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CRÍTICA

'Todo saldrá bien': La triste realidad

Dos hermanas se enfrentan a sus diferencias y rencores cuando llega el momento de dar el último adiós a su madre enferma. En cines el 8 de julio.

Por Borja Abelleira García 8 de Julio 2016 | 17:21

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Una madre enferma. Dos hermanas muy diferentes entre sí, separadas por el paso del tiempo y las rencillas personales. Cariño, melancolía, amor. Envidia, ira, rencor. Una amalgama de sentimientos encontrados que se concentran en una pequeña casa de la España profunda en la que conviven, al menos de cara a la cámara, únicamente Isabel (Isabel Ampudia) y Mercedes (Mercedes Hoyos). La primera de ellas abandonó el hogar familiar hace años para emigrar a la capital en busca de un futuro mejor. Desde Madrid, preocupada por sus intereses laborales, descuidó (in)conscientemente la realidad que dejaba atrás, la triste existencia de su madre y su hermana. Mercedes, por su parte, se quedó a cargo de la mujer que le dio la vida, pero el estado de salud de esta no ha hecho más que empeorar últimamente. Ahora, con su madre abocada a un fatídico desenlace, las hermanas vuelven a entrar en contacto casi por obligación: Isabel debe volver al pueblo para darle su último adiós.

'Todo saldrá bien', de Jesús Ponce

Esta es la propuesta que aterriza en nuestros cines de la mano del andaluz Jesús Ponce, un cineasta que no es principiante a la hora de abordar situaciones límite acerca del dolor y la desolación humana. Cine social y necesario. El director que alcanzó la fama con su ópera prima, '15 días contigo', vuelve a encauzar esa mirada sincera sobre el sendero de la triste realidad. Una óptica descarnada y fiel sobre los horrores que esconde el ser humano: miedos, traumas y obsesiones que salen a la luz ante la presión y en los momentos más inesperados. Comportamientos fuera de lo común que solo se reproducen en la intimidad. Las caretas que solo se dejan caer de puertas adentro, en el seno familiar.

Con este punto de partida, el conflicto moral está servido. Y en buena parte se debe a la gran visión de Ponce a la hora de contraponer de manera cruda y apartada las dos antagónicas personalidades de las protagonistas. Ambas hermanas se miran continuamente como en un espejo, tratando de encontrar sus similitudes, pero por más que lo intentan no consiguen dar con aquello que algún día las unió. El hecho de que sólo aparezcan ellas en pantalla consigue atrapar al espectador en esta historia de muchas penas y no tantas alegrías compartidas, aderezada con apenas tres breves y accesorias apariciones de Víctor Clavijo, Darío Paso-Jardiel y Juan Carlos Sánchez.

Crítica al sistema sanitario

De vuelta a la trama, es reseñable la crítica implícita al sistema sanitario español. La falta de medios y asistencia que provoca la rabia e impotencia de las protagonistas cuando su madre no puede optar al final digno que todos merecemos. En concreto, merece un detenido análisis la escena de la visita al centro de salud, cuando se resquebraja la quietud y pesarosa resignación que habitualmente luce Mercedes. El drama personal de una mujer que pide auxilio desesperada, y que a cambio solo recibe una mueca condescendiente. La tristeza desoladora de su rostro. El dolor.

'Todo saldrá bien', de Jesús Ponce

En el apartado actoral, sinceras interpretaciones al servicio de la profundidad de sus respectivos personajes. A pesar de los pocos medios de los que dispone la cinta, las valientes actuaciones de Ampudia y Hoyos erigen este humilde proyecto como un llamamiento a la cordura y al sentir común alrededor de nuestros mayores. La necesidad de recordar (más bien, de no olvidar) de dónde venimos para saber a dónde nos dirigimos. Isabel Ampudia demuestra las notables dotes interpretativas que la llevaron a estar nominada al Goya en 2005 ('Quince días contigo'). Hoyos también ofrece una inspirada actuación, en parte porque su apesadumbrado personaje da pie a ello a través de los múltiples y siempre amargos recovecos que esconde.

En definitiva, 'Todo saldrá bien' es un cruel, más que realista y necesario drama familiar con la crisis como telón de fondo. Y es que a pesar de haber cobrado vida doce años después de cuando fue imaginado, el panorama no ha cambiado mucho, y desde luego no son diferentes las relaciones humanas. Ayer, hoy y siempre, en esta y en cualquier familia, podemos encontrar un sinfín de sentimientos encontrados que tarde o temprano tienden a explotar. Y ya se sabe, si esa explosión te alcanza cerca... Mejor, compruébenlo ustedes mismos. 'Todo saldrá bien' lo merece. La irrefrenable reflexión que les acompañará al salir del cine, más aún.

Nota: 6

Lo mejor: Lo necesario del mensaje y sus sinceras interpretaciones.

Lo peor: La falta de presupuesto.