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CRÍTICA

'Klaus': Frescura y sensibilidad para una historia clásica

Sergio Pablos, cocreador del éxito 'Gru: mi villano favorito', ofrece su propia visión de la historia de los orígenes de Santa Claus.

Por Irene Galindo Vilchez 15 de Noviembre 2019 | 09:40

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A falta de un mes y medio para que realmente llegue el día 25 de diciembre, Mariah Carey ha anunciado a través de sus redes sociales que ya es época de Navidad y, por tanto, hay que irse preparando para el gran día. Mientras nos vamos mentalizando que discutiremos con la familia sobre política, que engordaremos unos kilos con tanto polvorón y que Raphael volverá a cantar villancicos en televisión, Netflix estrena 'Klaus', su primera película de animación española en la que Sergio Pablos, cocreador de 'Gru, mi villano favorito', hace una nueva lectura de la leyenda de Santa Claus (o Papá Noel, como os dé más rabia llamarlo) de la mano de Quim Gutiérrez, Belén Cuesta y Luis Tosar prestando sus voces a los personajes principales.

'Klaus'

La historia nos sitúa en la vida de Jesper (Gutiérrez), un joven estudiante que se prepara para ser mensajero, aunque no con muchas ganas. Mientras que sus compañeros se parten el lomo para superar las pruebas propuestas, él se queda acurrucado bajo sus queridas sábanas de seda y con su mayordomo personal convirtiendo sus deseos en realidad. Un día, su padre, el general Johansen, harto de ver cómo su hijo tira su vida por la borda, le obliga a realizar una misión imposible: crear una base postal en Smeerensburg, una isla cercana al Círculo Polar Ártico, y sellar 6.000 cartas en menos de un año. Jesper se traslada allí, pero lo que no sabe es que ningún mensajero se ha quedado durante mucho tiempo en el lugar. Smeerensburg es un pueblecito costero y lleno de nieve donde se libra, desde los primeros hombres, una batalla entre dos clanes: los Krum y los Ellingboe. Ambas familias no paran de hacerse todo tipo de perrerías, aunque nunca llegando a la sangre (o al menos no en esta versión destinada al público infantil). Jesper, aterrado, conoce a Alva (Cuesta), una maestra reconvertida en pescadera dado que los niños no pisan la escuela. Pero esto cambiará cuando nuestro protagonista allane la casa de Klaus (Tosar), alejada del contacto con la humanidad, y descubra que contiene una inmensa cantidad de juguetes. La maestría juguetera de Klaus, el olfato para los negocios de Jesper, la dedicación de Alva como maestra y una nueva generación deseosa de pasárselo bien y poner un punto de color en el pueblo son clave para que este cambie por completo.

'Klaus' podría ser una versión más de la premisa clásica sobre los orígenes de Santa Claus. Sin embargo, uno de sus puntos fuertes es que parte de lo más terrenal para elevarlo a la magia que contiene la leyenda que todos conocemos. Klaus es un hombre que ha perdido su energía tras la muerte de su esposa Lidia y ve como su única salida el refugiarse en la soledad del bosque para seguir viviendo en modo automático. Su historia está más que trillada, pero lo que le da un toque fresco es la sensibilidad y delicadeza con la que se narra, al mismo tiempo que está acompañada por un dibujo que resulta muy dulce y, por qué no decirlo, adorable. Aunque su esposa haya fallecido, se encuentra presente a través del único detalle verdaderamente mágico que existe en toda la historia: un viento que empuja a Klaus a hacer caso a Jesper. Ese aire es la chispa que da el verdadero comienzo a la leyenda y es el mismo que la perpetúa. En cuanto a este aspecto, que sean los niños quienes la vayan formando poco a poco es de lo más entretenido. Incluso el propio Jesper le da su toque personal al advertir al bully del pueblo sobre por qué no tiene su regalo tras escribir su carta: Klaus lo ve todo y tiene una "lista de niños malos". Las características del famoso personaje se van conformando de manera natural y permite a pequeños y mayores reconocerlos en la historia fácilmente.

'Klaus'

La trama de Jesper es sencilla y está muy presente en muchas películas infantiles: el modelo del "viaje del héroe". En este tipo de tramas a un personaje mundano se le otorga una misión extraordinaria que conllevará una serie de retos que tendrá que superar y así salir victorioso con una recompensa. Durante el camino, estos retos harán que el personaje evolucione. Aquí no hay nada nuevo bajo el sol, pero sí es destacable cómo un personaje con un objetivo tan egoísta despierte tanta generosidad a su alrededor. Esto hace alusión al lema que se destaca en la cinta: "Un sincero acto de bondad siempre provoca otro". En el fondo, Jesper va dejando atrás su propósito principal por otro mucho más grande e importante: la alegría de los más pequeños. Ese nuevo propósito lleva a los niños a recibir regalos que los comparten entre ellos, ignorando la batalla milenaria entre clanes; a devolverle la ilusión por enseñar a una maestra hundida con la realidad que la rodea; y a que las relaciones entre ellos animen a sus padres a hacer lo mismo con sus semejantes. Un acto "egoísta" que trae la paz y la armonía a un pueblo que nunca lo había experimentado. Como todo, siempre hay detractores a esta nueva situación y que prefieren seguir en guerra, lo que se torna francamente absurdo en la última parte de la película. Se nota a la legua que ni siquiera los que impulsan ese caos se acuerdan de qué fue lo que empezó este "glorioso odio", como ellos mismos lo califican.

La misión de Jesper trae consigo la forja de la amistad entre este y Klaus, quien pasa de ser un hombre callado a atreverse a chocarle los cinco a su nuevo socio; la relación con Mogens, el capitán de barco que le mete en líos al principio; y el idilio amoroso (un "los que se pelean se desean") entre el protagonista y Alva, el punto más flojo de toda la película. ¿Qué necesidad hay realmente de que el único personaje femenino relevante, con permiso de la adorable niña lapona Márgu, sea la novia del protagonista? Es cierto que una historia de amor es siempre un gran reclamo para el público, pero, ya que este de corte infantil, ¿no podríamos enseñarles a los niños que la relación entre hombres y mujeres también puede ser de amistad y que está bien así? Pues parece que no, sobre todo cuando en un momento de la historia la frase "Claro que Alva se enamoró de mí" sale de la boca de Jesper, o cuando este le hace mansplanning sobre ser maestro, profesión que ostenta Alva. Son detalles que con un poco más de atención (y a lo mejor también concienciación) se podrían haber eliminado o haber dicho de otra forma, si es que uno no se quiere bajar de la burra. También otro punto negativo sería la poca diversidad que hay en la cinta, convirtiéndola en muy blanca y no por la nieve que se ve. Jesper y Alva son caucásicos, altos y rubios, dos muñequitos de la tarta de bodas (y nunca mejor dicho). Lo único "diverso" es la tribu lapona, a la cual no entienden por una barrera con el idioma, pero no existe nadie de diferente etnia. Las películas para un público infantil deberían, más que en ninguna otra ficción, mostrar una realidad más diversa, una que refleje la sociedad con la que se topan al salir de casa y que pueden encontrar en los colegios. Este tipo de detalles que podrían no tener una aparente importancia son en los que se sigue cayendo y justo son fácilmente corregibles, sobre todo cuando esta película ha estado en producción durante tres años.

Una historia para toda la familia

'Klaus' no nos cuenta nada nuevo en realidad, pero lo hace con una gran sensibilidad y delicadeza, tanto desde su narrativa como desde su animación, realizada por la compañía de Sergio Pablos, The SPA Studios, que merece la pena darle una oportunidad. Aunque se trate de una película para un público infantil, contiene algunos gestos dirigidos para que los padres no se aburran, como un Jesper que encarna a una especie de "camello" al atraer a los niños para que escriban cartas o ese momento "gangsta" tras dejar mal al niño que hace bullying, más propio de un meme de Internet.

'Klaus'

Sobre los padres, apuntaba Tosar en la entrevista que le hicimos, que la película "les ahorra la labor de explicar quién es Santa Claus a sus hijos" y que sean ellos mismos los que descubran de quién se trata con una historia sencilla, entretenida, divertida, llena de acción y donde se podrán ver reflejados en los diferentes niños que pueblan por la trama, desde el primero que quería su dibujo de vuelta y obtuvo eso y una rana saltarina, hasta la niña lapona que nadie entiende, pero que consigue su ansiado trineo y con cuya reacción muchos podrán emocionarse.

La cinta de Pablos permitirá recuperar el espíritu de la Navidad a aquellos que lo hayan perdido de una manera muy amena y emocionante en 138 minutos de duración, viendo en las caras de los niños la felicidad por la llegada de un completo desconocido cargado de regalos y reconociendo esa misma sensación que sintieron hace un tiempo que podría tornarse lejano.

Nota: 8.

Lo mejor: la sensibilidad y delicadeza en la narración de la historia acompañada de una animación adorable.

Lo peor: la forzada relación amorosa entre Jesper y Alva y la poca diversidad que se encuentra en la historia.

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Klaus 7,5 Klaus