, una interpretación muy física, que es reflejo de las propias contradicciones de una sociedad que sabe vampirizar a sus marginados, los cuales anhelan cumplir el sueño americano pero, a la vez, viven en una condiciones paupérrimas, cual alcohólico que busca dejar la bebida en un bar. Esa paradoja, Baker, quien firma el guion con su habitual colaborador, Chris Bergoch, la plasma de manera magistral, gracias a una mirada entre irónica, cínica y realista, que eleva a 'Red Rocket' como uno de los largometrajes imprescindibles no solo la escena indie norteamericana, sino como uno de los mejores títulos del cine reciente.

Ayudado por el realismo que dan los actores no profesionales, solamente Suzanna Son (la aniñada camarera de 17 años que seduce al tunante protagonista) tenía formación en arte dramático, 'Red Rocket' muestra la consolidación de Baker como cineasta y una demostración de que es posible tener cierta alma de cine social en una industria que ha rehuido mirar al tema de manera frontal. Un sublime ejercicio cinematográfico que, por cierto, merecía mucho más mimo en la pasada temporada de premios.

Nota: 9

Lo mejor: El carisma de Simon Rex permite ahondar en un protagonista que camina entre lo complejo y lo básico.

Lo peor: No es una película apta para moralistas.

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