Goya 2023: Pros y contras de los nominados y nominadas a Mejor dirección

La filmografía de Rodrigo Sorogoyen hace tiempo que cuenta con un buen número de joyas que le sitúan como uno de los cineastas españoles más interesantes de los últimos años. Sin embargo, si todavía quedaban algunas dudas al respecto, la tremenda 'As bestas' parece haberlas difuminado por completo. Narrada con pulso maestro y una capacidad deslumbrante para construir momentos de auténtica tensión con los elementos mínimos, esta extraordinaria película no habría sido lo mismo sin el talento, la fuerza y la personalidad de un director que parece incapaz, por suerte, de abandonar la zona reservada a la excelencia. ¿Su victoria en los Goya? El nivel general es maravilloso, pero estaríamos ante un escenario tan justo como incontestable.

La delicadeza, poesía y sensibilidad que aporta Carla Simón a través de su dirección a la magnífica ''Alcarràs' es, sin duda alguna, una de las virtudes destacadas de la película. Manteniendo el nivel demostrado en su notabilísima 'Verano 1993', pero aportando una resplandeciente madurez, el trabajo de la directora es una auténtica delicia repleta de monumentos al detalle, el silencio y la mirada. Una dirección magistral que bien merecería una recompensa tan significativa como la del Goya. Incluso si 'As bestas' termina arrasando, Simón sigue teniendo múltiples opciones de triunfar en esta categoría.

Cuando hablamos de Alberto Rodríguez lo estamos haciendo de un director que no tiene película mala. Tal cual. Responsable de una filmografía admirable, el cineasta andaluz ha sumado una nueva joya a su apabullante catálogo con 'Modelo 77', una de esas cintas en las que todos los elementos funcionan al máximo de su potencial. Una serie de aciertos desde todos los puntos de vista que incluyen, por supuesto, una dirección potentísima que te atrapa desde el primer minuto y no te suelta hasta uno de los planos finales más hermosos que nos ha dado el cine español reciente. Una vez más, espléndido trabajo el de Rodríguez.

Dos años después de maravillar a propios y extraños con la magnífica 'Las niñas', uno de esos debuts que sirven para presentar y confirmar un talento con la misma fuerza, Pilar Palomero se enfrentaba a la siempre complicada tarea de la segunda película. De repente, había expectativas, ganas, ilusión y esperanza depositadas sobre un trabajo que, afortunadamente, cumplía a lo grande. Y es que, ya desde su memorable escena inicial, 'La maternal' es una propuesta que traspasa la pantalla y adquiere la forma exacta de lo natural, disipando los límites que separan la realidad de la ficción y entregando una historia y unos personajes que conmueven sin pizca de artificio. Y gran parte de culpa de este logro lo tiene, evidentemente, la dirección de una Palomero cuya cámara se sitúa siempre a la distancia exacta de los rostros y los sentimientos que marcan esta conmovedora historia. Una nominación más que merecida.

Cuatro largometrajes y cuatro triunfos incontestables. Así anda el marcador profesional de un Carlos Vermut que, tras demostrar su genialidad en 'Diamond Flash', 'Magical Girl', la mejor película española de lo que llevamos de siglo, y 'Quién te cantará', volvía al ruedo con otra película asombrosa. Y perturbadora. Y magnética. Y demoledora. Y grandiosa en su sencillez. Y terrorífica. Y extrañamente poética.

Son varios los factores que hacen de 'Mantícora' una experiencia cinematográfica realmente impactante, pero la sabia, contenida y cruda dirección de Vermut es uno de los más inspirados. La enésima confirmación de un talento único de nuestro cine. Su victoria en la categoría es imposible, pero menudo alegrón verle en este quinteto.