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CRÍTICA

'Enemy': Dualismo existencial

Jake Gyllenhaal protagoniza por partida doble un inquietante thriller filosófico dirigido por el canadiense Denis Villeneuve

Por Jorge R. Tadeo 27 de Marzo 2014 | 10:40

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"El caos es un orden por descifrar" es la sugerente cita con la que arranca 'Enemy', adaptación de la novela 'El hombre duplicado' del Nobel portugués José Saramago. En efecto, el film del interesantísimo cineasta canadiense Denis Villeneuve, es un pequeño rompecabezas conceptual que invita a la reflexión para que el espectador pueda colocar en su mente las piezas que llevan a destapar sus enigmas y su mensaje.

Lejos de resultar un film sencillo de digerir, 'Enemy' puede ser sin embargo un thriller de lo más estimulante si uno entra desde el inicio es su juego de identidades difuminadas y una atmósfera angustiosa muy lograda por el director, que encuentra además en Jake Gyllenhaal -por segunda vez tras su colaboración en la excelente 'Prisoners'- un perfecto protagonista por partida doble.

'Enemy': Dualismo existencial

La premisa es sin duda sumamente atractiva y recuerda en cierto modo al clásico 'La doble vida de Verónica' de Kieslowski. Aquí, un profesor universitario de Toronto lleva una vida de lo más anodina hasta que descubre un día en una película a un actor que tiene un enorme parecido físico con él mismo. Lejos de dejar pasar la anécdota, decidirá investigar sobre 'su doble' hasta el obsesivo punto de forzar un encuentro de curiosas consecuencias que obviamente no desvelaremos aquí.

A vueltas con la identidad

Por medio de un ritmo pausado, que puede causar inquietud en una parte de la audiencia, Villeneuve entrega un interesante film de tesis sobre la identidad del individuo (uno de los temas preferidos de su compatriota David Cronenberg, cuyo eco resuena durante todo el film) y cómo el entorno social afecta a la misma, que puede verse también, por qué no, como una anotación sobre la fina línea entre lo real y lo onírico, entre otras interpretaciones de raíz filosófica que suscitará en el espectador interesado en sumergirse en su encriptada tela de araña conceptual.

'Enemy': Dualismo existencial

'Enemy' se beneficia de un estupendo Jake Gyllenhaal, que tiene un papel fundamental para que el arriesgado ejercicio narrativo funcione. El actor está presente en la práctica totalidad del metraje y sostiene el film sobre sus hombros matizando su doble personaje de manera admirable, entregando probablemente su interpretación más compleja hasta la fecha. Si el espectador sigue enganchado a una trama que a veces roza el delirio, es por el magnetismo que suscita el actor al reflejar el torturado viaje interior del protagonista.

En definitiva, siendo un film incómodo por situar al espectador en un casi perpetuo estado de confusión, la película de Villeneuve enganchará sin duda a esas audiencias poco acomodaticias, que acepten de buen grado el reto de desenmarañar en su propia mente las claves de sus enigmas. Un thriller tan sugestivo e inteligente como difícil de recomendar, cuyo impactante final abierto será sin duda muy comentado (y discutido) entre el público.

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