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CRÍTICA

'Largo viaje hacia la noche': Lento deseo onírico

Crítica de 'Largo viaje hacia la noche', dirigida y escrita por Bi Gan. Protagonizada por Huang Jue, Tang Wei y Sylvia Chang. Mostrada en la sección Una Cierta Mirada del 71º Festival de Cannes.

Miguel Ángel Pizarro
Por Miguel Ángel Pizarro Más 14 de Junio 2019 | 18:52
Colaborador de eCartelera. Apasionado del cine y la cultura en general. Cine europeo y de animación, mi especialidad.

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El cineasta Bi Gan ha dejado pasar tres años desde su ópera prima, 'Kaili Blues', para narrar una historia de amor que va a caballo entre ensoñaciones, deseos y una confusa realidad. Con una ambición técnica inusual para este tipo de producciones, 'Largo viaje hacia la noche', mostrada en la sección Una Cierta Mirada del 71º Festival de Cannes, acaba convirtiéndose en un pausado ejercicio de inmersión cinematográfico con una temática que evoca al cine del hongkonés Wong Kar Wai.

Largo viaje hacia la noche

Luo Hongwu vuelve a su ciudad natal, Kaili, de la que huyó hace muchos años, atormentado por una situación que se volvió insostenible. El motivo del regreso de Luo es reencontrarse con aquella mujer que dejó atrás, a la que amó, a la que nunca olvidó y que marcó su vida, de tal forma que afecta su presente. Sin pistas sobre su paradero, solo recuerda su nombre: Wan Quiwen.

Técnicamente magistral

Bi Gan hace un ejercicio de cine de autor, en el que pone entre las cuerdas al público, con el que es poco condescendiente al narrar una preciosa historia de amor y desamor a lo largo del tiempo, que camina entre la realidad y un mundo de ensoñaciones e hipnóticas escenas llenas de simbolismo. Bi arriesga por ese lado, al que le acompaña una parte técnica excepcional, con una fotografía exquisita y un inusual uso del 3D para aumentar la sensación de estar en la psique de su protagonista, interpretado por Huang Jue.

Largo viaje hacia la noche

En ese estilo técnico, Bi recuerda mucho a la forma de narrar de Wong Kar Wai, con una estética muy cuidada, con luces de neón y tonos de color fuerte, además de mostrar una historia de amor propia de un bolero, que recuerda a esos amores perdidos de 'Deseando amar' y '2046'. No obstante, la principal diferencia que se yergue es que Bi aletarga el paso de la trama, hasta tal punto que provoca una mezcla que fascina pero a la vez provoca fatiga, llega a haber un plano secuencia en el que solo se ve descendiendo al protagonista en un funicular de más de 10 minutos.

Una propuesta para amantes del cine de arte y ensayo

Largo viaje hacia la noche

Con lo cual, 'Largo viaje hacia la noche' es un ejercicio cinematográfico atrayente, una experiencia única para aquellos amantes del cine de arte y ensayo, con un apartado técnico lleno de belleza y delicadeza, pero cuyo ritmo lento lo convierte en una propuesta ideal para un público cinéfilo muy concreto, siendo una propuesta menos accesible que los largometrajes de Wong Kar Wai, llegando a estar más cerca de 'The Assassin', del taiwanés Hou Hsiao-Hsien.

Nota: 6

Lo mejor: Su apartado técnico es magistral.

Lo peor: Su pausado ritmo narrativo y su mezcla entre deseo, ensoñación y realidad la hacen inaccesible para cierto tipo de público.