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El casi incesto, el debut de Gene Wilder y otras curiosidades de 'Bonnie y Clyde'

La película que rompió los moldes de Hollywood a finales de la década de los sesenta cumple cincuenta años, y su aroma no ha perdido un ápice de rebeldía.

Por Alejandro Rodera Herrero 26 de Agosto 2017 | 09:36

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El Nuevo Hollywood se fraguó en las suites en las que se hospedaba Warren Beatty. La estrella de Warner Brothers, que había debutado con la brillante 'Esplendor en la hierba', de Elia Kazan, a comienzos de los años sesenta, quería hacer temblar a un Hollywood anclado en las grandilocuentes producciones casposas con un proyecto arriesgado: 'Bonnie y Clyde'.

'Bonnie y Clyde'

Basada en los hechos reales protagonizados por Bonnie Parker y Clyde Barrow durante la Gran Depresión, la ambigua película dirigida por Arthur Penn revolvió las entrañas de una industria demasiado acostumbrada a la homogeneidad. Tras arrodillarse ante Jack L. Warner (que estaba demasiado preocupado por finiquitar el musical 'Camelot' como para ensordecer por los ruegos de la estrellita de turno), Beatty consiguió que el magnate le diera luz verde y un escueto presupuesto para desarrollar el proyecto, que estaría protagonizado por él mismo y Faye Dunaway.

Tras hacerse un hueco en el calendario de estrenos de Warner, 'Bonnie y Clyde' se estrenó en verano de 1967. El film no recibió el mejor tratamiento por parte del estudio en el ámbito de la distribución, pero resurgió de sus cenizas gracias a las diez nominaciones a los Oscar que la consolidaron como fenómeno cultural. Pero la Academia todavía no estaba preparada para premiar a ese tipo de cine más transgresor, encabezado por 'El graduado' y la propia 'Bonnie y Clyde'. Con motivo de su 50º aniversario, Beatty y Dunaway tuvieron el honor (frustrado) de anunciar qué película se alzaba en la categoría reina de los últimos Oscar, y nosotros también queremos recordar la cinta que inició una nueva etapa en el corazón del cine estadounidense:

Curiosidades de 'Bonnie y Clyde'

Nueva ola

Nueva ola

Robert Benton y David Newman, los guionistas de 'Bonnie y Clyde', escribieron su guion con un ojo puesto en el cine que se venía haciendo en Francia desde finales de los años cincuenta. Por eso su sueño era que el director de la cinta formara parte de la Nouvelle Vague gala, y estuvieron a punto de conseguirlo. François Truffaut llegó a estar ligado al proyecto, pero terminó por abandonarlo cuando le surgió la oportunidad de dirigir su deseada adaptación de 'Fahrenheit 451', de Ray Bradbury. Después el elegido fue Jean-Luc Godard, que también mostró interés en la historia de estos fugitivos, pero que terminó por rechazar la película por su nula confianza en el sistema hollywoodiense.

Bonnie y Clyde en eCartelera

Negocio perfecto

Negocio perfecto

Jack L. Warner se tomó 'Bonnie y Clyde' como un mero capricho de Warren Beatty, por lo que accedió a concederle un 40% de los ingresos de la película en taquilla. El actor también ejerció de productor de la película, y contó con un escueto presupuesto de 2,5 millones de dólares para materializarla. En ningún momento Warner se planteó la posibilidad de que el film arrasara en taquilla, pero el público, ávido de propuestas innovadoras, le dio la contraria. 'Bonnie y Clyde' recaudó más de 50 millones de dólares, y despertó el espíritu empresarial de Beatty.

Bonnie y Clyde en eCartelera

Escritor fantasma

Escritor fantasma

Dentro de la maquinaria de Hollywood está a la orden del día la figura del guionista que remienda libretos ajenos. La estrella en esa materia en la época del Nuevo Hollywood era Robert Towne. Varios años antes de alcanzar el prestigio absoluto con 'Chinatown', Towne le echó una mano a su amigo Warren Beatty dando coherencia al guion firmado por Benton y Newman, que era un verso libre, sobre todo en términos sexuales. Towne no figuró en los créditos de la película, pero estableció un fuerte vínculo con Beatty, que conduciría a la creación de la comedia 'Shampoo'.

Bonnie y Clyde en eCartelera

Quieta ahí

Quieta ahí

El papel de Bonnie supuso más quebraderos de cabeza durante el proceso de casting que el de Clyde, que fue abordado por el propio productor, Warren Beatty. Una de las artistas que pasó por las audiciones fue Cher, cuyo interés en el papel se esfumó de un manotazo cuando su agente y marido, Sonny Bono, se enfureció al enterarse de que quería participar en un proyecto tan controvertido.

Bonnie y Clyde en eCartelera

Frágil estado

Frágil estado

'Esplendor en la hierba' no solo le reportó a Warren Beatty una entrada triunfal en el mundo del cine, sino que de ella también se llevó una sonada relación amorosa con su coprotagonista, Natalie Wood. En 1966, tiempo después de su ruptura definitiva, Beatty le propuso a Wood que protagonizara junto a él la adaptación fílmica de las peripecias de Clyde Barrow y Bonnie Parker. Según Beatty, esa fue la última vez que habló con Wood, que trató de suicidarse esa misma tarde.

Bonnie y Clyde en eCartelera

Nada de incesto

Nada de incesto

Beatty no siempre dio por hecho que él sería el protagonista del proyecto que quería sacar adelante, ya que los directores que se vincularon barajaron otras opciones. Antes de su confirmación como Clyde Barrow, no sólo se había pensado en colegas como Paul Newman para encarnar al protagonista masculino, sino que se había valorado la posibilidad de que Shirley MacLaine, hermana de Beatty, interpretara a Bonnie. Pero esa opción se disipó instantáneamente cuando el productor se sumó como actor.

Bonnie y Clyde en eCartelera

Inicio elevado

Inicio elevado

Después de participar en varios proyectos televisivos, Gene Wilder debutó en el cine con 'Bonnie y Clyde'. El maestro de la comedia encarnó a uno de los rehenes de la pareja de criminales, que se embarcó en un tenso viaje automovilístico en una secuencia para el recuerdo. Años más tarde, Wilder correspondió a su amigo, compañero de tenis y tocayo Gene Hackman con un brillante papel en 'El jovencito Frankenstein', el del ciego que acoge al monstruo cuando este se encuentra en plena huida.

Bonnie y Clyde en eCartelera

Odio infinito

Odio infinito

Las proyecciones para los ejecutivos son el pandemonium de los cineastas. En el caso de 'Bonnie y Clyde' la tensión se podía cortar con un alfiler cada vez que Jack L. Warner (tres en concreto) abandonaba la sala para ir al baño. Al responsable de Warner Brothers le pareció tan detestable la película que consideró que no merecía pasar por el circuito tradicional de exhibición, y la relegó a un autocine y a unas cuantas salas del segundo escalón de exhibición (al que acudían las películas una vez agotado su recorrido en las grandes salas).

Bonnie y Clyde en eCartelera

Zimmerman Barrow

Zimmerman Barrow

En esa época de la preproducción durante la cual Beatty no se había decidido todavía a protagonizar la película, su elección ideal para el rol era el cantautor Bob Dylan. El flamante premio Nobel guardaba un parecido mucho mayor con Clyde Barrow que Beatty, pero su participación se quedó en simple entelequia una vez que Beatty asumió el trabajo.

Bonnie y Clyde en eCartelera

Dispara y sangra

Dispara y sangra

Fiel a su fascinación por Akira Kurosawa, Arthur Penn quiso mostrar la violencia sin sustraerle un gramo de crudeza a los tiroteos. El cineasta aseguró, con osadía, en una entrevista que 'Bonnie y Clyde' era la primera película que mostraba en un mismo plano, sin efectuar cortes, un disparo y su inevitable consecuencia, es decir, el desfallecimiento y la sangría de la víctima. No era habitual encontrarse con este planteamiento en Hollywood, ya que las producciones arriesgadas tuvieron que limitarse por la vigencia del código Hays.

Bonnie y Clyde en eCartelera