De 'Irma Vep' a 'Personal Shopper': Las mejores películas de Olivier Assayas

Fue su carta de presentación. 'Desorden' muestra lo que sería uno de los elementos clave del cine de Olivier Assayas, el proceso de madurez de la juventud. El filme narra la historia de tres chicos que quieren formar un grupo de rock, pese a carecer de recursos económico. El cineasta parisino ya lanza su primera reflexión acerca de la relación del ser humano con la muerte, especialmente en los jóvenes, personas llenas de vida que no saben medir las consecuencias de sus actos en muchos casos. El filme obtuvo el premio de la crítica internacional en la 43ª edición del Festival de Venecia. Assayas dejaba de ser crítico de cine y pasaba al otro bando.

Assayas continuó con su reflexión sobre la vida y la muerte y el paso hacia la adultez en 'París se despierta', en la que añade otro elemento más de su cine, las relaciones intergeneracionales y los conflictos que ocasiona, en este caso entre Adrien (Thomas Langmann) y su padre (Jean-Pierre Léaud), con una tercera en discordia, Louise (Judith Godrèche), una joven que adicta a las drogas. El cineasta volvía a ser reconocido por la crítica, especialmente del antiguo medio en el que trabajó, Cahiers du Cinéma, que le otorgó el puesto nueve de los mejores largometrajes de 1991.

No todo el mundo destaca 'Una nueva vida'. Es más, se considera un fracaso comercial y también de crítica. Entonces, ¿por qué incluirlo? Se trata de la gran "película maldita" de Olivier Assayas, debido a que no pudo terminarla según sus ambiciones artísticas por diversos problemas que surgieron durante la producción. El abandono de Bruno Pesery, productor del filme, durante la última semana de rodaje provocó que todo el proyecto se viniese abajo. Pese a ello, se está un filme en el que puede verse cómo Assayas quería aprovechar los elementos del enredo amoroso para hacer una reflexión de sus temas habituales: las relaciones con diferencia de edad. Assayas, además, plantea una mirada crítica hacia esa sensación de eterna insatisfacción, en la que se ponía en evidencia una mirada escéptica de la vida burguesa.

Por primera vez, Assayas hizo algo que, posteriormente, repetiría con 'Carlos' (2010), adaptar un proyecto de televisión a la gran pantalla. En este caso, el cineasta amplió lo que había escrito para la serie 'Tous les garçons et les filles de leur âge...' (1993 - 1995). Assayas había dirigido el capítulo 'La página en blanco' en 1994, en el que narraba elementos de su propia adolescencias y de la música que influyó en su vida. El director decidió narrarlo de nuevo, de forma más amplia, en una película: 'El agua fría'. Con esta versión para la gran pantalla contó con el mismo reparto y el resultado fue, incluso, mejor. El filme logró el premio especial del jurado por parte de la Asociación de Críticos de Cine de Boston y su protagonista femenina, Virginie Ledoyen, fue nominada al César a la mejor actriz revelación.

Y llegó su primer gran éxito entre público. 'Irma Vep' es un filme con el que Assayas llevó su reflexión a la situación del cine francés de mediados de los 90. Es la historia de cómo un director (Jean-Pierre Léaud) está empecinado en recuperar la serie clásica de películas mudas 'Los vampiros', que dirigió Louis Feuillade en 1915, con Musidora como protagonista. Al no haber ninguna actriz francesa a la altura, decide contratar a la hongkonesa Maggie Cheung (que aparece interpretando a una versión alternativa de sí misma).

Cheung, finalmente, acaba siendo una especie de objetó exótico y sexual tanto para el director del proyecto como para la diseñadora de vestuario de la cinta (Nathalie Richard). Assayas hace referencias a figuras icónicas del cine francés a la par que crea una reflexión sobre el devenir de la industria gala, recordando a viejas glorias como si el presente del momento fuese una situación de decadencia. No obstante, Assayas declaró en Sight and Sound que, más que alegato a la nostalgia, es una "celebración de la muerte y del recuerdo. "No es una mirada romántica hacia el pasado, sino más bien una fiesta mexicana del Día de Muertos", declaró. 'Irma Vep' fue un éxito rotundo, mostrándose en la sección Una Cierta Mirada del Festival de Cannes.

Con 'Finales de agosto, principios de septiembre', Assayas retomaba la reflexión existencialista alrededor de la muerte, aunque en este caso lo hace desde una mirada más adulta, al ser sus protagonistas gente que ronda la treintenta y la cuarentena. Adrien (François Cluzet) ha anunciado a sus amigos que va a morirse. Ha intentado ocultar que padece una enfermedad que va a acabar con su vida pero ha sido inútil. El filme muestra ese proceso de aceptación de que un ser querido va a partir, llevando la reflexión sobre la vida a otro nivel respecto a sus anteriores películas. Hecha con honestidad y profunda entrega, es uno de los títulos más alabados de Assayas. Presentada la película en la Sección Oficial del Festival de San Sebastián, Jeanne Balibar se llevó la Concha de Plata a la mejor interpretación femenina.

Olivier Assayas se atrevió con el cine de época con 'Los destinos sentimentales', uno de sus proyectos más ambiciosos. El cineasta llega a las tres horas de duración para adaptar la gran novela de Jacques Chardonne, que narra la historia de la saga de una familia protestante francesa dedicada al negocio de la porcelana. Dividida también en tres partes, la película muestra también las consecuencias del delirio de los pasiones, al narrar la relación prohibida entre una veinteañera (Emmanuelle Béart) y un maduro pastor protestante casado (Charles Berling). Isabelle Huppert completaba el reparto de un filme con el que Assayas compitió por la Palma de Oro en el Festival de Cannes y que fue nominado a cuatro premios César.

Olivier Assayas mostró su lado más extremo, visceral y violento con el thriller neo-noir 'Demonlover', premio de la crítica en el Festival de Sitges, donde también obtuvo el galardón a la mejor banda sonora, y mostrado en la Selección Oficial del Festival de Cannes. Una historia cuya premisa, espionaje industrial, deriva en una serie de secuencias en las que el cineasta expone otro de sus elementos clave: la reflexión sobre la repercusión de las nuevas tecnologías en la sociedad actual. Protagonizada por Connie Nielsen, Charles Berling, Chloë Sevigny y Gina Gershon, el filme cuenta con varias secuencias extremas, al narra también una trama relacionada con la difusión de material pornográfico.

El director volvió a contar con Maggie Cheung, con quien estuvo casado entre 1998 y 2001, para que protagonizase 'Clean'. Tras lo extremo de 'Demonlover', Assayas cambia de tercio con un drama con enfoque social en el que la actriz de 'Deseando amar' (2000) muestra una de sus mejores interpretaciones como una madre drogadicta que desea recuperar a su hijo e inicia un camino hacia la redención de sí misma. Mostrado el filme en la Selección Oficial del Festival de Cannes, Cheung obtuvo la Palma de Plata a a la mejor actriz, la cinta además obtuvo un premio técnico. Posteriormente, Cheung fue nominada al César a la mejor interpretación femenina y el filme fue candidato al César a la mejor fotografía.

Assayas continuó explorando las relaciones familiares con 'Las horas del verano', en la que reflexionó sobre la fortaleza de dichos lazos, como también el significado que pueden tener los objetos más allá de su valor. Tres hermanos (Charles Berling, Juliette Binoche y Jérémie Renier) se disputan la herencia familiar, en la que hay varias antigüedades dignas de exponerse en museos (varios de ellos prestados del Orsay de París, por cierto). En esa aparente ligera reunión de verano, Assayas creó uno de sus largometrajes más redondos, con una magnífica Édith Scob, que fue candidata al César a la mejor actriz de reparto por este papel.

'Las horas del verano' es una de las películas más aclamadas de Assayas. En 2017 fue considerada uno de los mejores largometrajes del siglo XXI por el New York Times. Obtuvo el premio al mejor filme extranjero de la Asociación de Críticos de Los Ángeles y también del Círculo de Críticos de Nueva York.

Si con 'El agua fría' (1994), Assayas había apostado por la extensión de un capítulo de una serie en un largometraje, con 'Carlos' (2010) fue al revés. El cineasta dirigió una miniserie de tres episodios y 333 minutos en total que decidió estrenar como largometraje acortando su metraje a los 165 minutos. Con lo cual, existen dos versiones de un mismo proyecto, uno para la gran pantalla y otro para la televisión.

Ambas versiones fueron ampliamente aplaudidas, especialmente la serie, que logró el Globo de Oro a la mejor miniserie y una candidatura para su protagonista, Édgar Ramírez, al mejor actor en una miniserie o telefilme en los premios del Sindicato de Actores de Hollywood. La versión cinematográfica le otorgó a Ramírez el César al mejor actor revelación, filme obtuvo el premio a la mejor película extranjera en el Círculo de Críticos de Nueva York y en la Asociación de Críticos de Los Ángeles, donde Assayas también obtuvo el premio a la mejor dirección.

Assayas echa la mirada atrás y recuerda sus vivencias del Mayo francés del 68 con 'Después de mayo', ganadora del premio al mejor guion en el Festival de Venecia. El director reflexiona sobre sus vivencias, las consecuencias que trajo esa revolución y cómo influyó en el juventud y también en el cine. Con la experiencia que le dio la vida, el cineasta expone un trabajo depurado y muy entregado, como si hablase al realizador de sus primeros filmes.

Olivier Assayas hace su propia reflexión sobre un filme que bebe de grandes obras maestras del séptimo arte como 'Eva al desnudo' (1950) o 'Persona' (1966). Tres mujeres (Juliette Binoche, Kristen Stewart y Chloë Grace Moretz) en un juego de espejos, dos de ellas son el reflejo del pasado y el futuro, la tercera en discordia ejerce de un metafórico presente. Una obra de teatro, en la que la más joven lleva al camino de la perdición a la más adulta. Assayas trae uno de sus elementos habituales, las relaciones intergeneracionales, para hacer un reflexión sobre el paso del tiempo, lo efímero del éxito y la juventud como espiral de perdición. Un magnífico largometraje con el que Assayas mostraba su lado más contemplativo, con preciosas imágenes del fenómeno de las nubes de Maloja en Suiza.

'Viaje a Sils Maria' fue el reconocimiento de la crítica a Kristen Stewart, logrando huir de la etiqueta de la saga 'Crepúsculo' logrando el premio César a la mejor actriz de reparto, que fue el inicio de una serie de galardones entre los que estuvieron el premio a la mejor actriz secundaria en el Círculo de Críticos de Nueva York, aspirando al mismo premio en la Asociación de Críticos de Los Ángeles y de Chicago. Mostrada en la Selección Oficial del Festival de Cannes.

Kristen Stewart se convirtió en la nueva musa del director. Tras el éxito de 'Viaje a Sils Maria' (2014), Assayas volvió a contar con ella para su siguiente película, la inclasificable 'Personal Shopper'. Esta vez, Stewart saltaba al papel protagonista, con un largometraje que combina elementos del terror, con escenas sobrenaturales, asesinatos y un misterioso fantasma que persigue a Stewart. El cineasta aprovechaba esos elementos para hacer una crítica a la sociedad y su excesiva dependencia de las nuevas tecnologías.

Si con 'Sils Maria', Stewart logró hacerse un nombre en la industria de cine independiente, con 'Personal Shopper' terminó de consagrarse, al lograr magníficos comentarios por su interpretación Maureen, una joven estadounidense que trabaja como asistente de modelos y actrices, encargándose de elegir su vestimenta y de que estén a la última. El filme, mostrado en la Selección Oficial del Festival de Cannes, obtuvo la Palma de Plata a la mejor dirección para Assayas (ex aequo con Cristian Mungiu por 'Los exámenes').

Mostrada en la Selección Oficial del Festival de Venecia, 'Dobles vidas' es una comedia en la que Assayas hace una crítica hacia la sociedad burguesa (los famosos BoBo, burgueses bohemios) en la que aprovecha para mostrar una película de relaciones de pareja, en las que hay un interesante trasfondo sobre las lealtades y el compromiso en una época de relativización de las parejas a largo plazo. El cineasta también aborda la realidad tecnológica, con un protagonista (Guillaume Canet) que trabaja como editor de libros y que ve cómo lo abstracto (el libro electrónico) va comiendo terreno rápidamente a lo físico (el libro de papel).