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CRÍTICA

'Annette': Serenata musical contemporánea

Crítica de 'Annette', dirigida por Leos Carax y escrita por Ron Mael y Russell Mael. Protagonizada por Adam Driver, Marion Cotillard y Simon Helberg. Filme de apertura del 74 Festival de Cannes.

Miguel Ángel Pizarro
Por Miguel Ángel Pizarro Más 20 de Agosto 2021 | 09:05
Colaborador de eCartelera. Apasionado del cine y la cultura en general. Cine europeo y de animación, mi especialidad.

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Nueve años han pasado tras la desmesurada 'Holy Motors', el filme con el que Leos Carax más arriesgó, un proyecto considerado suicida por buena parte de la crítica especializada. Prevista realmente para el fatídico 2020, llega ahora 'Annette', filme de apertura de la 74ª edición del Festival de Cannes, con el que se dio inicio a la temporada cinematográfica de 2021, al ser el primer gran certamen europeo en celebrarse y donde el cineasta obtuvo la Palma de Plata a la mejor dirección. Sin duda, no había mejor puesta en escena que el atrevido musical creado por los hermanos Mael, dúo rock que conforma la banda Sparks.

Annette

Con un inicio fascinante, Carax crea una puesta en escena que introduce al público es una ópera rock contemporánea, un mundo de fábula y alejado de cualquier atisbo real. El cineasta muestra así su afinidad por los romances extremos, aquellos con los que comenzó su carrera como 'Chico conoce chica', 'Los amantes del Pont Neuf' o 'Pola X'. Sin embargo, a pesar de que el largometraje tiene una atmósfera muy francesa, Carax sabe crear una cobertura hollywoodiense y de espectáculo que evoca a títulos clásicos, especialmente a aquellos que tocaron la crónica negra, así como también a filmes más propios de Baz Luhrmann.

En esa historia de amor, hay una serenata contemporánea que muestra el horror disfrazado de estética de comedia romántica. En ella, queda en evidencia como esos romances extremos tienen un trasfondo cruel y despiadado, en el que se muestra una relación de maltrato entre su pareja protagonista. Él, comediante de monólogos; ella, una aclamada soprano. Él busca destruir a su público, ella quiere salvarlo. La carrera de él va en continuo descenso, la de ella es alcanzar la cúspide. Él está atormentado y se odia a sí mismo, ella lo ama a su pesar.

Annette

Carax configura un largometraje que evoca esa herencia operística, aunque deja en evidencia cómo el varón cae en sus propios demonios, aflorando la masculinidad tóxica, la violencia machista y, como coda final, la incapacidad de asumir una paternidad responsable. No es sencillo abarcar todos estos temas y salir indemne, especialmente por sus secuencias musicales, las cuales aparentan cierta esencia de futilidad que esconde frases y reflexiones lapidarias en sus letras.

Un musical que saca a la luz el lado más ponzoñoso de las relaciones sentimentales

En ese apartado, brilla especialmente el guion escrito por los hermanos Ron y Russell Mael, más conocidos como Sparks, cuya banda sonora ya aspira a ser una de las más reconocidas de los musicales contemporáneos, por su radical y atrevida mezcla entre pop, ópera y rock. Junto a ellos, dos fascinantes Adam Driver y Marion Cotillard. Ella vuelve a demostrar ser lo etéreo hecha actriz; él continúa con su afinidad por meterse en la piel de intelectuales o artistas atormentados, siguiendo la línea de 'Historia de un matrimonio'. Como tercero en discordia, Simon Helberg, el actor de 'The Big Bang Theory' demuestra tener pulso para el género musical y dramático, en un papel muy alejado de la icónica sitcom. A ello se le suma un deslumbrante diseño de producción, obra de Florian Sanson.

Annette

Queda la duda de hasta qué punto es biográfico el guion de los Mael. A pesar de no haberse referenciado directamente a Carax, es imposible no pensar que parte de la trama está inspirada en su propia vida, en la misteriosa muerte de la actriz Yekaterina Golubeva, madre de su hija Nastya. Es más, la manera en la que inicia el largometraje hace que se piense más en ello.

Cierto es que 'Annette' no es tan extraña y atrevida como 'Holy Motors', siendo un largometraje más accesible en varios sentidos, aunque eso no quiere decir que sea sencillo de digerir. Una propuesta de trágica ópera-rock que recuerda a títulos tan antitéticos como 'Ha nacido una estrella', 'La bahía de los ángeles' o 'Pinocho'. Un regreso por todo lo alto con el que Carax demuestra que aún no ha perdido su magnetismo y su habilidad para sacar lo más bello de las historias más extremas y violentas.

Nota: 7

Lo mejor: Su inicio, así como las escenas en las que se interpreta uno de los temas centrales del filme: 'We Love Each Other So Much'.

Lo peor: Aunque Carax sabe crear una magnética puesta en escena e historia atormentada de amor; la segunda parte del filme, en la que cobra protagonismo la pequeña Annette, queda muy deslucida, como si no supiera resolver el conflicto que ha planteado.