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CRÍTICA

'Ayla, la hija de la guerra': Un padre cumple sus promesas

Representante por Turquía en los Oscar 2018, 'Ayla, la hija de la guerra' es un clásico y emotivo drama bélico ambientado en la guerra de Corea y en el vínculo paternal de un sargento turco con una niña surcoreana.

Por José Asensio Vizcaíno 19 de Julio 2019 | 12:00

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Emotivo melodrama clásico inspirado en una increíble historia real que fue elegida como candidata por Turquía a los premios Oscar de 2018. 'Ayla, la hija de la guerra' es un drama bélico que apuesta por el clasicismo y la sensación de producción hollywoodiense llevándonos a la Guerra de Corea en 1950 y la participación del ejército turco como ayuda aliada a Corea del Sur y los Estados Unidos contra los imperios comunistas Corea del Norte y China.

Ayla la hija de la guerra 1

'Ayla, la hija de la guerra' nos lleva a 1950; cuando el ejército turco se alía y decide participar en la Guerra de Corea como aliado de Estados Unidos y Corea del Sur. El filme sigue al sargento Süleyman (Ismail Hacioglu), que tras salir ileso de una emboscada junto a sus compañeros de división, se encuentra a una niña medio congelada, sin rastro de sus padres y sola. Sin conocer su nombre y siendo incapaz de comunicarse con ella de forma verbal, Süleyman se hará cargo de ella durante su participación en la guerra como si del verdadero padre se tratara; nombrandola Ayla. Un fuerte vínculo y la promesa de Süleyman de volver a encontrarla son fuerzas que ni el tiempo podrá eliminar.

Solvencia clásica

Pocos filmes llegan desde Turquía a nuestros cines que no se traten de cine de autor dirigido a paladares exquisitos, del que el ganador de una Palma de Oro Nuri Bilge Ceylan, es su principal representante. Por tanto es curioso la llegada de este filme con claras ambiciones comerciales y que se encuentra por encima de la media del país en presupuesto. A causa de ello quizás, filme no puede evitar la pretensión de ser una producción de aires hollywoodienses; aunque resulte más que correcta en su abordaje del melodrama, solvencia tonal y fuerza emocional.

Pero esto también supone un problema y cierta falta de riesgo ya que el filme no se sale de los tropos habituales del drama bélico. Sus personajes son eficaces arquetipos (especialmente pobre el desarrollo de las prometidas que sufren y esperan el regreso de sus parejas del conflicto) sin apenas evolución y pero acierta en destacar el lazo dramático y paternal entre la pequeña Ayla y Süleyman como el principal sustento. Diluyendo cierta ranciedad militar y patriótica que la película no puede evitar. A ello se suman unas interpretaciones que cumplen pero que son bastante acartonadas en líneas generales.

Ayla la hija de la guerra

La promesa del padre

Si algo brilla en 'Ayla, la hija de la guerra' es su buena dosis de emoción. El director Can Ulkay sabe manejar los elementos de melodrama de una historia sobre la promesa y el amor y vínculo que se crea entre un padre y una hija; aunque no sea de sangre. Un tierno filme sobre el paso del tiempo y la digna resistencia; con la que compensa su corrección académica y las pretensiones de producción de Hollywood.

Nota: 6

Lo mejor: El director Can Ulkay maneja muy bien los elementos emocionales y el tono clásico de su increíble historia real.

Lo peor: Los personajes y las interpretaciones están bastante acartonados. Sus inevitables "tics" de pretender ser una superproducción de Hollywood.

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