Curiosidades de 'Las diabólicas', la obra maestra que envidió Hitchcock

El film estuvo basado en la novela 'Celle qui n'était plus', escrita por Pierre Boileau y Thomas Narcejac, el primer trabajo conjunto de ambos escritores, y que tenía ciertas diferencias con lo que después el público conoció en pantalla.

Publicado en 1952, llegó a Estados Unidos en 1954 bajo el título de 'She Who Was No More', momento en el que Alfred Hitchcock la descubrió.

La base literaria era tan buena, que pronto saltaron las alarmas y todos querían hacerse con los derechos para llevar a cabo una adaptación. Clouzot, quien acababa de rodar 'El salario del miedo', se hizo con los derechos de la novela para llevar a cabo su adaptación.

Al parecer, de forma paralela en el tiempo, Alfred Hitchcock estaba en la misma situación, pero para desgracia del director, cuando llegó para comprar los derechos, hacía tan solo unas horas que Clouzot los había comprado.

Para compensarle, Boileau y Narcejac escribieron expresamente para Hitchock 'D'entre les morts', quien la llevó al cine como 'Vértigo (De entre los muertos)'.

Pese a haberse quedado a las puertas de poder llevar a cabo su adaptación, Hitchcock aseguró que le encantaba el trabajo de Clouzot, tanto fue así que el realizador la tomó como uno de los principales referentes a la hora de crear una de sus obras maestras: 'Psicosis'.

Si algo no se podía esperar el maestro del suspense, es que que Clouzot dirigiría una de las obras cumbre del thriller psicológico, a la que siempre han acompañado frases en la línea de "la película más Hitchock que Hitchcock no rodó".

Pese a que a día de hoy cueste imaginarse 'Las diabólicas' sin Simone Signoret interpretando a Nicole Horner, parece ser que Clouzot llegó a dudarlo durante el rodaje.

El motivo, seguramente sugestionado por el hecho de conocer cuál era el final de la historia, era que creía que la actriz no estaba llevando a cabo su interpretación de forma correcta, ya que el hecho de que ella supiese como terminaba todo, estaba haciendo que se comportase de una forma un tanto ambigua. Tal era la desesperación de Clouzot, que durante el rodaje un día hizo que cortasen y le gritó a Signoret: "¡Ojalá no te hubiese dejado leer el final nunca!".

El sorprendente final de la película era una de las principales bazas de la misma, y lo que hacían que se acabase de redondear como ejemplo maestro de los thrillers de terror, tantas eran las esperanzas puestas en ella y los productores querían que llegase a la más gente posible, que la película estuvo acompañada en sus títulos de crédito por un mensaje anti-spoiler que le decía al público que no hiciese revelaciones acerca de la trama.

Por si fuera poco, uno de los carteles promocionales contenía la frase: "Véala... Sorpréndase... ¡Pero manténgase callado!".

La actriz Simone Signoret firmó un contrato que decía que solo se le pagaría por ocho semanas de rodaje, que era el tiempo inicial que se pensaba que iba a durar el rodaje, pero este acabó alargándose más de la cuenta y duró el doble, un total de dieciséis.

Llegados hasta ese punto, y tras revisar al detalle su contrato, Signoret supo que Clouzot no le iba a pagar por las ocho semanas que no estaban estipuladas, uno de los principales motivos que hicieron que los últimos días del rodaje, la actriz y el director no se dirigiesen la palabra, llegando a asegurar que lo único que le mantuvo con ganas de seguir, era el apoyo que sintió por parte de Jean Renoir, quien en aquellos momentos se encontraba rodando en el set de al lado 'French Cancan'.

Por si el hecho de las tensiones con Signoret no fuesen suficientes, el rodaje también tuvo que lidiar con otro inconveniente, ya que los allí presentes aseguraron que la forma de dirigir a la que era su esposa, Vera Clouzot, era una forma un tanto cruel.

Desde el hecho de ponerle pescado podrido delante sin que la actriz se lo esperase, para así poder tener una reacción natural por su parte, hasta llegar a exprimir al máximo a la actriz para que lo diese todo con su interpretación, las praxis de Clouzot a la hora de dirigir fueron cuestionadas en todo momento, llegando a provocar varias discusiones entre los tres (director y ambas actrices), que vistas a ojos del resto de miembros del equipo, parecían representar a la perfección a los tres protagonistas principales de la película.

Una de las principales diferencias con la novela de Boileau y Narcejac, fue cómo la película cambió las motivaciones de los dos personajes femeninos.

En el libro, Nicole y Christina decidían acabar con Michel porque así era la única forma de acabar con la relación abusiva que este mantenía con ambas. Además, ellas acababan reveladas como amantes, algo que pese a que se deje entrever en la adaptación y que sea una mera sospecha, se consideró demasiado escandaloso para la época, ya que el hecho de reflejar a dos mujeres aliándose para acabar con un hombre, ya se consideró polémico por sí solo, prefiriendo no presentar a las protagonistas como lesbianas.

El film supuso todo un éxito en cines en Francia, llegando a calar hondo entre el imaginario del público y colándose poco a poco como una de las obras cumbre de la historia de thriller psicológico. A menudo catalogada como película de terror, no solo el amor confeso de Alfred Hitchcock sirvió para elevarla hacia lo más alto, sino que fueron muchos los directores más representativos del género quienes la tuvieron siempre muy presente, ya convertida en fenómeno de culto.

Cinco años después de su estreno, la actriz Vera Clouzot fallecía a causa de un ataque al corazón, la misma dolencia que sufría su personaje de 'Las diabólicas', motivo por el cual el film fue recuperado y vivió una segunda etapa de gloria.

En 1996, y en plena etapa de explosión del thriller de los años noventa a raíz de éxitos tan dispares como 'El silencio de los corderos' o 'Instinto básico', se estrenaba 'Diabólicas', remake dirigido por Jeremiah S. Chechik y que tomó el guion de Clouzot, que levemente adaptó Don Roos.

Sin llegarle a la suela de los zapatos a la original, la película supuso un rotundo fracaso comercial reconvertida en estupendo guilty pleasure donde lo mejor fueron las interpretaciones de Sharon Stone e Isabelle Adjani, las protagonistas femeninas junto a Chazz Palminteri y Kathy Bates.