'Los tipos malos' usaba a su protagonista de inequívoco espíritu George Clooney en 'Ocean's Eleven (Hagan juego)' -la propia concepción del grupo y el gusto por el cine de atracos así lo confirma-, para llevar un paso más allá en la película original de Pierre Perifel la espídica puesta en escena de Soderbergh -aquella mucho más sensual- para buscar la espectacularidad en planos que abrazan abiertamente el barroco uso de las explosiones, caricaturas y personajes con mucho mojo, llenando la imagen de acciones simultáneas. Ahora llega su secuela: Los tipos malos 2.
El principal problema de la primera entrega era sin duda tener una gran cantidad de personajes cuyas motivaciones y objetivos había que explicar, teniendo que pasar por esos lugares comunes en las películas de origen. Esta segunda cinta corrige las sobreexplicaciones y usa las dinámicas de grupo para seguir avanzando en el drama, sostenido al igual que la primera en tres pilares: identidad, prejuicios y segundas oportunidades.
Como si fuese una relectura de la original, teniendo una historia similar: limpiar el nombre de la banda ante un acto delictivo que no han cometido, la cinta de Perifel se siente más libre de las ataduras de la primera parte y consigue, sin renunciar a lo mejor de la primera -esa consecución de secuencias de acción a cada cual más alambicada-, añadir una mayor soltura en el guión para trabajar los personajes desde las imágenes.

El director plantea abiertamente la película como un diálogo con la cultura fílmica, esa que hace que su lobo protagonista tenga un deje tan similar a cualquier trabajo de Clooney con Soderbergh, una deliciosa secuencia a lo 'El silencio de los corderos' y un inevitable formato en continuo homenaje a 'Ocean's Eleven': esa planificación del atraco en contraposición a la ejecución del mismo. Todo ello sin olvidar las posibilidades que otorga a la animación para narrar estas acciones de la forma más abiertamente chiflada (en el mejor de los sentidos).
Una animación desbordante
En la línea de otras películas como 'Los Mitchell contra las máquinas', la animación sirve como vehículo para una acción en cascada que parte de lo desbordante: explosiones, peleas multitudinarias, golpes extravagantes y naves espaciales, para encontrar los momentos íntimos cuando el plano se libera del barroquismo para centrarse únicamente en los personajes, sus dilemas y relaciones.

De tonos ocres, la cinta de Perifel abraza el cartoon y su esencia, siendo capaz de trasladar las texturas del 2D y las posibilidades del digital a una narración non-stop donde parecen no existir los cortes entre planos precisamente por la fluidez de las imágenes espídicas del filme. Esa locura desemboca en un gran sentido de la comedia física, con los disfraces de Sr. Tiburón, las persecuciones en coche y los extravagantes atracos.
Sin duda, el mayor logro visual de la película se encuentra en su final, donde la resolución viene acompañada por una atracción magnética del oro de la Tierra hacia el espacio. Perifel encuentra en la imagen las dosis exactas de espectacularidad, belleza e intimidad, sabiendo cuando encajar los golpes de la acción, el suspense del thriller al límite e hilar las relaciones y conflictos entre los personajes.

Segundas oportunidades
El lobo feroz, la tarántula venenosa, el tiburón devora-personas y la piraña asesina, no por nada Perifel decide que su historia sea protagonizada por esos clichés que se atañen a animales -quizás algo de culpa tiene el cine- como metonimia de algo ineludible en la vida de los humanos: la categorización por tu origen, aspecto y contexto, dejando que aquellos estamentos que rigen la sociedad dictaminen a dónde debe pertenecer cada uno.
En un mundo donde se siguen formalizando y validando los discursos de odio sobre inmigración o la identidad sexual, alejando la mirada de la pobreza y el ostracismo social como origen de los problemas, 'Los tipos malos 2' puede ser una divertida y perspicaz forma de buscar en esas segundas oportunidades el camino hacia deshacer los clichés y presentar frente a la pantalla la naturaleza real que se esconde tras el tópico, todo ello a través de una más que divertida comedia familiar.
'Los tipos malos 2' se estrena el 1 de agosto en cines.