Si el objetivo de la magia es sorprender al espectador, es de suponer que el objetivo de una película centrada en la magia sea el mismo. 'Ahora me ves 2' no cumple esa misión y, de hecho, se queda muy lejos. Cuesta creer que a alguien le sorprenda el final de la película y es difícil concebirla como algo que vaya a perdurar en la cabeza del espectador más allá de la salida de la sala de cine. Se ven muchos trucos; magia, poca.
Está claro que podría funcionar en una misión más sencilla como es la de ser puro entretenimiento, aunque esto también es cuestionable. Se hace difícil aguantar la totalidad de la película sin mirar un par de veces el reloj. 'Ahora me ves 2' supera las dos horas de duración innecesariamente. Lo más probable es que el grueso de la gente que acude a verla lo haga por un reparto infestado de nombres de importancia que tampoco aportan nada demasiado llamativo, ni siquiera la incorporación de Daniel Radcliffe.
'Ahora me ves 2' es más como un trozo empalagoso de queso de los ochenta, una oportunidad para pasar dos horas viendo a unos personajes que gustan haciendo meras variaciones de lo que se ha visto en la precuela.
Jon M. Chu ('Step Up' ) se ha hecho cargo de la dirección de Louis Leterrier, y tiene un toque más ligero. Él parece conseguir que la estupidez se cueza en ella .
Solemos ver películas y preguntarnos, "¿cómo han hecho esto?", el problema con 'Ahora me ves 2' no es que sepamos la respuesta, sino que no estamos ni inspirados para hacer la pregunta.
Los paralelismos con los superhéroes siguen llegando, y eso es claramente intencional. La película es consciente de su lugar en un paisaje cinematográfico que prefiere sus combatientes del crimen tengan al menos algún tipo de aumento en su habilidad personal. Sin embargo, 'Now You See Me 2' sabe que sus héroes no pueden salvar al mundo, y lo más importante, sabe que salvar el mundo sigue vinculando con la muerte en otras películas, y que nadie en el público espera nada menos.