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CRÍTICA

'Dios mío, ¡los niños han vuelto!': Vuelta al nido

Crítica de 'Dios mío, ¡los niños han vuelto!', comedia dirigida por Michèle Laroque y escrita por Julien Colombani, Stéphane Ben Lahcene y Laroque. Con Stéphane de Groodt y Alice de Lencquesaing.

Miguel Ángel Pizarro
Por Miguel Ángel Pizarro Más 4 de Junio 2021 | 10:50
Colaborador de eCartelera. Apasionado del cine y la cultura en general. Cine europeo y de animación, mi especialidad.

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Si hay un tipo de cine que ha sabido conquistar al público español y que ha logrado que haya propuestas diferentes en la taquilla, ese es la comedia francesa. Desde títulos ya más que conocidos como 'Intocable', 'Dios mío, ¿pero qué te hemos hecho?' o 'El nombre' a otros que han ido abriendo paso a otro tipo de propuestas, como 'Un hombre de altura', 'C'est la vie' o 'Una veterinaria en la Borgoña'. En la línea de la comedia comercial elegante y con pedigrí, llega ahora 'Dios mío, ¡los niños han vuelto!', la segunda película como directora de la actriz Michèle Laroque.

Dios mío, ¡los niños han vuelto!

A pesar de que su título podría hacer referencia a la saga 'Dios mío...', lo cierto es que no está relacionada con las comedias protagonizadas por Christian Clavier. En realidad, '¡Los niños han vuelto!' está más cercana a 'Vuelta a casa de mi madre', la comedia de Éric Lavaine que también conquistó al público español. Ya desde el inicio de los créditos, cuando se escucha el tema 'Tu me manques' de Gaëtan Roussel y Vanessa Paradis mientras aparecen chalés de la periferia de París que muestran que la propuesta de Laroque es hacer pasar un rato ameno al público.

Y, la verdad, lo consigue, gracias a una serie de situaciones dignas de las buenas comedias de salón, a pesar de no tener carácter teatral. Una pareja de cincuentones en crisis debe lidiar con la llegada de su hija y su yerno, que se han quedado sin piso por el despido fulminante del hijo político. Desde el primer momento, Laroque, la cual escribe también el guion junto con Julien Colombani y Stéphane Ben Lahcene, deja claro cuáles serán los papeles de cada miembro de la familia, ofreciendo al público una serie de situaciones agradables y muy divertidas.

Dios mío, los niños han vuelto

Comedia disfrutona, de esas que alegra la tarde

A diferencia de otras propuestas comerciales, como las dirigidas por Philippe Lacheau o Philippe de Chauveron, Laroque aprovecha los chascarrillos fáciles para crear situaciones más incómodas aunque sin perder la atmósfera elegante y burguesa que tiene la cinta en todo momento, aquí se parodia a la Mrs. Robinson de 'El graduado' con un renovado enfoque. Aunque lo que hace que la película funcione son sus actores. Quizás Laroque no es Alexandra Lamy, pero sabe defender su papel, a su lado está un siempre sublime Stéphane de Groodt. Olivier Rosenberg demuestra que tiene madera de guapo improvisado, siendo una especie de hermano mayor de François Civil. Aunque la que sorprende es Alice de Lencquesaing, la cual es conocida por papeles delicados (como fueron el caso de 'Frantz' o 'Cartas a Roxane').

Comedia disfrutona, de esas que demuestran por qué el cine francés se posicionado como la industria más potente de Europa, 'Dios mío, ¡los niños han vuelto!' es una propuesta ideal para aquellos que no solo quieran desconectar con una comedia en el cine, sino también para degustarlo de manera muy similar a irse de vinos cerca de la Bastilla en una tarde de verano.

Nota: 7

Lo mejor: Las escenas que comparten Stéphane de Groodt y Olivier Rosenberg.

Lo peor: No es la película de aquellos que busquen una comedia más profunda, como 'Rosalie Blum' o 'Mentes brillantes'.