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FAMILIA DE CUENTO

'Descendants: The Royal Wedding' insinúa una continuación de la saga e incluye un guiño a Cameron Boyce

Disney Channel ha decidido cerrar la trama de Mal y Ben con una boda animada, especial en el que no se han olvidado de Boyce que interpretase a Carlos, el hijo de Cruella de Vil, en las películas previas.

Berta F. Del Castillo
Por Berta F. Del Castillo Más 16 de Agosto 2021 | 11:06
Creadora de contenido digital y periodista especializada en cine y series. Fan de 'Star Wars'.

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'Los descendientes' una de las sagas más queridas de los últimos años en Disney Channel ha encontrado la mejor manera de hacer justicia a sus personajes respetando la memoria de uno de los miembros principales de su reparto que, tristemente, nos dejase en 2019. Así, en lugar de continuar con las andanzas de los personajes principales dejando fuera a Carlos, encarnado por el fallecido Cameron Boyce, han apostado por diseñar un final feliz animado en el que poder incluir un guiño al hijo de Cruella de Vil.

 Cameron Boyce en 'Los Descendientes'

Dove Cameron, Sofia Carson, Booboo Stewart y dicho intérprete eran el cuarteto original de esta propuesta televisiva de Disney, por lo que la triste ausencia de Boyce siempre iba a sentirse, guiños o no. Aún así la mencionada cadena se las ha apañado para que el personaje estuviese presente de alguna forma en 'Descendants: The Royal Wedding', porque el especial televisivo hizo referencia a la ausencia de Carlos desde el principio cuando Mal (Cameron), la hija de Maléfica, que está a punto de comenzar su 'felices para siempre' con Ben (Mitchell Hope), retoño de Bella y Bestia, recibe como regalo de bodas un brazalete que incluye todos los escudos de su familia elegida. Evie (Carson), mejor amiga de Mal e hija de la madrastra de Blancanieves, explica entonces que el detalle representa "a los cuatro VK, unidos para siempre". 'Los descendientes' cierra así su paseo musical encabezado por los hijos de héroes y villanos clásicos de la factoría, películas centradas en subrayar que la maldad o bondad no se heredan, sino que se eligen cada día.