å

CRÍTICA

'El último cazador de brujas': Añorando pasados

Vin Diesel cambia los coches por la brujería en 'El último cazador de brujas', proyecto en el que actúa junto a Elijah Wood, Michael Caine y Rose Leslie. La película llega a España el próximo 30 de octubre.

Por Idoia Hernández Colorado 26 de Octubre 2015 | 18:37

Comparte:

Ver comentarios (4)

Vin Diesel vuelve por todo lo alto con su último proyecto, 'El último cazador de brujas', que se estrena en España el próximo 30 de octubre. El actor americano ha decidido dejar de lado, temporalmente, los coches de 'Fast & Furious' para pasarse a la brujería.

Cazador

'El último cazador de brujas' narra la historia de Kaulder (Diesel), quien se encarga de matar a la Reina Bruja durante la Edad Media. Antes de morir ésta le maldice con el don de la inmortalidad, lo cual le aleja de su hija y de su mujer para siempre. A medida de que pasan los años, Kaulder ha aprendido a convivir con las personas del siglo presente, sin embargo, el mundo no se ha liberado de la batalla entre cazadores y brujas. Poco a poco, Kaulder descubrirá que nadie es quien dice ser y tendrá que enfrentarse de nuevo a los demonios de su pasado, que le perseguirán para atormentarle de por vida.

'El último cazador de brujas' es un proyecto con el que Vin Diesel ha decidido arriesgarse tras la última entrega de 'Fast & Furious'. El actor presume, a su vez, de estar rodeado de grandes celebridades como Elijah Wood, Michael Caine o Rose Leslie -entre otros-, que le acompañan en este trepidante torbellino de aventuras. No obstante, un elenco estelar no hace que un filme sea bueno, ni mucho menos. 'El último cazador de brujas' es una de esas películas que prometen mucho y luego no te ofrecen nada; un proyecto cuyo tráiler te engaña para ir al cine y pagar por la entrada. Cuando comienzas a meterte dentro del filme y empiezas a creer que tendrá futuro, éste acaba arrojándote un cubo de agua fría encima.

¿Cuándo estamos?

Hollywood sigue quedándose a medio camino y no consigue atinar con casi ninguno de los blockbuster que hace. No hay manera de que éste vuelva a recuperar esa esencia del cine formalista, la cual disfrutábamos tanto antaño. Sin lugar a dudas, el cine ya no es lo que era. Podría decirse que 'El último cazador de brujas' está dividida en dos partes, bien diferenciadas. Por un lado, tenemos la Edad Media, donde Diesel podría hacerle competencia a Travis Fimmel y a su Ragnar Lodbrok en 'Vikingos'. En serio, lo más digno del proyecto es ver al actor caracterizado como un auténtico guerrero. Por otro lado, tenemos el siglo XXI, el cual acaba acaparando el resto de la película. El problema viene cuando el espectador se piensa que lo que realmente va a ir a ver es a un Vin Diesel de la Edad Media y después se da cuenta de que la película transcurre -mayoritariamente- en la época actual.

Vin Diesel

Aquí convendría tratar el tema del marketing. La película se ha promocionado, a través de pósters, tráilers y spots, como una película sobre la Edad Media, mientras que después es todo lo contrario, o al menos parecía más compensada. Quizá esta sea una de las razones por las que salí un poco decepcionada de la sala, pues, a simple vista, el proyecto parecía prometer bastante. Al final, éste no es nada nuevo que no hayamos visto ya antes; una copia, más o menos, predecible de diferentes filmes sobre criaturas sobrenaturales, que nos intentan vender a través de una cantidad de publicidad incoherente e innecesaria. Lo que hace que la película se salve es su impresionante diseño de producción y efectos especiales, haciendo de ésta un proyecto entretenido, el cual te sirve para evadirte de la realidad durante un corto periodo de tiempo, pero poco más.

Si buscáis un buen guión y una trama compleja, este no es vuestro proyecto. Cada vez que el filme intenta conseguir algo deslumbrante, éste se desinfla yendo hacia atrás como los cangrejos. A ratos ameno y otras veces muy tedioso, 'El último cazador de brujas' está formada por personajes demasiado estereotipados con diálogos uniformes, que no son lo suficientemente interesantes como para hacer que el espectador se interese por querer saber algo más sobre ellos. La película, simplemente, es el resultado de un proyecto decidido a ofrecer efectos especiales sin fronteras. A pesar de ser visualmente correcta, los giros demasiado conocidos, las interpretaciones limitadas y el laxo guión no ayudan a mejorar el filme. En definitiva; una película entretenida, pero que, desafortunadamente -o afortunadamente-, no conseguirá cazarnos.