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CRÍTICA

'Secaderos' tiñe de realismo mágico el último ejemplar del cine rural español

La ópera prima de Rocío Mesa añade otra muesca más a la exploración entre lo rural y lo urbano, mandando un mensaje de conservación ambiental.

Carlos González Manzano
Por Carlos González Manzano Más 2 de Junio 2023 | 09:35
Periodista crepuscular que vive en las viñetas de Tintín, los mundos de Tolkien y las películas de Ghibli

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'Secaderos' tiñe de realismo mágico el último ejemplar del cine rural español

'Secaderos' es muchas cosas. Es la primera vez de muchos de sus implicados, empezando por Rocío Mesa, su directora, que ha levantado su ópera prima con un presupuesto bajísimo, y llegando a casi todo su reparto (exceptuando a Tamara Arias), ya que cuenta con actores y actrices no profesionales. Es el último fenómeno español que lleva un año surcando los festivales nacionales e internacionales. Es el último ejemplo del intenso y contenido cine rural que se lleva haciendo en nuestro país lo últimos años. Pero, sobre todo, es un relato emocionante sobre la relación entre el campo y la ciudad, el paso a la madurez y el sentimiento de pertenencia.

'Secaderos'

La película narra los días de verano de Vera (Vera Centenero), una niña de ciudad que llega a un pueblecito de la Vega de Granada para disfrutar de la compañía de sus abuelos, y de Nieves (Ada Mar Lupiáñez), una adolescente cuya familia es una de las pocas que sigue cultivando tabaco en ese pueblo. Ambas conviven en el mismo espacio pero su experiencia es totalmente diferente. Mientras que para Vera se trata de un paraíso donde jugar con sus amigos, explorar el bosque y vivir con sus abuelos, para Nieves es un castigo, una jaula que no contiene ningún futuro para ella. Ambas se verán sorprendidas por la llegada de una criatura del bosque, hecha a partir de hojas de tabaco, que vagabundeará de aquí para allá en forma de espíritu invisible.

La película de Rocío Mesa comienza siendo un eco de muchas cosas diferentes. Sin ir más lejos, la sinopsis ya se plantea como una españolización de 'Mi vecino Totoro', con dos niñas y una criatura mágica de los bosques que solo ellas pueden ver. Asimismo, la utilización de actores y actrices no profesionales recuerda mucho a 'Alcarràs', además de esa conexión de la niña protagonista con la naturaleza. La película de Carla Simón también se adelanta a 'Secaderos' al mostrar cómo la ciudad y el dinero terminan por avasallar y echar de sus tierras a los negocios rurales como la ganadería o la agricultura; en este caso, se trata de urbanizaciones que suplantan a los secaderos de tabaco.

'Secaderos'

La sensación con 'Secaderos' es, por tanto, de que llega tarde. Estamos viendo mucho cine rural con una temática similar, como '20.000 especies de abejas' o la propia 'Alcarràs', que provoca que la película de Mesa se sienta como un agotamiento de este subgénero tan explotado recientemente. De la misma manera, la confrontación entre el hastío de la gente de pueblo vs el aparente pijerío de la gente de ciudad se ve de manera mucho más violenta y tensa en 'As bestas, de Rodrigo Sorogoyen.

Un Totoro de nicotina

No obstante, Mesa destaca 'Secaderos' de las demás optando por una vía algo más fantasiosa sin desentonar el resultado final. La directora le imprime un realismo mágico que permite desatar una historia más emotiva y conectar de manera más personal con los protagonistas, como podría suponerse del maravilloso Studio Ghibli. Aquí, Mesa se sirve de una historia prácticamente autobiográfica (ya que la directora es originaria de la Vega de Granada) para relatar la inocencia de la infancia y el hartazgo de la adolescencia.

'Secaderos'

Si bien cae en el error de reiterar en demasiadas ocasiones cómo las dos protagonistas sí pueden ver a la criatura mientras que el resto de los personajes no, el cariñosamente apodado "Nico" (debido a las hojas de nicotina con las que está hecho) se erige como un personaje crucial que simboliza un sentimiento puro innato de los niños y un afán de la naturaleza por reivindicar su sitio dentro de un planeta cada vez más industrializado. A destacar el increíble diseño de la criatura, un producto confeccionado por la compañía DDT, que ya trabajó en 'Un monstruo viene a verme' y 'El laberinto del Fauno'.

En resumen, 'Secaderos' llega con el hándicap resonante de que algunos de sus temas ya han sido tratados antes y de mejor manera, pero logra conquistar con un relato intimista y lleno de pasión contenida y mensaje subyacente. Aún es pronto para dirimir si existe una fatiga del afamado cine rural que asalta la cartelera española cada pocos meses, pero desde luego es una alternativa serena más que loable al cine TikTok de hoy en día, furioso y veloz, con cien cortes por segundo y sobreestimulación constante.

7

Lo mejor: El realismo mágico con el que juega constantemente.

Lo peor: Aborda temáticas ya vistas y mejor tratadas.

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Secaderos 7,0 Secaderos