PARECE IMPOSIBLE

'Adolescencia': Así consiguieron que la cámara volase durante el final del segundo capítulo

Cada uno de los cuatro capítulos de la serie está grabado en una única toma, por lo que conseguir un plano aéreo era una tarea complicada.

Por Amaia Sanz Equiza Más 18 de Marzo 2025 | 16:55
Escribo sobre películas y series porque no puedo vivir dentro de ellas.

Comparte:

¡Comenta!
Stephen Graham en el final del segundo episodio de 'Adolescencia'
Stephen Graham en el final del segundo episodio de 'Adolescencia' (Netflix)

Vivimos en un momento donde la oferta de proyectos audiovisuales es tan grande que conseguir un gran impacto es cada vez más difícil. Pero, a veces, aparece una ficción que consigue justo eso, y es lo que ha ocurrido con 'Adolescencia'. La serie creada por Stephen Graham y Jack Thorne narra la historia de un niño de trece años, interpretado por Owen Cooper, acusado de asesinar a una compañera de clase. El guion y el reparto ya eran más que suficiente para asegurar que nos encontrábamos ante una de las grandes series del año, pero a esto se le suma una técnica especial y muy cuidada que le da un nuevo valor.

Owen Cooper debuta como actor en esta serie donde interpreta a Jamie Miller, el joven acusado de asesinar a su compañera de clas
Owen Cooper debuta como actor en esta serie donde interpreta a Jamie Miller, el joven acusado de asesinar a su compañera de clas (Netflix)

La ficción británica está compuesta por cuatro capítulos, cada uno de ellos rodados en una única toma. Cada uno dura alrededor de una hora y todo ese tiempo es un único plano secuencia, lo que significa que no hay cortes, cambios o pausas, todo está grabado con la misma cámara. Esta complicada técnica puede resultar algo más sencilla cuando toda la acción se desarrolla en el mismo lugar, pero plantea serias dificultades cuando la cámara debe moverse. Así que, si ya es difícil conseguir desplazarse en distancias cortas, imaginaos cómo de complicado debe ser hacer que vuele, como sucede en el final del segundo episodio.

¿Es posible? Esto es lo que se preguntaron el director, Philip Barantini, los creadores y Matthew Lewis, el director de cámara y fotografía. Tenían claro su objetivo: querían conseguir un efecto más etéreo. El problema era que, si querían que la cámara volase, esta no podía estar enganchada a una persona. Finalmente encontraron la solución: un dron. Pero no como estáis pesando, no uno que grabase las imágenes, sino uno al que enganchar la cámara para que esta pudiese seguir grabando sin cortes.