Ese fin de semana llega a nuestras carteleras 'Buscando a Eric', la nueva película del cineasta británico Ken Loach.
Tras firmar unos últimos títulos eminentemente dramáticos como 'El viento que agita la cebada' o 'En un mundo libre...', el director de 'Rompiendo las olas' nos muestra una cara más afable y divertida de lo que nos tiene acostumbrados con una tragicomedia que, pese a su curiosa premisa externa, en realidad no deja de ser una nueva muesca en su habitual cine de denuncia social.
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De este modo, y más allá de la metafórica presencia del ex-jugador del Manchester United Eric Cantona, una suerte de pepito grillo para el protagonista, 'Buscando a Eric' es un nuevo y a la vez reconocible retrato del estrato medio de la sociedad británica, esa clase obrera que tiene al fenómeno futbolístico como particular opio para evadirse de la realidad cotidiana, y a sus ídolos como orgullo y referente.
Ken Loach hilvana un análisis social próximo y afable, retratando con sucinta crudeza a una familia disfuncional tipo, con unos hijos desconocidos y una madre ausente, y el arduo camino de un padre y marido para recuperar esa felicidad perdida, recayendo en cierta volubilidad en su entramado, que oscila del humor naif al melodrama de manera constante. Por ello, 'Buscando a Eric' resulta tan jovial y entretenida como consabida y conservadora, reiterando una fórmula por todos conocida y cuyo principal reclamo es el nombre de su director y el de su mediático protagonista.

Así pues, y a pesar de su liviandad, 'Buscando a Eric' carece de verdadera innovación en la filmografía de su director, resultando poco más que una insistente permutación del drama social ya visto a lo largo y ancho de la filmografía de Loach en títulos como 'Lloviendo piedras' o 'Mi nombre es Joe'.