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1935 - 2019

Muere Bibi Andersson, una de las favoritas de Ingmar Bergman, a los 83 años

La actriz sueca murió el domingo 14 de abril a los 83 años, según ha informado su hija Jenny Grede Dahlstrand.

Por Jorge Sánchez Saguar 15 de Abril 2019 | 18:46

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La actriz sueca Bibi Andersson, con más de 50 películas en su trayectoria y conocida por ser prácticamente una pieza fija en las obras del director Ingmar Bergman, ha fallecido este domingo 14 de abril a los 83 años. Lo conocemos después de que su hija Jenny Grede Dahlstrand lo comunicara a la agencia AFP.

El histórico plano de la película 'Persona' en el que Bergman fusiona los rostros de Bibi Andersson y Liv Ullmann, con el objetivo de experimentar con las identidades de sus personajes, se ha quedado sin una de sus mitades. Con esa película Andersson comenzó a ser reconocida mundialmente. Interpretaba a Alma, una enfermera encargada de cuidar a Elizabet Vogler (Liv Ullmann), que es una actriz que se ha quedado sin voz. Poco a poco se va transformando esa relación de paciente-enfermera en una más intensa en la que llegan a entrelazar sus identidades.

Bibi Andersson

Nació en Estocolmo el 11 de noviembre de 1935, hija de un empresario y de una trabajadora social. Mientras aún estaba estudiando conoció a Ingmar Bergman en los comienzos de los años 50, gracias un anuncio publicitario de jabones en barra. Además de 'Persona', también protagonizó, bajo la dirección de Bergman, 'El séptimo sello' o 'Fresas salvajes'. Con todo, al cabo del tiempo llegaron a compartir más que una relación profesional.

No estuvo sola Bibi Andersson, junto con Ullmann, Ingrid Thulin y Harriet Andersson formaron un grupo de actrices que compartieron carrera durante años y ayudaron a agrandar la imagen y la trayectoria de Ingmar Bergman.

Más allá de Bergman

Siempre quiso que su carrera se mantuviera independiente para poder crecer libremente, por lo que aparte de su asociación con el conocido director, también actuó para otros directores suecos como Vilgot Sjöman, con quien trabajó en 'The Mistress'. Pero ella además hablaba muy bien inglés, por lo que pudo irse a EE.UU. y colaborar con John Huston en 'La carta del Kremlin' o Robert Altman en 'Quinteto'.

Vino incluso a España en los años 90 para participar en la película de Gracia Querejeta 'Una estación de paso', y lo hizo de nuevo una década después con la co-producción noruega-española 'La escarcha'. Esta fue su última película ya que en 2009 también sufrió un derrame cerebral que la paralizó parcialmente.

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