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CRÍTICA

'El viaje a París de la señora Harris': La magia no acaba a la medianoche

Crítica de 'El viaje a París de la señora Harris', dirigida por Anthony Fabian. Protagonizada por Lesley Manville e Isabelle Huppert. Adaptación de la novela 'Flores para la señora Harris', de Paul Gallico.

Miguel Ángel Pizarro
Por Miguel Ángel Pizarro Más 9 de Diciembre 2022 | 10:01
Colaborador de eCartelera. Apasionado del cine y la cultura en general. Cine europeo y de animación, mi especialidad.

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'El viaje a París de la señora Harris': La magia no acaba a la medianoche

La cartelera española sigue luchando por mantener ese hueco al cine 'de clase media', esa propuestas feel-good pensadas para público de mediana edad, que rompe con el binomio de grandes blockbusters o cine de arte y ensayo, prueba de ello son los múltiples estrenos de largometrajes de manufactura francesa. De tanto en tanto, son los de producción británica los que logran llegar a salas, como es el caso de 'El viaje a París de la señora Harris', una encantadora fábula que conquista por el cuidado en el detalle y por tener una protagonista primorosa, Lesley Manville.

El viaje a París de la señora Harris

Primera adaptación para la gran pantalla de la novela 'Flores para la señora Harris' de Paul Gallico, el film toma el espíritu de la fábula, convirtiendo a su protagonista en una heroína digna de un cuento de hadas. Eso sí, esa esencia solo está en la cobertura, puesto que esta espléndida Cenicienta sexagenaria no espera a príncipe azul ninguno, sino que es un vestido de alta costura lo que provoca que algo cambie en su interior y decida darse una nueva oportunidad en la vida.

Es fascinante cómo Anthony Fabian pone en primera línea a un personaje que, tratado de otra forma, hubiera sido relegado a una segunda posición. No, el cineasta británico nacido en Estados Unidos, quien firma el guion junto con Carroll Cartwright, Keith Thompson y Olivia Hetreed, configura una protagonista poliédrica, que va más allá de lo que puede esperarse de una propuesta feel-good. Primero, toca aplaudir ver a una heroína madura, que ha superado la barrera de los 60 años, disfrutando de la vida y soñando, algo que la propia realidad muestra pero que difícilmente se ha visto reflejada en ficción.

El viaje a París de la señora Harris

Es su heroína principal, su carisma, lo que conquista y logra que el resto del relato funcione cual reloj suizo. Fabian sabe traer la magia de la elegancia del París de los años 50, el cineasta también sabe atrapar parte del encanto del cine feel-good francés, llevándolo a distinción propia de la época. Para rizar el rizo, la trama tiene lugar en la Casa Dior, justo en la década dorada de la alta costura parisina, cuando la capital gala se convirtió en la Meca de la Moda.

Junto con un relato muy bien llevado, que es honesto y no traiciona su esencia de comedia romántica, 'El viaje a París de la señora Harris' expone eficazmente la definición de las palabras amabilidad, encanto y pasión. Lo hace gracias a una historia que se atreve a colocar en primera línea a una mujer de la limpieza de mediana edad que no tiene reparo alguno de ahorrar para trasladarse a París que le confeccionen un vestido de alta costura. Una proeza, un atrevimiento, que combina muy bien con esa atmósfera fabulesca, pero que Fabian eleva gracias a un buen ritmo en la trama; además de dejar un potente mensaje. No solo está el 'nunca es tarde'; sino también que un diseñador puede crear arte con la moda, con los vestidos, pero son quienes se lo ponen los que los definen. Y es ahí donde triunfa la trama.

El viaje a París de la señora Harris

Un filme delicioso y encantador, con una protagonista en estado de gracia

En esa línea, se ve el cuidado de Fabian por el detalle. Primero por la elección del elenco. El carisma de la señora Harris no existiría si no fuera por una maravillosa Lesley Manville, una actriz en pleno estado de gracia. Habitual colaboradora de Mike Leigh, la intérprete trae la parte más amable del realizador británico con una propuesta que, además de tener alma de fábula, tiene un punto reivindicativo igual de poliédrico, pues no solo pone en primera línea a una protagonista femenina de mediana edad -recordando que las mujeres de 60 años o más, tienen mucho que contar-; sino que su energía impulsa ese espíritu revolucionario que comenzó a gestarse en los 50 y que explotó en la década siguiente, rindiendo tributo a la importancia de mirar con igualdad a los trabajadores, aquellos que hacen posible no solo la confección de los vestidos, sino también todos los obreros que mantienen discretamente el bienestar de la ciudad.

Junto con Manville, está otra gran actriz, Isabelle Huppert. La intérprete francesa consigue ser protagonista plena en sus escenas y trae su particular gesto a un personaje que, sin duda, estaba hecho para ella. No son las únicas, Fabian ha cuidado también al resto del reparto, con unos estupendos Lambert Wilson, Jason Isaacs y Ellen Thomas; sin olvidar a Lucas Bravo y Alba Baptista, que derrocha química y pasión, ofreciendo una historia de amor paralela que endulza a la trama principal.

El viaje a París de la señora Harris

Además de contar con un reparto fabuloso, el apartado técnico es exquisito. Su diseño de producción está muy cuidad, obra de Luciana Arrighi, Zoltán Sárdi e Istvan Margit; su fotografía, obra de Felix Wiedemann, trae ese contraste entre el Londres gris, que continúa reconstruyéndose tras la II Guerra Mundial, frente a un París liberado, lleno de color y estilo; su música, compuesta por Rael Jones, transmite ese espíritu de fábula mágica en un escenario realista; pero lo que más destaca es su vestuario, confeccionado por Jenny Beavan (ganadora del Oscar por 'Una habitación con vistas', 'Mad Max: Furia en la carretera' y 'Cruella'), que es el que conquista evocando esos años dorados de la alta costura, rindiendo tributo al maestro Dior.

'El viaje a París de la señora Harris' es un derroche de encanto, de ese que tan poco se prodiga en cines. Un ejercicio cinematográfico lleno de carisma, gracias a una protagonista que bien podría codearse con la Odette de Catherine Frot. Cine feel-good de calidad, con pedigrí, de ese que bien merece deleitarse en la gran pantalla. Un recordatorio de que las historias cautivadoras no necesitan de excesivos fuegos de artificio para conquistar.

Nota: 8

Lo mejor: Ver a Lesley Manville esn estado de gracia. El cuidado por el detalle, tanto en el reparto como a nivel técnico.

Lo peor: Si no se entra en el espíritu fabulesco, resultará complicado de disfrutar.