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CRÍTICA

'Tres mil años esperándote': Las mil y una noches buscan ser modernas

Crítica de 'Tres mil años esperándote', dirigida por George Miller, escrita por Miller y Augusta Gore. Basada en la colección de relatos 'The Djinn in the Nightingale's Eye' de A. S. Byatt.

Miguel Ángel Pizarro
Por Miguel Ángel Pizarro Más 2 de Septiembre 2022 | 09:00
Colaborador de eCartelera. Apasionado del cine y la cultura en general. Cine europeo y de animación, mi especialidad.

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'Tres mil años esperándote': Las mil y una noches buscan ser modernas

Hace siete años, George Miller deslumbró a público y crítica con la fascinante 'Mad Max: Furia en la carretera', una magnífica secuela que encumbró a una saga que parecía dormida y de la que se espera con ansias el spin-off liderado por Furiosa, la cual estará interpretada por la argentina Anya Taylor-Joy. A modo de intermezzo, el cineasta australiano presenta 'Tres mil años esperándote', que adapta la colección de relatos cortos de A. S. Byatt 'The Djinn in the Nightingale's Eye' y que fue presentada en la Selección Oficial del 75 Festival de Cannes.

Tres mil años esperándote

Los cuentos de Byatt eran una especie de reinterpretación de 'Las mil y una noches', la famosa recopilación medieval de cuentos tradicionales del Oriente Medio. Aunque se agradezca la recuperación del espíritu de la fábula en la gran pantalla, el filme de Miller resulta demasiado sobrecargado y con una trama errática que enlaza varias historias que terminan dejando en un segundo lugar a la historia principal, que narra el encuentro de dos almas solitarias que buscarán unirse tras el hallazgo.

En cierta forma, 'Tres mil años esperándote' empieza bien, con Tilda Swinton encarnando a Alithea Binnie, una reconocida erudita británica que se encuentra en Estambul por una convención. Allí, la mujer de mediana edad encuentra una hermosa botella antigua. Ya en su hotel, la mujer frota el frasco y sale del artilugio lo que parece ser un genio, el cual le anuncia que le concede tres deseos. Empieza así un largometraje en el que Miller no sabe exactamente qué quiere narrar, convirtiendo al filme en popurrí de ideas cuyo resultado hace que ciertas telenovelas turcas parezcan producciones de HBO.

Tres mil años esperándote

George Miller se enreda con las fábulas

Y es que sus fábulas, a excepción de la última, no aportan nada, siendo historias inconexas que carecen de moraleja real. De hecho, Miller, quien firma el guion con Augusta Gore, pierde una oportunidad de oro de traer una propuesta similar a los filmes góticos y barrocos de Matteo Garrone, como 'El cuento de los cuentos' o 'Pinocho', que supieron conjugar ese espíritu grotesco de las fábulas de antaño con un toque adulto.

Tres mil años esperándote

El resultado final es que es una obra fallida, estéticamente poco atractiva y con un tándem protagonista que carece de química. Tilda Swinton tiene un personaje simpático, pero tremendamente plano. Idris Elba parece que va con el piloto automático, con un papel que termina plasmando un tipo de pasión que, aunque en las fábulas quede bien, su traslada al mundo actual no resulta del todo convincente.

Con ciertos momentos que son dignos de una propuesta fantástica dirigida por Manolo Caro, 'Tres mil años esperándote' pedía mucho más, especialmente estando firmada por George Miller. Una producción que, encima, tampoco logra justificar sus 60 millones de dólares de presupuesto, con efectos visuales impropios para una producción de fuertes ambiciones comerciales y que hacen parecer a la cinta una producción de hace dos décadas, lo que tampoco ayuda a un largometraje que, a pesar de tener una buena idea, no consigue llevarla a buen puerto.

Nota: 4

Lo mejor: La fábula de la joven matemática.

Lo peor: La continua sensación de que Miller se ha metido en un jardín del que no sabe salir.

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