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21 AÑOS DESPUÉS

La curiosa alergia de Glenn Close y otras curiosidades de '101 dálmatas: ¡Más vivos que nunca!'

Homenajeamos a '101 dálmatas: ¡Más vivos que nunca!', el remake live action de uno de los grandes clásicos Disney de la historia.

Por Eduardo Martín Santos 27 de Noviembre 2017 | 01:38

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En la era de los remakes, las secuelas y las grandes sagas, Disney no iba a ser menos y hace unos años decidió lanzarse de lleno a la piscina con una serie de películas live action de varios de sus clásicos más conocidos. Hasta ahora, hemos podido disfrutar con la 'Alicia en el País de las Maravillas' de Tim Burton; la nueva historia de 'Maléfica' protagonizada por Angelina Jolie; de 'La Cenicienta' con Kenneth Branagh tras las cámaras y Lily James como princesa; de 'El Libro de la Selva', que seguramente sea el mejor film en acción real que ha hecho Disney; y por último, de 'La Bella y la Bestia' y toda su magia. Pero mucho antes de este boom, en 1996, llegó a los cines '101 dálmatas: ¡Más vivos que nunca!', el remake en acción real del Clásico Disney de 1961.

101 dálmatas

Cuando se habla de los mejores Clásicos Disney, '101 Dálmatas' no suele estar en los primeros puestos de la lista, pero es indiscutible que, a su manera, marcó un antes y un después en el cine de animación por su diseño gráfico. Dibujos diferentes, imperfectos y con un toque muy especial para la época que lograron conquistar al espectador. Además, fue muy rentable para la compañía e incluso se ha dicho que su éxito fue clave para que Disney siguiese haciendo animación. Puede que por todo eso, por su inconfundible banda sonora, por esos cachorros tan adorables o por Cruella De Vil, su icónica villana, Disney decidiese hacer '101 dálmatas: ¡Más vivos que nunca!', un remake live action del film de animación con el que esperaba volver a tener el éxito que obtuvo con la cinta original.

En general, el remake no caló especialmente hondo en la prensa especializada y las críticas no fueron demasiado buenas. Por el contrario, entre el público tuvo mucha mejor acogida. Funcionó bien en taquilla y con los años se ha terminado convirtiendo en una de esas películas de los 90 que muchos hoy todavía recuerdan con especial cariño. Glenn Close como la espeluznante Cruella De Vil fue el alma de una cinta que supo adaptarse a la época y que consiguió hacer un buen homenaje a la película original. Por todo ello, en eCartelera queremos darle un homenaje con este especial con 10 curiosidades del film de Disney. ¿Sabíais que Sigourney Weaver pudo ser Cruella?

Curiosidades de '101 dálmatas: Más vivos que nunca'

La alergia al tabaco de Glenn Close

La alergia al tabaco de Glenn Close

Uno de los múltiples signos de distinción de Cruella De Vil en el clásico de animación '101 dálmatas' fue sin lugar a dudas la boquilla que utilizaba para fumar. En la película no podía ser menos, pero Stephen Herek, el director de la cinta, se encontró con un inoportuno e inesperado problema: Glenn Close es alérgica al tabaco. La solución fue sencilla, la actriz decidió fumar cigarros de hierbas. Nadie notó la diferencia y ese signo de distinción continuó estando en este remake live action.

El guiño a 'Los Aristogatos'

El guiño a 'Los Aristogatos'

En el film hay un guiño muy evidente a un Clásico Disney como es 'Los Aristogatos'. Los cachorros ven esta película en la televisión durante varios segundos, hasta que uno de ellos decide cambiar a otro canal. En este cambio de cadena hay otro guiño a otra cinta de Disney (mucho menos conocida, eso sí) como es 'De vuelta a casa: Un viaje increíble', película protagonizada también por un grupo de perros.

Las indicaciones que desconcertaron a Jeff Daniels

Las indicaciones que desconcertaron a Jeff Daniels

Trabajar con tantos perros no tiene que ser fácil para ningún actor. Controlar y dirigir a un grupo de animales así implica tener que dar muchas indicaciones y muchos gritos. Jeff Daniels fue el principal perjudicado de esto. Durante el rodaje, el actor admitió haber confundido más a menudo de lo que le gustaría reconocer los gritos de "Sit" a los perros como indicaciones a él mismo. Su primera reacción fue la de sentarse en la primera silla que veía, hasta que alguien le decía que no era él quien tenía que hacerlo. Anécdotas de un rodaje que parece que fue bastante divertido.

Los abrigos de piel eran falsos

Los abrigos de piel eran falsos

Uno de los rasgos de Cruella era, como no, su enfermiza obsesión por los abrigos de piel. En este remake, como no podía ser de otra manera, también fue uno de sus rasgos de identidad. Pero, a pesar de eso, Glenn Close se negó a usar abrigos de piel reales. Finalmente decidieron utilizar solo abrigos de piel falsos.

El videojuego final de la película acabó comercializándose

El videojuego final de la película acabó comercializándose

Debido al trabajo de diseñador de videojuegos de Roger, a lo largo de toda la película pueden verse varias escenas de videojuegos protagonizados por dálmatas. Uno de ellos, el que puede verse al final, es un videojuego real que salió a la venta para PC un año después del estreno de la cinta. Se llamaba '101 Dalmatians: Escape From DeVil Manor', y tal y como puede verse en la película, fue protagonizado por dos cachorros de dálmata, en este caso Patches y Whizzer.

Las alternativas a Glenn Close para Cruella

Las alternativas a Glenn Close para Cruella

Glenn Close siempre fue la primera opción que se manejó para el papel de Cruella, pero tras la primera oferta, la intérprete tuvo que rechazar el papel debido a conflictos laborales, ya que por aquel entonces estaba trabajando en el musical 'Sunset Boulevard'. Tras la negativa, los productores le ofrecieron el papel a Sigourney Weaver, que también decidió rechazarlo. Tras las dos negativas se le hizo una prueba de cámara a Cathy Moriarty cuyo trabajo no acabó de convencer. Cruella tenía que dar miedo, pero la impresión que dejó Moriarty fue que era demasiado aterradora para una película infantil. Curiosamente, cuando Close acabó su trabajo en el musical Disney todavía no había encontrado a su Cruella, con lo que los productores volvieron a ofrecerle el papel y esta vez recibieron el sí que tanto habían deseado.

Los lametones de los dálmatas tenían truco

Los lametones de los dálmatas tenían truco

Se dice que el perro es el mejor amigo del hombre, y aunque puede ser verdad, en '101 dámtas: ¡Más vivos que nunca!' tuvieron que tirar de imaginación para que los dálmatas estuvieran todo lo cariñosos que la película requería. Para conseguirlo embadurnaron a todos los actores con jugo de carne que consiguió atraer a todos los perros. Un buen truco que consiguió su cometido.

La increíble cifra de dálmatas utlizados

La increíble cifra de dálmatas utlizados

A pesar de llamarse '101 dálmatas: Más vivos que nunca', en la película se utilizaron más del doble de los del título. Un total de 230 cachorros de dálmata y 20 adultos se usaron durante el rodaje. Una cifra asombrosa, pero necesaria para una cinta así.

Al principio Cruella era demasiado blanda

Al principio Cruella era demasiado blanda

Glenn Close tenía un reto importante por delante cuando aceptó el papel de esta icónica villana, pero consiguió superarlo con creces gracias a su implicación y a su gran trabajo. Tras leer el guión de la película, Close creyó que la Cruella que había escrito John Hughes no era una villana lo suficientemente dura. La actriz quería definir más a su personaje y dejarlo en un punto entre divertido, cruel y malvado. Para conseguirlo decidió recurrir a la Cruella De Vil más clásica del film del 1961. Se inspiró en ella todo lo que pudo e incluso cogió detalles y diálogos explícitos que no estaban demasiado bien vistos en esa época. El resultado fue excelente e incluso se comentó que durante el rodaje los propios perros salían corriendo cada vez que la intérprete entraba al set.

El Panther DeVille de Cruella

El Panther DeVille de Cruella

El personaje de Cruella De Vil tiene tantas cosas emblemáticas que resulta complicado quedarse con una. Una de esas cosas es sin duda su coche. Un automóvil muy especial con unos colores muy apegados al personaje que, además, guarda un guiño muy importante con la propia Cruella. El modelo real del coche es el Panther DeVille del año 1977. Un detalle más del film para redondear a la villana.