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CRÍTICA

'Fantasías de un escritor': Escenas de una vida adúltera

Crítica de 'Fantasías de un escritor', dirigida por Arnaud Desplechin y escrita por Desplechin y Julie Peyr. Basada en el libro 'Engaño' de Philip Roth. Protagonizada por Denis Podalydès y Léa Seydoux.

Miguel Ángel Pizarro
Por Miguel Ángel Pizarro Más 3 de Junio 2022 | 08:30
Colaborador de eCartelera. Apasionado del cine y la cultura en general. Cine europeo y de animación, mi especialidad.

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'Fantasías de un escritor': Escenas de una vida adúltera

Por cosas del destino (mejor dicho, por la pandemia del COVID-19), el francés Arnaud Desplechin no pudo sacar adelante un proyecto muy ambicioso a nivel cinematográfico tras el éxito de 'Roubaix, une lumière'. Aprovechó el momento para rescatar la adaptación al cine de una novela de Philip Roth, 'Engaño', la cual ya había trasladado al teatro. Presentada dentro de la sección Cannes Premières de la 74ª edición del Festival, el cineasta sabe reconvertir una obra tremendamente reflexiva en un certero diálogo sobre el adulterio y el deseo con 'Fantasías de un escritor'.

Fantasías de un escritor

'Engaño' es uno de los títulos imprescindibles de la obra de Roth, en el que creaba un universo con el que abordaba la infidelidad con una mirada tremenda honesta, alejada de prejuicios y moralidades, con una perspectiva intelectual fascinante, con la que el escritor, quien se atrevió a que el protagonista de su novela tuviese su mismo nombre de pila, retrataba a un afamado autor estadounidense de mediana edad, en crisis, teniendo una aventura con una mujer inglesa, treintañera y también casada en un matrimonio que ya no le satisfacía.

Se trata de una de las obras más crípticas de Roth, con la que se acerca, en algunos momentos, más al ensayo, al divagar sobre las relaciones, que al mero ejercicio de ficción. Desplechin, conocedor de la bibliografía del estadounidense, supo, primero, crear un filtro bajo el prisma teatral, lo que le ha permitido saltar al cine. No obstante, cierto es que el largometraje desprende cierta aura propia de las tablas, al ser una sucesión constante de diálogos, en los que se reproduce, de forma intelectual, la aventura sexual, erotizando las conversaciones, las entonaciones, los escenarios.

Fantasías de un escritor

Así surge una propuesta atrayente, que envuelve como si de juegos preliminares se tratase, que se eleva y consigue cautivar al público gracias a sus actores. Sorprende especialmente Denis Podalydès. Miembro de la Comédie Française, es uno de los actores más reconocidos de la escena teatral gala, sinónimo de prestigio y savoir-faire. Sin embargo, sus papeles en la gran pantalla han estado enmarcados (no todos, que conste) dentro del estereotipo de varón con complejos. Su extensa experiencia en teatro le permite meterse en la piel de un seductor intelectual de forma natural, es fascinante cómo le atraer al autor conquistar a una fémina con el verbo, buscando atraer su mente, en un ejercicio de ilustración mutua (él le enseña, pero ella también).

Juego sensual e intelectual

Al lado de Podalydès, Léa Seydoux, cuya misteriosa mirada permite interpretarla de diversas formas. Esa habilidad le permite tener una sensualidad particular, que hechiza de la misma manera. Con referencia a su interpretación en 'La vida de Adèle' inclusive, Seydoux, con sus afiladas réplicas, es la que muestra que no se está ante un mero ejercicio de seducción masculina, pues el amantazgo es cosa de dos y aquí los personajes femeninos, en general, cuentan con un trasfondo que hace mirar al adulterio con otros ojos, pues cada una de las mujeres que ha tenido una aventura con Philip muestra los diferentes motivos por lo que ellas han sido infieles, lo que hace que Desplechin, quien firma el guion de la cinta junto con Julie Peyr, busque cierta actualización de la reflexión de Roth.

Fantasías de un escritor

Cierto es que 'Fantasías de un escritor' es más liviana que su contraparte literaria, pero Desplechin es consciente de que su obra se verá en el cine, lo que implica que necesita concederle cierto margen al público. Por otro lado, es imposible no mencionar al gran elenco de actrices con el que cuenta el filme. Anouk Grinberg brilla como la esposa desconcertada, en no saber hasta qué punto desea saber sobre la realidad de su marido, pues sería afrontar la realidad de su propio matrimonio. No solo Grinberg destaca, también Emmanuelle Devos y Rebecca Marder, que permiten ofrecer una mirada más profunda sobre el amantazgo.

Desplechin realiza un juego aparentemente menos ambicioso que sus anteriores trabajos, esa supuesta austeridad engrandece a un filme con cierta atmósfera clásica, con una puesta en escena teatral y unos diálogos afilados, fascinantes, que muestran una mirada intelectual y burguesa lo suficientemente elegante para no resultar pomposa, una apuesta sublime con la que el cineasta hace un interesante juego de seducción en el que el verbo se convierte en la mejor arma para conquistar, más que el corazón, la mente.

Nota: 8

Lo mejor: Las réplicas de Léa Seydoux a Denis Podalydès.

Lo peor: Quizás peca de teatral en ciertas escenas.

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