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CRÍTICA

'Puñales por la espalda': Mucho más que una sátira de los whodunnit absolutamente redonda y mordaz

'Puñales por la espalda' se marca una sátira de los whodunnit a la vez que brilla innovando dentro del género, y demuestra que Rian Johnson es uno de los cineastas más brillantes de su generación.

Berta F. Del Castillo
Por Berta F. Del Castillo Más 29 de Noviembre 2019 | 09:20
Creadora de contenido digital y periodista especializada en cine y series. Fan de 'Star Wars'.

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En el Toronto International Film Festival del pasado año Rian Johnson, aún envuelto en esa bruma que generase la airada reacción de algunos fans a 'Star Wars: Los últimos Jedi', buscaba distribuidor para una propuesta más que alejada de los viajes espaciales: una cinta de misterio muy al estilo de Agatha Christie que ya contaba con Daniel Craig entre sus filas para encabezar un reparto que después seguiría llenándose de estrellas. Tenía un guion firmado por él y muchas ganas de dejarse llevar por esos giros y más giros que hicieron del Episodio VIII una película galáctica con mucha personalidad. Entonces el libreto habló por sí solo, presumió de ese Johnson que pone su sello, que imprime su particular visión desde la llamativa humildad del creador que es sirviente de su historia. Esta es una de las claves que hace de Rian un cineasta excepcional, un director y guionista que además sabe manejar a esos intérpretes de lujo que no dudaron en subirse al barco.

 Elenco al completo de 'Puñales por la espalda'

Chris Evans, Jamie Lee Curtis, Michael Shannon, Don Johnson, Toni Collette, Katherine Langford... Los Thrombey encarnados en la piel de una lista interminable de talentos ven como su vida se sacude cuando Harlan (Christopher Plummer), el patriarca del clan, muere en circunstancias no tan claras como para suponer que lo que parece un suicidio realmente lo es. Así 'Puñales por la espalda' arranca con esa premisa que hemos visto tantas veces en la gran pantalla y nos ha hecho vibrar también en innumerables ocasiones desde las páginas de otras tantas novelas. Nada nuevo. La historia comienza arrastrando un tanto los pies, discreta, centrándose en el investigador excéntrico al que Craig da vida de una manera muy cautivadora. Nada nuevo. ¿Seguro?

Ese pistoletazo de salida sutil y muy anclado en la sátira de las mencionadas propuestas de misterio, es sin duda uno de los puntos fuertes de esta película que se gana la confianza del espectador mientras rebaja sus expectativas: funde cualquier fachada que puedas traer de casa y te deja como un lienzo en blanco sobre el que comenzar a construir. La treta funciona que es una locura porque cuando la historia mete quinta se hace prácticamente imposible predecir qué es lo que va a pasar. Entonces la sátira se convierte en una arrolladora innovación dentro del género que aúna su mensaje directo y demoledor con una crítica social incisiva mientras plantea pistas y retuerce cada vez más sus nudos. Johnson se ríe abiertamente de los clichés mientras los reproduce uno por uno para llevárselos a casa y devolver algo completamente distinto, subrayando así todo lo que el género tiene aún que ofrecer, sobre todo si se hace con un cuidado y una devoción obsesivos. No se puede plantear nada nuevo en el mundo de los whodunnit, no hay quien engañe al espectador. ¿Seguro?

 Daniel Craig y Ana de Armas en 'Puñales por la espalda'

El guion, inteligentísimo, más que trabajado, agudo y sin pretensiones, pulido en cada giro nivel floritura con los detalles y completa redondez; viene con misterio, comedia y una mordaz mirada a los entresijos de la naturaleza humana: es una base que difícilmente podría haber cojeado en el rodaje, pero es que encima no está solo en absoluto. Esa carencia de ganas de aplausos, esa falta de regodeo no solo se pone al servicio de giros y diálogos, sino que demuestra ser extremadamente útil en la dirección actores. Todo funciona como la seda: no hay egos, no hay necesidades que no sean las de los personajes, no hay nada que no fluya; todos y cada uno de los actores reman en una misma dirección y dejan que la trama se beneficie de sus ases en la manga. Esto es especialmente notable y brutal en la piel de Ana de Armas, una actriz que está más que inspirada en esta cinta. Armas da pistas con su mirada y se convierte en el vehículo más directo para el espectador demostrando un talento sólido que se convierte en un recurso completamente maleable de la mano de Johnson que saca lo mejor de ella sin duda. Ninguno de los Thrombey son lo que parecen, todos ocultan mierda debajo de la alfombra, ¿por qué Marta Cabrera, dedicada enfermera a la que encarna Armas, iba a irse de rositas?

Brillando junto a Armas encontramos la particular vena cómica de Craig y su Benoit Blanc, personaje que parece estar destinado a ridiculizar a los detectives sabiondos a la vez que construye un nuevo detective sabiondo candidato a protagonizar casos en serie. Craig tira de acento y de un comportamiento exagerado que bebe de las excentricidades de Hércules Poirot, pero incluye un par de ingredientes clave que marcan la diferencia, algo que comparte con todos los pilares de esta película con regustito clásico pero no tanto. Visualmente actualizada, con un montaje pegado al ritmo de la banda sonora muy de intercalar planos detalles con la narración de los hechos, 'Puñales por la espalda' es imponente también en su planteamiento escénico, siempre en movimiento conduciendo al espectador que percibe solo en parte la dirección que parecen tomar las cosas. Y esa parte probablemente sea mentira. Es divertidísimo.

 Rian Johnson, Daniel Craig y Ana de Armas en el rodaje de 'Puñales por la espalda'

Una devoción que cala

El resultado es tan sorprendente y arrebatador porque 'Puñales por la espalda' derrocha minuciosidad por los poros. Johnson se entrega a la historia e innova dentro del género hablando al espectador desde sus zapatos y sorprendiendo no solo con los giros, sino con el orden inesperado de los acontecimientos y los homenajes a todo tipo de productos relacionados con el misterio. Especial mención se merece el guiño a las películas de Hallmark Channel, canal norteamericano cuyas propuestas se utilizan como ejemplo de entretenimiento trash un día sí y otro también. Con este momentazo y tantos otros Johnson reivindica el impacto en el espectador de un género más que trillado que en numerosas ocasiones ha sido víctima de menosprecio. Es increíble que este director y guionista haya encontrado la manera de compaginar una directa responsabilidad social, con el engaño al espectador, con las lecciones de humildad que tan bien le vienen a Hollywood, con todos los ingredientes de los whodunnit clásicos, con una mirada actual del cine y la sociedad... Son tantos los elementos que ha logrado combinar de una manera más que brillante que es imposible no considerar su película como una de las mejores cintas del año.

Nota: 10

Lo mejor: Todo, pero especialmente el engaño, la inmensa humildad y lo generosa que es con el espectador.

Lo peor: Nada.