Diane Keaton, leyenda del cine conocida por sus papeles en la trilogía de 'El Padrino' o en varias de las películas mejor valoradas de la filmografía de Woody Allen: El documental, falleció el 11 de octubre a los 79 años de edad. No han trascendido las causas de su muerte, pero un amigo íntimo ha declarado a People que fue "una persona divertida hasta el final".
Su sentido del humor fue siempre una de las características principales desde que se mudó de Los Ángeles a Nueva York a mediados de los 60, cuando apenas tenía 20 años, para dedicarse al teatro. Por el camino se cambió el nombre artístico de Diane Hall, apellido que le daría mucho apenas una década después, a Diane Keaton, utilizando el apellido de soltera de su madre, a quien admiraba por su espíritu artístico.
Su etapa en el teatro estuvo marcada por la bulimia que sufrió tras los comentarios de un director sobre su peso, aunque superó la enfermedad a finales de los 60, momento en el que se topó por primera vez con Woody Allen en una obra de Broadway y justo antes de dar el salto a la gran pantalla.

Su primera película fue 'Amantes y otros extraños' en 1970, y su segunda ni más ni menos que 'El Padrino'. La actriz, que reconoció más tarde que ni siquiera se había leído el libro de Mario Puzo cuando hizo el casting, ya que se dedicaba a ir de una audición a otra para conseguir un papel, vio su vida cambiar para siempre con su interpretación de Kay Adams, la doliente pareja de Michael Corleone (Al Pacino). Repetiría uno de sus roles más destacados en las dos siguientes películas de la trilogía, por las que nunca obtuvo una nominación al Oscar.
El reconocimiento le llegó en 1978 con 'Annie Hall', su primera y única estatuilla. Para entonces ya se había consagrado como la musa de Woody Allen, para quien llegó a protagonizar hasta siete películas entre 1973 y 1993: 'El dormilón', 'La última noche de Boris Grushenko', 'Annie Hall', 'Interiores', 'Manhattan', 'Días de radio' y 'Misterioso asesinato en Manhattan'.

La actriz estuvo nominada al Oscar otras tres veces, siempre como actriz principal: en 1982 por 'Rojos', en 1997 por 'La habitación de Marvin' y en 2004 por 'Cuando menos te lo esperas', tres clásicos de tres décadas distintas que nos hablan de la trascendencia de Keaton en la industria. También estuvo presente en largometrajes que, si bien no tenían como objetivo ganar premios, sí se quedaron en el recuerdo del gran público, como 'El padre de la novia', 'El club de las primeras esposas' o 'Book Club'.
Descanse en paz.