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CRÍTICA

'Sauvage': Corazón indomable

Crítica de 'Sauvage', la ópera prima de Camille Vidal-Naquet. En cines a partir del 14 de junio.

Por Javier Parra González 14 de Junio 2019 | 11:00

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Bajo la etiqueta de cine queer, en 2018 se presentaba en la Semana de la Crítica 'Sauvage', la ópera prima de Camille Vidal-Naquet gracias a la que Félix Maritaud se posicionaba como uno de los intérpretes europeos a seguir muy de cerca. Porque como bien indica el título, el nivel de entrega que tiene el actor acaba siendo una de las experiencias cinematográficas más sugerentes de los últimos años, hablando en términos de interpretación.

Sauvage

La incipiente carrera de Maritaud, quien debutaba en 2017 como Max en '120 pulsaciones por minuto' y a quien también hemos podido ver en 'Knife + Heart', consigue con el Léo de 'Sauvage' una triada de personajes que dejan claro el buen momento por el que está pasando la representación homosexual en el cine, aunque estemos hablando de una cinematografía tan concreta como la francesa.

Con total falta de prejuicios y dejando claro desde el primer momento que lo que vamos a ver bien podría ser un claro reflejo de la realidad, Vidal-Naquet (también autor del guion) profundiza en una serie de personajes marginales a los que presenta sin ningún ápice de remordimientos, ni por su parte a la hora de poder captar la atención del espectador, ni por la de los propios personajes, quienes son una parte del engranaje de una sociedad rota y que está presente en la cotidianeidad de cierto sector del colectivo homosexual.

Sauvage

Recordando al cine de Bruce LaBruce y a la primera etapa de Larry Clark, la prostitución masculina será una de las principales temáticas de una narración que adquiere fuerza a través de las imágenes, aquellas en las que la retahíla de hombres que vienen y van a lo largo de la historia, y que sirven como elementos satelitales que giran en torno a la experiencia vital de Léo, acabarán siendo reflejo de una verdad que a día de hoy parece estar adscrita al cliché de varón gay que no responde a los patrones heteronormativos.

El protagonista se nos presenta cual joven de 22 años que vende su cuerpo en las calles, y cuya principal motivación en la vida no es otra que la encontrar el amor en los brazos de otro hombre. Por ello, en la espiral de autodestrucción (no solo física, también de su alma) en la que se verá incapaz de poder salir y en la que impera la ley del caos, el mundo construido por el propio Léo acabará siendo a sus ojos como la realidad ideal, la única en la que es capaz de moverse y en la que los impulsos son los que marcan las directrices.

Sauvage

Amor visceral

Porque esa es la principal cuestión a alabar de 'Sauvage': que consiga que la visceralidad de las acciones que se plantean ante la pantalla sean su principal aliciente. Todo ello acabará perfectamente dibujado con el personaje de la doctora, pequeño rol interpretado por Marie Sieux, quien no solo tiene el peso de ser el único personaje femenino de la película, sino que viene perfectamente dibujado como el símbolo maternal y que tanta falta le hace a un protagonista perdido en la vida (tal y como se tiene concepción de ella, según las normas establecidas), y que volcándose plenamente en la integridad de Léo, acabará recibiendo una hostia de realidad cuando este le pregunte que por qué tiene que cambiar su forma de vivir.

Ese es el momento que puede servir como punto de no retorno para un personaje al límite, quien además de ser una muestra de la incipiente búsqueda del amor, estará también perfectamente dibujado como víctima de una relación tóxica y como drogadicto que acabará girando sobre sí mismo en la burbuja que se ha creado como único mundo conocido, dejando claras sus intenciones el realizador a la hora de estar hablando no solo de una película con personajes homosexuales y que se puede catalogar como cine queer, sino representando con total naturalidad esa marginalidad que tan bien le sienta al cine indie y que podrá escandalizar a cierto sector del público al pensar que lo que está viéndose en pantalla es una dramatización de la realidad. Una realidad que, como siempre, supera a la ficción.

Nota: 8

Lo mejor: Félix Maritaud es todo un prodigio.

Lo peor: Que Vidal-Naquet apueste por un drama demasiado al límite para algunas de sus secuencias, algo acaba pareciendo demasiado impostado.

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Sauvage 7,2 Sauvage