...bad bad thing.

Mentirosa. Engañosa. Y me explico. Cuando Eyes wide shut estaba de promoción la vendieron como un relato erótico centrado en la pareja protagonista del momento y sus escarceos morbosos delante del espejo, es prácticamente la única escena que salía en los trailers. Se mintió al espectador expresamente supongo, así que éste fue al cine a ver carne fácil y mostrada con picardía, o, en mi caso alquilarla para ver eso. Total, que nos encontramos algo diferente a lo que nos vendieron ya que apenas hay sexo en la pelicula y mucho menos entre Kidman y Cruise, y sentí decepción. Aparte, yo era muy joven y no la entendí. Con lo cual no me gustó y la olvidé durante años. Este es el vivo ejemplo de que hay que darle más oportunidades a una película que no te guste, sea cual sea. Porque es posible que en un futuro la disfrutes, le acabes pillando ese algo, la entiendas y consideres incluso que es de lo mejor que has visto en la vida. Tampoco hay que tener un master para entenderla pero si considero que, al menos en este caso, debes haber vivido un poco para que te agrade y puedas sentir empatía hacia ciertos comportamientos, por cierto, muy humanos. La madurez te da perspectiva.

La película me habla de paranoia, de celos, de orgullo y dolor, de conspiración, de una pareja con serios problemas, de infidelidad, de miedo...Hay muchos temas para descuartizar de lo lindo. Y todo en el ambiente elitista, secreto y sectario de las orgías más selectas y exclusivas. Habría que ser muy simple para pensar que no existen. Y más simple todavía el pensar que el sexo es lo único que se practica en esos lares y más te vale callar porque puedes acabar siendo acosado como el protagonista y con los...por corbata.

Está mostrado de una manera exquisita, muy fina, claro ambiente veneciano por las máscaras e interiores. Ritmo lento, acorde con la duración del film (que la versión extendida todavía es más larga) que juntamente con el tema musical de fondo te va poniendo nerviosa y va creando dudas y curiosidad por ver más, por ver como sigue y se aclara esta especie de acertijo tan ingenioso.

La pareja protagonista está correcta, Pollack también y por supuesto la dirección que lleva ese sello tan personal, intransferible y profesional de uno de los grandes por excelencia que es Kubrick, como no, que con esta obra se despedía para siempre aunque no en nuestra memoria.