8 películas para una Nochevieja cinéfila

C.C. Baxter, empleado de una empresa de seguros, presta su casa a sus jefes para que estos se puedan ver con sus amantes. Lo que espera le sirva para crecer en la empresa se complica al descubrir entre las invitadas a una joven ascensorista.

Para comenzar, tenemos una película con una escena de Nochevieja realmente famosa, que supone justo el momento antes de que el film acabe. ¿Jack Lemmon se ha pegado un tiro? No, afortunadamente es la botella de champán que acababa de abrir. El suertudo tendrá el placer de compartirla con Shirley MacLaine, que ha abandonado la fiesta para pasar fin de año al lado de Lemmon. Hay pocas formas mejores de celebrar la Nochevieja.

Joe Gillis es un joven escritor de segunda fila que, acosado por sus acreedores, se refugia casualmente en la mansión de Norma Desmond, antigua estrella del cine mudo, que vive fuera de la realidad, acompañada únicamente de su fiel criado Max. A partir de ese momento, la actriz pretende que Joe corrija un guión que ella ha escrito y que va a significar su regreso al cine.

Estamos ante una de las películas mejor valoradas de la historia del cine. El maestro Billy Wilder dirigió una cinta que, si bien no trataba sobre Nochevieja, tenía una importante escena durante ese día en la que William Holden bailaba junto a su "querida" Gloria Swanson. No es la mejor forma que quisiéramos para empezar el año, porque es bastante deprimente todo lo que acontece, pero es indudable la calidad del film en cuestión.

'Noche de fin de año' es una celebración de amor, esperanza, perdón, segundas oportunidades y nuevos comienzos, a través de las historias entrelazadas de parejas y personas solteras, contadas con el telón de fondo de la emoción y lo que Nueva York promete en la noche más deslumbrante del año.

Si lo tuyo es pasar la Nochevieja junto a un montón de estrellas (y no precisamente del cielo), esta es tu película. 'Noche de fin de año' nos brindaba a un reparto repleto de célebres actores y artistas para apostar por un film muy comercial que, sin embargo, recibió por lo general malas críticas. Las buenas interpretaciones por sí solas nunca han sido garantía de que una película funcione. He aquí el ejemplo.

Amanda Woods, una chica americana que posee una próspera agencia de publicidad especializada en trailers de películas, vive en el sur de California y acaba de romper con su novio. Por su parte, Iris Simpkins, redactora de la popular columna de bodas para el London Daily Telegraph, vive en una encantadora casa de campo en Inglaterra y sus relaciones con los hombres tampoco son fáciles. A través de internet llegan a un acuerdo para intercambiarse sus respectivas viviendas durante las Navidades.

Se trata de otra obra de la popular Nancy Meyers, que fichó a cuatro actores de moda (o que, al menos, nunca parecen pasar de moda) para interpretar una comedia romántica sin pretensiones, que se deja ver con facilidad. El buenrollismo se contagia en la última escena del film, en la que Jude Law, Cameron Díaz, Jack Black y Kate Winslet celebran la llegada de un nuevo año entre bailes y besos. Para los que les gusten las Nocheviejas más dulces.

Sergio no podía acabar peor 2010. Es Nochevieja, cae la mayor nevada en treinta años, todos los vuelos están cancelados y encima tiene que tomarse las uvas con el resto de pasajeros en un hotel de carretera. Pero eso no es lo peor. Sergio tendrá que ingeniárselas para conseguir en una sola noche lo que no ha conseguido en varios meses: recuperar a su ex novia Bea antes de que se vaya a trabajar a Alemania. Todo ello con la ayuda de un grupo improvisado de viajeros que forman el peor equipo del mundo: Juancarlitros, un amigo de la infancia que quiere ser humorista; un separado que viene cabreado de Punta Cana y un empleado del hotel que no tiene con quién celebrar la Nochevieja.

Borja Cobeaga lo volvió a hacer. 'Pagafantas' ya fue divertida, pero 'No controles' podríamos atrevernos a decir que la superaba. Con una larga nochevieja de por medio, Unax Ugalde hacía de chico tímido mientras era torturado por los chistes malos de un Julián López muy entregado. Seguro que habrá muy pocas formas mejores de pasar la nochevieja que con la curiosa cuadrilla que nos trajo el gran Cobeaga.

Eddie es un joven que sueña con ser actor cuando le descubre Jaca Hormer, un director de cine porno que considera su trabajo como una forma de arte. Eddie se cambia el nombre por el de Dirk Diggler y se sumerge por completo en el estilo de vida y las relaciones de la industria del porno de los últimos años 70.

Se podrá decir lo que se quiera de esta película pero, desde luego, era muy diferente a lo que solemos ver normalmente por ahí. Paul Thomas Anderson se ponía al frente de un curioso film cuya escena de nochevieja más recordada era la de William H. Macy suicidándose después de haber matado a su mujer. No, la Nochevieja en esta cinta no era lo que podríamos llamar alegre precisamente.

Durante una nochevieja en un hotel de Los Angeles, un botones es continuamente solicitado por los ocupantes de cuatro habitaciones. En una se han reunido unas brujas, en otra un hombre apunta con un revólver a su mujer, que está atada a la cama, en la tercera un gángster y su mujer le piden que cuide a sus hijos, y en la cuarta dos hombres se apuestan un encendedor.

Sabemos que Quentin Tarantino es un tipo extraño, pero brillante. Por lo tanto, era de esperar que cuando se juntara con sus amiguetes directores y recreara su Nochevieja perfecta no fuera exactamente la que nosotros querríamos vivir en nuestras propias carnes. Sin embargo, ver a Tim Roth superado por las circunstancias en tan surrealistas situaciones fue un placer del que nunca nos arrepentiremos. Una Nochevieja para enmarcar.

Nueva York, 1979. En un hospital de Manhattan acaba de nacer Christine, una niña preciosa. Ese mismo día, en el Vaticano, un joven sacerdote le comunica al Papa que esa niña lleva la marca del Anticristo. En 1999, Jericho Cane, un ex-policía amargado, salva a Christine del asalto de unos ladrones. Desde entonces Cane será víctima de la persecución de terribles fuerzas sobrenaturales.

Aprovechando la entrada del nuevo milenio, nuestro querido Arnold Schwarzenegger se metió de lleno en una carrera contrarreloj por salvarnos del fin del mundo. Una Nochevieja un tanto extraña, como la misma película, es lo que esperaba al forzudo actor y a su compañera, que debían verse las caras con el mismísimo diablo, encarnado por un genial y desatado Gabriel Byrne.