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San Sebastián, día 7: 'Diecisiete', la comedia de Netflix, funciona genial en una sala de cine

Daniel Sánchez Arévalo vuelve con su mejor película desde 'Azuloscurocasinegro' y lo hace de la mano de Netflix.

Por Javier Pérez Martín 27 de Septiembre 2019 | 13:21

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Un donostiarra nos ha llevado a comer la mejor torrija de la ciudad en el Ni Neu. Un ladrillo del cielo bañado en leche y azúcar, acompañado de una bola de helado, que me ha hecho replantearme todas mis creencias. Después me han contado que eso de "la mejor torrija de la ciudad" es muy relativo, y que hay mucha competencia. Por un momento, a la hora de la siesta y a punto de entrar a ver la película número 27 en una semana, he deseado que esto fuera un festival de repostería y no de cine. Pero de cine es, y hoy ha presentado película aquí, por primera vez en la sección oficial aunque fuera de competición, Daniel Sánchez Arévalo. Seis años después del estreno de 'La gran familia española' el madrileño vuelve con su quinto largometraje como director y guionista, y lo hace gracias a Netflix.

¿Ya no hay un lugar en las salas de cine para un director así, a caballo entre el cine comercial y el de autor? Puede. Los que vean 'Diecisiete' en su salón no sentirán cómo toda una sala de cine se entrega a una comedia feel-good como esta, que funciona como un reloj a diferencia de las últimas películas del director. Una road movie rodada en Cantabria (cuyos paisajes sabe aprovechar muy bien) sobre dos jóvenes hermanos huérfanos que intentan reconstruir su relación mientras buscan un perro perdido. Están las obsesiones de Sánchez Arévalo (la fraternidad, las relaciones enfriadas, las crisis personales, la incomunicación), como también está su sensibilidad, esa masculinidad vulnerable que han sabido encarnar tan bien Quim Gutiérrez, Raúl Arévalo y Antonio de la Torre. A estos casi que los descubrió Sánchez Arévalo, quien ahora nos regala dos fenómenos del mundo del teatro, Biel Montero y Nacho Sánchez. Los dos están magníficos, mezclando la naturalidad con el buen timing para la comedia mientras desprenden química a borbotones. Creo que les veremos mucho en los próximos años.

Diecisiete

Dos películas hablando de las clases bajas británicas. La primera, en sección oficial, ha sido la tercera película de Sarah Gavron ('Sufragistas'), 'Rocks', sobre una niña que se encuentra sola con su hermano pequeño cuando su madre los abandona. Lo mejor de la película es ese grupo de amigas de la protagonista, todas esas niñas que no son actrices profesionales y sudan verdad e inocencia. Un grupo compuesto en su mayoría por niñas de etnias no caucásicas, hijas de inmigrantes de todos los colores y culturas, que construyen una pandilla basada en la confianza, la seguridad y la sororidad. Enganchadas al móvil y acostumbradas a comunicarse vía Snapchat e Instagram, la vida de Rocks y sus amigas es sencilla, como la de cualquier otro niño británico. Por eso me sobra un poco la trama central de la película y el drama, algo manido y tratado de una forma muy débil.

La otra es 'Sorry we missed you', una de las películas de Perlak preferidas por el público. Lo nuevo de Ken Loach, que, como Costa-Gavras, ha centrado su carrera como director en contar historias con trasfondo político y social. Aquí Loach aborda un tema tan relevante como la nueva clase obrera autoexplotada que trabaja para apps como Uber, Glovo y demás. El protagonista es un padre de familia que empieza a trabajar como repartidor para una empresa que entrega paquetes a domicilio. Pero es autónomo, se tiene que comprar él mismo su vehículo y tiene que trabajar unas 12 horas al día para ganar un sueldo digno. Si un día enferma o tiene un problema familiar, tiene que encontrar él mismo a un sustituto o pagar una cuantiosa multa. Loach pone ante nuestros ojos el drama que vive el repartidor que nos trae los paquetes de Amazon a casa, y lo hace sin histrionismos ni trampas, confiando en que nos dolerá lo que vemos por sí mismo. En mi caso lo consigue, gracias a ese tierno matrimonio protagonista, interpretado por Kris Hitchen y Debbie Honeywood, dos novatos muy convincentes.

San Sebastián, día 7: 'Diecisiete', la comedia de Netflix, funciona genial en una sala de cine

Apocalipsis, ahora

Otro de los muchos descubrimientos de la sección Horizontes latinos es 'Monos'. El segundo largometraje del brasileño Alejandro Landes, que viene de Sundance y Berlín, nos presenta a un comando de niños guerrilleros en la selva colombiana. Una especie de 'El señor de las moscas' rodada con la potencia visual de 'Apocalypse Now'. Está llena de paisajes increíbles, pero el mérito está en cómo Landes rueda la naturaleza, llegando a convertir lo salvaje en arte abstracto y explorando lo físico y lo animal de los cuerpos de los personajes. Tiene un admirable reparto muy joven al que acompaña Julianne Nicholson (interpretando a una pobre doctora americana secuestrada por los niños). Interesantísima reflexión sobre la falta de moralidad, e incluso de humanidad, en unos niños que no conocen más que la jungla y la guerra, pero en los que sigue brotado la inocencia, la esperanza e incluso la alegría. Otra gran propuesta de la distribuidora BTeam, que junto con 'Ema' y 'La hija de un ladrón' tiene algunas de las mejores películas del festival.