Al igual que otras comedias co-escritas y/o dirigidas por Sean Anders, es divertida a ratos, aunque, precisamente por esto, termine demostrando un exceso de confianza.
De una manera vulgar y grotesca plantea preguntas acerca de la masculinidad moderna, la sabiduría de hacer lo correcto y el atractivo sexual de la decencia.
En sus mejores momentos, es una pícara exposición de las fragilidades de la autoimagen masculina contemporánea: en sus peores momentos, un slapstick simplón. Siendo una comedia de Will Ferrell, esos momentos a veces son los mismos.
El Ferrell soso (...) tiende a ser el mejor Ferrell y a pesar de la mediocridad general de la película en la mayoría de los aspectos, (...) su tambaleante giro estelar cumple con las expectativas.
'Padres por desigual' se plantea como una comedia que hace aguas: Sus ritmos son lentos, sus bromas predecibles y los gags construidos con tanta deliberación que incluso la visión de Ferrell perdiendo el control de una motocicleta, y estrellándose en una casa apenas levanta una ceja.