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CRÍTICA

'Vida perfecta': Insubordinación ante la tiranía del ideal

Leticia Dolera ha escrito y protagonizado una serie sobre tres mujeres de más de 30 años cuyas vidas aún tienen tiempo de cambiar.

Por Luisa Nicolás 17 de Octubre 2019 | 18:45

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¿Qué es el éxito? ¿Y el fracaso? ¿Es el arte arte sin público? ¿Cómo debe ser la familia? ¿Cuándo es hora de madurar? ¿Qué espacio ocupan el sexo y el deseo? ¿Quiero realmente la 'Vida perfecta' que había planeado para mí? Estas son solo algunas de las preguntas que Leticia Dolera se ha hecho en su primera serie para Movistar+. Actriz, guionista, escritora, directora o activista feminista, cualquiera de estas palabras pueden describir a Dolera, pero solo todas ellas, interconectadas y revueltas, dan forma a la clase de creadora que es. En 'Vida perfecta', un proyecto que ha sacado adelante ella sola y que coprotagoniza, coescribe y codirige; ha puesto en el centro de la historia a tres mujeres entre los 35 y los 40 años en un relato intimista, cotidiano y universal donde la mirada femenina, delante y detrás de las cámaras, es el prisma que refleja un cambio, una revolución contra el ideal, un motín al conformismo y muchas dudas que no necesitan respuesta.

A María (Dolera), que está a punto de casarse con su novio del instituto y comprarse un piso, la dejan en plena notaría. Despechada y drogada, se quedará accidentalmente embarazada del jardinero discapacitado de su mejor amiga, Cristina (Celia Freijeiro), una mujer que cumple todos los requisitos de la mujer modélica actual y, sin embargo, no es feliz. Cristina echa de menos la pasión, la lujuria, está harta de que le sugieran una jornada reducida y ni siquiera le caen especialmente bien sus hijas. Junto a ellas está Esther (Aixa Villagrán), hermana de María, una pintora que no vende cuadros, que no está en redes sociales y no aspira a formar una familia, pero que va a empezar a sentir el dedo acusador de la sociedad que, cerca de cumplir los 40 años, la considera un fracaso.

Leticia Dolera en 'Vida perfecta'

Decir que 'Vida perfecta' es una serie feminista solo porque su visión principal es femenina es un error muy común, sin embargo, siendo Dolera una de las principales voces del movimiento en este país, su perspectiva del mundo, de género, su manera de transmitir y su planteamiento son inevitablemente feministas. Sus personajes son mujeres libres para equivocarse y para desear, llenas de sexualidad sin ser el simple objeto sexual, mujeres complejas que ríen y sufren y cambian, es decir, mujeres normales. Su creadora ha querido contar con muchas compañeras en todos los aspectos de la producción y el 60% de las personas que han trabajado en la serie han sido mujeres. También se ve reflejada esta declaración de intenciones en su banda sonora y cada uno de sus 8 capítulos de 25 minutos terminan con una canción pop de una intérprete femenina, desde La Bien Querida a Carmen Boza pasando por Mónica Naranjo. Esto puede hacer que muchos hombres, incluso aquellos que se consideran libres de estos prejuicios, se sientan reticentes a entrar en 'Vida perfecta' como una historia que pueda hablarle a ellos, pero el humor y las crisis y dudas que plantea están contadas con la misma honestidad y tolerancia y que otras series que ya han ayudado a empezar a derribar ese muro de la intolerancia como 'Fleabag', 'Love' o 'Girls'.

Además, no hay tabú con el que Dolera no se atreva. Por suerte, algunos están ya bastante superados como la homosexualidad o las familias monoparentales, sin embargo, el sexo de una embarazada o personas como Gari (Enric Auquer), el jardinero con discapacidad intelectual que deja embarazada a María, son muy poco frecuentes en comedias donde no es esta singularidad el único rasgo que le define ni el centro del gag. Al igual que ya hizo en su ópera prima como directora, 'Requisitos para ser una persona normal', Dolera incluye protagonistas con diversidad funcional despojada de prejuicios y condescendencia, la discapacidad no es un conflicto y con Gari (y no de él) puede nacer el chiste al igual que con cualquier otro personaje.

'Vida perfecta'

La magia de la normalidad

Una madre soltera, una mujer infiel o una artista que se niega a rentabilizar su pasión y ceder a los convencionalismos no es un punto de partida especialmente novedoso. Lo que sí lo es es su enfoque, su frescura y naturalidad sin soluciones ni lecciones, su humor inteligente, diálogos naturales y mucho valor para hablar de nuevos modelos de familia, el triunfo y el fracaso, la maternidad y el tedio familiar. 'Vida perfecta' no puede darte la respuesta, pero quizá su gran logro sea ofrecerle al público las preguntas correctas o al menos invitarles a la reflexión. Esta falta de un discurso aleccionador y estereotipos es lo que consigue que nos identifiquemos, todos y todas, con sus protagonistas, tres mujeres que no hacen las cosas ni bien ni mal, solo lo mejor que saben y que, involuntariamente, están rompiendo con lo establecido, luchando contra la cultura del éxito, contra el si quieres puedes y el despotismo de la popularidad y los likes.

El guion, coescrito por otro de los actores principales del reparto, Manuel Burque, tiene un ritmo muy ágil y crea una atmósfera cautivadora, que intenta equilibrar, entender y empatizar con el viaje personal de tres treintañeras en crisis completamente diferentes que tampoco se juzgan entre ellas y son el ejemplo perfecto de sororidad. Otra de sus grandes virtudes es el punto de la comedia, irreverente e incorrecto y que nace principalmente de lo conocido y lo natural en lugar del chiste construido. Contribuyen en este aspecto un fabuloso plantel de secundarios entre los que destacan Carmen Machi, David Verdaguer, Pedro Casablanc y Fernando Colomo. Sin embargo, a medida que avanza la trama y se profundiza en los dramas de personajes, desgraciadamente el tono se vuelve también más agridulce, aunque se niegue a ceder al pesimismo.

Aixa Villagrán en 'Vida Perfecta

Todas las imágenes promocionales de la serie muestran a sus protagonistas del revés, como el giro de 180 grados que está a punto de desestabilizar sus vidas y obligarlas a enfrentar una nueva realidad. Un terremoto al que no les queda más remedio que adaptarse, algo similar a lo que tuvo que sentir Leticia Dolera cuando en pleno rodaje se desató la polémica después de que una de sus actrices, Aina Clotet, fuese sustituida tras quedarse embarazada. Muchas explicaciones se dieron entonces por ambas partes y también se cometieron muchos errores, pero lo cierto es que también se aprovechó este conflicto para atacar con sarna la figura de una mujer que de denomina a sí misma feminista y de paso a todo un movimiento que molesta a quienes no lo comprenden o no lo quieren comprender. 'Vida perfecta' empezó con una gran controversia, sí, pero acabó llevándose en Canneseries dos de sus grandes premios: Mejor Serie y Premio Especial del Jurado a la Interpretación de las tres protagonistas. Además, se presentó completa en uno de los Festivales más importantes de España, el de San Sebastián, donde también conquistó a crítica y público.

Si quieres devorarla del tirón o dosificarla con amor ya es cosa tuya, porque 'Vida perfecta' se estrena integra el 18 de octubre en Movistar+.

Nota: 9

Lo mejor: Su naturalidad, sensibilidad y sencillez.

Lo peor: Cede a un tono más serio y dramático en su trama final.

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