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CRÍTICA

'Piratas del Caribe: La venganza de Salazar': Jack Sparrow en busca del rumbo perdido

La quinta aventura de Jack Sparrow consigue regresar bastante a los orígenes de la saga, aunque el desgaste del personaje de Johnny Depp sea más que evidente.

Jesús Agudo
Por Jesús Agudo Más 22 de Mayo 2017 | 15:01
El redactor más veterano de esta web. Palomitero y fan de que las series estrenen un capítulo por semana.

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El caso de 'Piratas del Caribe: En mareas misteriosas' es bastante paradójico. La sensación general es que no convenció a casi nadie, y sin embargo estuvo a punto de convertirse en la más taquillera de las cuatro (gracias, sobre todo, al mercado internacional). Hacer una quinta entrega sonaba arriesgado, porque quizás el público haya abandonado ya el barco. Pero Disney sigue confiando en Jack Sparrow, y nos trae 'La venganza de Salazar', un intento de arreglar el desaguisado de la anterior y regresar a los orígenes de la saga, a la magnífica película de aventuras que era 'La maldición de la Perla Negra'.

Piratas del Caribe: La venganza de Salazar

Lo hace confiando el timón a dos desconocidos en el terreno de las superproducciones, los noruegos Joachim Rønning y Espen Sandberg, pero que ya han demostrado que no le tienen miedo al agua (suya es 'Kon-Tiki', nominada al Oscar). Ellos y el guionista Jeff Nathanson ('Atrápame si puedes'), que también se estrena en la franquicia, han decidido comenzar directamente regresando a la historia que lo empezó todo: la de los Turner. La película inicia con un estupendo prólogo en el que el pequeño Henry Turner, harto de no ver a su padre Will (Orlando Bloom), va a buscarle para decirle que hará todo lo posible para liberarle de la maldición del Holandés Errante. Will le dice que lo mejor que puede hacer es olvidarlo. Pero Henry opta por ignorarle y dedicarse a estudiar todas las leyendas del mar, hasta que decide ponerse en busca del Tridente de Poseidón, un artefacto en el que pocos creen, pero que se dice que puede romper todas las maldiciones del mar. Y sabe que solo hay un hombre capaz de encontrar lo que nadie puede encontrar: Jack Sparrow. Perdón. El Capitán Jack Sparrow.

La cosa empieza bien. Además de ese prólogo, la primera escena de acción, centrada en el robo a un banco, nos recuerda lo grande e impredecible que podía llegar a ser la saga, con un alarde de técnica mezclado con unas buenas dosis de humor. Una de las mejores escenas de la película, sin duda, que nos devuelve al Jack Sparrow que nos conquistó una vez, al mismo tiempo que hila su destino con los de Henry (Brenton Thwaites) y Karina (Kaya Scodelario). Se supone que ellos dos deberían ocupar el hueco de Orlando Bloom y Keira Knightley, pero Will y Elizabeth tenían la ventaja de haber protagonizado una historia llena de corazón como era la primera película, algo que le falta bastante a esta entrega. Thwaites sirve como punto de partida de esta nueva búsqueda del tesoro, pero por desgracia ha heredado la interpretación plana de su padre. No llega a transmitir prácticamente nada y tampoco cuenta con mucho protagonismo, por lo que conectar con él es bien difícil. Scodelario lo hace infinitamente mejor que él como la astrónoma que busca el Tridente porque cree que es la clave que le llevará a su padre. Carina es una mujer muy fuerte, que no se achanta ante nada, muy del estilo de Elizabeth. Pero cuenta con un problema, y es que entra en el terreno de las Mary Sues, esos personajes femeninos que lo saben todo, lo hacen todo bien y que al final consiguen el efecto contrario a provocar empatía, terminan siendo un poco pesadas. Y eso que es genial su pelea como mujer de ciencia con un mundo que, precisamente por eso, la considera una bruja. Tiene una escena maravillosa con Jack por la que ya por eso merece la pena el personaje. ¿Pero sería capaz de convertirse en la protagonista de una nueva tirada de películas de 'Piratas del Caribe'? No lo tengo tan claro. Mención aparte para el personaje de Golshifteh Farahani, un añadido que no pinta nada en la historia más que para mostrar lo bien que se les da el maquillaje.

Piratas del Caribe: La venganza de Salazar

Por otro lado tenemos a Jack. He de decir que la evolución del personaje de Johnny Depp nunca terminó de convencerme. En la primera película era tan egoísta, descuidado y necio como el que más (es un pirata, no olvidemos), pero tenía su punto de ternura, y aunque lo vendiera como que ayudaba a Will y Elizabeth por interés personal (y en gran medida así era), se podía ver que también, dentro de su código pirata, quería hacer lo correcto. Pero poco a poco se fue volviendo un personaje más bobo o más vacío, y Depp terminó de quemarlo haciendo un sinfín de personajes en otras películas que, en el fondo, eran Jack Sparrow con distinto disfraz. En este caso no se llega a recuperar el Jack del principio de la saga del todo, pero sigue teniendo sus momentos de carisma desbordante (salvando algún que otro chistaco digno del mayor cuñado) que le han hecho un personaje tan legendario en tan poco tiempo. Sin embargo, el hartazgo está ahí, y por desgracia 'Piratas del Caribe' no puede vivir sin Jack. Quizás es momento de pensar si realmente la gente está dispuesta a seguirle de nuevo hasta el fin del mundo o si es hora de darle unas merecidas (o mucho más largas) vacaciones. La taquilla lo dirá.

Un villano con... ¿salero?

He dicho que 'Piratas del Caribe' es Jack Sparrow, pero también hay un punto muy importante en la franquicia y es el de los villanos. En este caso, el principal antagonista es Javier Bardem, experto en némesis, que se convierte en Salazar, un oficial de la marina española que fue traicionado por Jack hace muchos años y que acabó maldito. Cuando consigue ser liberado decide buscarle para cobrarse su venganza, no sin antes intentar erradicar a todo pirata que se cruce a su paso. El equipo de la película sigue aprovechando los malos para demostrar el poderío técnico que gastan. En este caso, haciendo a Salazar y su tripulación fantasmas a los que solo vemos una parte. Por supuesto, el salto entre el ejército de Salazar y el propio capitán es brutal. Ellos no destacan más allá de las partículas que desprenden al andar, y los tiburones fantasma no están para nada a la altura de lo que ha sido esta franquicia en efectos especiales. Es Bardem el que lleva el hito, ese pelo constantemente ondeando y esa cara resquebrajada que deja ver las entrañas de su cabeza son sin duda llamativos, están bien ejecutados y ayudan muchísimo a darle el toque de maldad al personaje. Uno que resulta muy interesante porque, en realidad, él es el justo, el que caza piratas, pero que no deja de escupir bilis por la sed de sangre y venganza que tiene. Es un villano más interesante que Barbanegra, pero no llega al nivel de Barbossa o Davy Jones. Principalmente por un cierto deje excesivo para hacerlo "más español", con olés y más expresiones que le restan más que darle personalidad. Con lo que funciona su poca misericordia y su entrecortada respiración del que está acostumbrado a vivir bajo el agua...

Piratas del Caribe: La venganza de Salazar

El mejor enemigo (amienemigo ya en este punto) de la saga es y seguirá siendo Hector Barbossa, y Geoffrey Rush sigue dando lo mejor de sí mismo a pesar de ser su quinta película. Desde su primera (y tardía) aparición como el pirata más importante del Caribe desde que Jack está desaparecido, a la evolución de su historia hacia cotas muy emotivas, Barbossa es una de las razones por las que merece la pena seguir entrando en una película de 'Piratas del Caribe'. Por fin conocemos un poco más del personaje en esta entrega, por lo que aunque su tiempo en pantalla no sea tan extenso como en otras ocasiones, cada escena suya es maravillosa.

Precisamente, ya centrándonos en la película, 'La venganza de Salazar' cuenta con escenotes que recuperan el nivel de espectacularidad de la saga. Desde el ya mencionado atraco a una batalla entre cañones (a pesar de un añadido "titánico" absolutamente innecesario), pasando por un bellísimo clímax final, la saga vuelve a brillar con magia y acción, recordándonos lo increíbles y divertidas que pueden ser las películas de aventuras. Los directores han echado todo con la tecnología IMAX y hasta el 3D tiene momentazos (una pena que en España no haya casi salas para disfrutarse como está pensado). Sin duda, uno de los highlights es la escena de la guillotina, que encapsula todo lo grande de esta saga: un Johnny Depp inspirado, un alarde técnico, una coreografiada pelea, carisma y diversión a raudales. Si fuera así toda la película, entonces habrían logrado su cometido de volver a los orígenes. Sin embargo, y aunque la cinta va mucho más al grano y cuenta con menos historias secundarias que molestan (es la más corta de la saga), sigue teniendo puntos muertos que lastran un poco la acción. Pero sigue siendo una película muy entretenida que, una vez más, hace que echemos de menos más cine de aventuras sin superhéroes ni planetas lejanos.

Piratas del Caribe: La venganza de Salazar

'En el fin del mundo' funcionaba perfectamente como fin de una historia, estaba claramente pensada para ser una trilogía, pero llegó 'En mareas misteriosas' y acabó generando esa sensación de estar estirando solo por dinero y no por tener una verdadera historia detrás. Su continuación vuelve a tener bastante la sensación de conclusión, y lo hace mezclando los rasgos característicos de la franquicia con muchos guiños a los fans, comenzando por el cameo de Orlando Bloom, y alguna que otra sorpresa más. Will Turner es parte vital de la saga, y recuperarlo, además de para contentar a los seguidores sirve para recuperar esa importancia de la familia en la saga. 'La venganza de Salazar' vuelve a funcionar como final, no solo por lo que supone el Tridente, sino porque sabe cómo terminar en alto. Sin embargo, nos espera una gordísima sorpresa al finalizar los créditos. Totalmente inesperado, y que genera sentimientos encontrados. Por un lado: curiosidad e incluso ilusión. Por otro: la sensación de que la saga ha dado todo lo que tenía que dar y que habría que ir cerrándola. Pero eso, como siempre, lo acabarán decidiendo los fans. Si vuelve a ser un taquillazo y la sensación es de que, a diferencia de lo que puede parecer de primeras, Jack Sparrow no está tan quemado, por supuesto que habrá sexta aventura. De momento, centrándonos en 'La venganza de Salazar', se agradece que hayan analizado los problemas que tenía la cuarta entrega y los hayan intentado solucionar. Pero sigue contando con muchos otros que son más difíciles de salvar, desde unos co-protagonistas poco interesantes a un Johnny Depp que ya no es el que era. Y si el Capitán Jack Sparrow no brilla como debería, quizás han encontrado una maldición imposible de romper.

Nota: 7

Lo mejor: Consigue ir mucho más al grano y recordar lo divertida e impredecible que podía ser la saga. Y Héctor Barbossa.

Lo peor: Unos secundarios poco destacables y un villano que podría haber sido mucho más. Jack Sparrow sigue estando bastante desgastado.